Nacionalistas vascos y catalanes agrandan su “abismo” con Feijóo y le acusan de no tener un proyecto territorial

La distancia política entre el PP de Alberto Núñez Feijóo y los nacionalismos vasco y catalán, tanto el conservador como el de izquierdas, es ahora “un abismo” —en palabras del portavoz del PNV, Aitor Esteban— mucho más profundo que el de la brecha que los separaba cuando hace apenas cuatro días empezó el debate de investidura del líder popular. ERC, Junts, PNV y EH Bildu votaron este viernes con ganas en contra del aspirante del PP en la sesión definitiva. Feijóo, tras destrozar el martes y el miércoles cualquier conato de puente con esas formaciones, ni se dirigió ya a esos grupos parlamentarios y focalizó su discurso en poner en cuestión hasta la dignidad de Pedro Sánchez. Los partidos nacionalistas insistieron en reprocharle, con duros ataques, que el PP carezca de un proyecto territorial para España que contemple sus demandas.

Esos mismos partidos, además, avisaron de sus planes al que será previsiblemente el próximo candidato a la investidura, Pedro Sánchez: la amnistía no es suficiente, vinieron a decir. “Ha llegado el momento de fijar las condiciones para que Cataluña pueda votar”, señaló la diputada de ERC, Teresa Jordà. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, remarcó también que su objetivo es la autodeterminación: “No hemos aguantado la posición durante tanto tiempo para acabar haciendo lo mismo que se ha hecho hasta ahora. Desde Junts mantendremos la posición”. Una frase que ya utilizó el líder de esa formación, Carles Puigdemont, el 5 de julio.

La primera que habló fue Jordà, que relevó al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, para identificar a Feijóo con la “represión a palos” de la policía durante la jornada del referéndum ilegal de independencia del 1-O de 2017. Jordà formuló a continuación una interpretación entre irónica y condescendiente de lo bueno que podría resultar para el propio Feijóo que Cataluña se separase de España: sin ese territorio, dijo, el PP y todos los partidos nacionales “podrían recentralizar más, toda España hablaría español, todas las inversiones que quisieran se podrían poner en Madrid, sin quejas y sin manifestaciones”. Abundó en esa vía sarcástica afirmando que Feijóo, si Cataluña no fuera parte de España, “podría ser presidente de España con el permiso de Isabel Díaz Ayuso”, y concluyó que “igual le sale a cuenta”. La diputada de ERC recuperó las cifras recurrentes del nacionalismo catalán sobre que esa comunidad aporta hasta 22.000 millones de euros al año para las cuentas del Estado, el 18,5% de la inversión del tejido industrial, y que ese dinero no va “para la cantinela de la solidaridad territorial” sino para “la industria militar, la monarquía corrupta, los piolines [en alusión a la policía nacional] o los proyectos fallidos de Florentino Pérez”.

Tanto Jordà como más tarde Nogueras se guardaron para el final de sus intervenciones las referencias más directas al “conflicto político existente en Cataluña”. “Lo que a nosotros nos interesa es hablar de la independencia de Cataluña”, dijo la portavoz de ERC. Y añadió: “Ahora ha llegado el momento de fijar las condiciones para que Cataluña pueda votar, y algún día lo hará”. Nogueras comenzó su alocución recogiendo ese hilo y acusando a Feijóo de no haber aportado nada “para resolver ese conflicto entre Cataluña y España”. “¿Cuál es exactamente la aportación del PP en Cataluña?”, inquirió. Y se respondió a sí misma con la catarata de proyectos, inversiones y medidas que el PP había votado en contra durante los últimos años. La portavoz de Junts aludió también al recurso que presentó el PP en 2006 contra la reforma del Estatuto catalán, y a la aplicación del artículo 155 de la Constitución con la que el Gobierno de Mariano Rajoy intervino la autonomía de Cataluña en 2017, tras la declaración unilateral de independencia. Nogueras negó la tesis de que “votar [en un referéndum de independencia] divide”, y esgrimió: “Votar es consenso, votar no es división. El 70% de los catalanes están a favor de votar para resolver ese conflicto. Ahora a Cataluña le toca ser Cataluña”.

“Agresivo y arrogante”

No le fue mejor a Feijóo con las breves exposiciones de los portavoces del PNV y EH Bildu. La relación entre el PP de Feijóo y el PNV, de la que el líder popular presumía, especialmente por su particular relación con el lehendakari Íñigo Urkullu, se ha vuelto ahora abisal. En sus primeros discursos Feijóo no se guardó ningún reproche, lo que fue muy bien acogido en sus filas y despertó un enorme malestar en la cúpula del PNV. El presidente del PP se atrevió incluso a apelar a las bases de esa formación en Euskadi, que considera ideológicamente conservadoras y próximas al PP, para concluir que no entenderían la alianza del PNV con un Gobierno que tiene a Unidas Podemos en su seno y a EH Bildu como socio. El portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, no disimuló este viernes su creciente distanciamiento y aclaró a Feijóo que ha sido precisamente su compromiso con la extrema derecha de Vox y su incomprensión de la España actual lo que los ha hecho incompatibles.

Esteban llegó a descalificar los discursos de Feijóo estos días como “genéricos, decepcionantes, agresivos y arrogantes”, particularmente en lo territorial. Los catalogó más como “desafíos” que como intentos de “conciliación”. Y remachó: “Usted ha venido a decir ‘aquí estoy yo’, y, efectivamente, ahí se va a quedar, más solo que anteayer”. Al portavoz del PNV, tras escuchar esta investidura, aún le queda menos claro “quién es Feijóo y qué quiere”, pero le echó en cara que no es de fiar. Y concluyó: “A día de hoy hay un abismo profundo entre su partido y el PNV. Votaremos contra su investidura con más razones. No nos dé lecciones. No tiene ni idea de lo que es Euskadi”.