Aragonès asegura que el Papa le ha dicho que “el camino es dialogar para llegar a acuerdos”

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se reunió este lunes a las 9.25 de la mañana con el Papa Francisco en una audiencia privada en la Ciudad del Vaticano. Como es habitual, Francisco recibió al mandatario catalán en la Biblioteca privada del Palacio Apostólico en una visita que había sido acordada el pasado junio completamente al margen de las negociaciones que su partido y Junts mantiene estos días con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. La situación actual, sin embargo, hizo inevitable que saliera el tema durante los 40 minutos que duró el encuentro. “Hemos hablado de la necesidad del diálogo y la negociación. Y en todo caso el Papa ha expresado que el camino siempre es hablar entre diferentes para poder llegar a acuerdos”, ha dicho el presidente catalán.

La reunión, que duró 40 minutos, se produjo a solas. Según Aragonès, se trataron temas de agenda católica en Cataluña, como la finalización de las obras de la Sagrada Familia o la celebración de los 1.000 años de Monstserrat. Pero también de la cuestión política española, dado que la reunión se produce justo después de que ERC y el PSOE cerrasen un acuerdo en el marco de la investidura de Pedro Sánchez, que entre otros puntos incluye una ley de amnistía a las personas vinculadas con el procés, el traspaso integral de Rodalies y que se le perdonen a Cataluña 15.000 millones de euros de deuda. Aragonés dijo que no había notado “incomodidad en el Vaticano” por la coincidencia. “El Papa es un buen conocedor de la historia política de España y de Cataluña y, evidentemente, hemos hablado de esas cuestiones”, dijo Aragonès a la salida del encuentro.

Además, el presidente de la Generalitat catalana se refirió también al acuerdo alcanzado ya con el PSOE, que incluye una ley de amnistía y el traspaso de las competencias de la red ferroviaria de Cercanías. “Puedo hablar por las negociaciones en las que he tenido un papel. Es un acuerdo muy positivo porque garantiza una amnistía que de cobertura a todas las causas de naturaleza política. Además, permite continuar con un proceso de negociación a partir del reconocimiento nacional de Cataluña, y contempla el traspaso integral de todo el sistema de Cercanías de Cataluña”. Ante las crítica de Junts al acuerdo alcanzado por ERC con el PSOE, Aragonès insistió en que se trata de “un buen acuerdo que no se había conseguido hasta ahora”.

El republicano se pronunció también sobre los efectos que puede tener la futura ley de amnistía en los políticos que permanecen fugados todavía en el extranjero, como el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, o la secretaria general de ERC, Marta Rovira. “Espero que la ley se pueda registrar cuanto antes en el Congreso de los Diputados para ser aprobada en los próximos meses para que todas las personas que están sufriendo la represión, en el exilio o pendientes de juicio en Cataluña, puedan ver resuelta su situación y recuperar la plenitud de sus derechos”.

El único presidente de la Generalitat catalana que fue recibido por un papa en el Vaticano fue Jordi Pujol, que se reunió con Juan Pablo II a principios de 1981. Posteriormente, se encontraron durante la visita que el pontífice hizo a Barcelona durante el año 1982. Asimismo, el también expresidente catalán Artur Mas fue recibido en audiencia por el papa Juan Pablo II en 2002, cuando era consejero jefe. Y el expresidente de la Generalitat de Cataluña José Montilla recibió al papa Benedicto XVI en la vista que este realizó a Barcelona durante el año 2010.

La audiencia fue solicitada por carta por el presidente Aragonès el 22 de junio de este año, después de un encuentro con el cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella. En la carta, mencionaba las relaciones entre las instituciones catalanas y el Vaticano, y la proximidad de dos eventos relevantes en Cataluña, la celebración el 2025 del milenario de la Abadía de Montserrat y la culminación de las obras en la Sagrada Familia. El Vaticano respondió el pasado 1 de julio, también por carta, el canal habitual.