PSOE y ERC avanzan para un acuerdo sobre la Mesa del Congreso

Buena disposición de ERC, hermetismo absoluto de Junts. El PSOE avanzó este jueves con Esquerra para lograr su apoyo a que los socialistas mantengan la presidencia del Congreso. El que ya fue uno de los principales aliados del Gobierno de Pedro Sánchez en la pasada legislatura tiene la palabra de que el PSOE le permitirá formar grupo parlamentario propio y, por su parte, ha dejado claro que no aspira a puestos en la Mesa de la Cámara. La postura de ERC contrasta con la de Junts, el otro grupo independentista del que depende la mayoría parlamentaria, atrincherado por ahora en el silencio. Esquerra insiste a Junts en formar un frente común para presentar sus demandas en Madrid. “Esta es una ocasión de oro y no deberíamos desaprovecharla”, afirmó la nueva diputada de ERC Teresa Jordà.

Los parlamentarios de ERC y de Junts acudieron este jueves al Congreso a presentar sus acreditaciones con un clamoroso contraste de actitudes. Esquerra compareció ante los medios, hizo declaraciones mostrando su disposición al acuerdo y no tuvo empacho en divulgar que se reuniría con el secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes en funciones, Rafael Simancas, uno de los socialistas más curtidos estos años en la negociación con otros grupos. Las dos partes ya habían mantenido contactos telefónicos y telemáticos desde las elecciones del 23 de julio, pero era la primera vez que se veían las caras en persona.

En cambio, los representantes de Junts —encabezados por su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras— no hicieron el menor comentario. Ni siquiera confirmaron —tampoco en el PSOE— si habían aprovechado, como hizo ERC, para mantener algún encuentro con los socialistas.

Aunque Esquerra todavía no ha ratificado su apoyo a las candidaturas que presenten PSOE y Sumar a la Mesa, de los contactos de este jueves salieron claros avances. La formación catalana desvincula la negociación sobre los órganos de gobierno del nuevo Congreso, que se constituye el próximo día 17, del proceso posterior que podría llevar a la investidura de Sánchez. Es decir, ERC se reserva las reivindicaciones puramente políticas para el momento en que se empiece a hablar del Gobierno. De momento las demandas se ciñen a la mecánica parlamentaria. Además del grupo propio —que no le correspondería automáticamente en aplicación de los resultados electorales—, ERC ha planteado su deseo de presidir alguna comisión en el Congreso. El encuentro con Simancas, que finalizó antes de las 15.00 horas, marchó “bien” y se cerraron algunas cuestiones “logísticas”, como el asunto de las comisiones, según fuentes de ERC presentes en la reunión. Además de “avanzar” en las conversaciones, se emplazaron a seguir hablando durante los próximos días. Respecto a la composición de la Mesa, desde ERC aseguran que en la “ecuación planteada” por el PSOE inicialmente solo hay representación de los socialistas y de Sumar, y que el PNV queda fuera, según las mismas fuentes. No hubo mención a las cuestiones relacionadas con la investidura, aseguran en Esquerra.

La diputada Jordà advirtió de que su grupo no va a ofrecer ningún tipo de apoyo “gratuito”, al tiempo que sembraba su intervención de palabras conciliadoras. Y subrayó que ERC siempre preferirá una Mesa del Congreso y un Gobierno “progresistas” que otros controlados por la derecha. Al ser preguntada por la unidad de acción que Esquerra ha ofrecido a Junts —sin obtener por ahora respuesta— fue cuando Jordà parafraseó unas palabras del propio secretario general de esta última formación, Jordi Turull, para destacar que los resultados del 23-J colocan al conjunto del independentismo ante una “ocasión de oro” para hacer valer su fuerza en Madrid. La diputada de ERC calificó además de “vergüenza de primer orden” la decisión de dos magistrados conservadores del Tribunal Constitucional que, aprovechando que coyunturalmente disponían de mayoría en la Sala de Vacaciones de ese organismo, rechazaron admitir a trámite un recurso del expresident Carles Puigdemont contra la última orden de detención que pesa sobre él.

Junts no dejó la menor pista de cuál puede ser su actitud en el pleno de constitución del Congreso, el próximo jueves 17. El partido de Puigdemont, en cualquier caso, sí se beneficiaría de una de las medidas comprometidas por el PSOE con ERC, la creación de un grupo parlamentario propio. Ambas formaciones están en la misma situación: no alcanzaron el 15% de los votos en las cuatro circunscripciones a las que concurrieron el 23-J, condición que exige el Reglamento del Congreso.

El hermetismo no es solo patrimonio de Junts. En el PSOE reina tal cautela para no hacer ningún movimiento en falso que pueda perjudicar una negociación tan delicada que de la boca de sus dirigentes sale a todas horas una sola palabra: discreción. Una de las personas claves en el proceso, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, también acudió este jueves a acreditarse y en una breve comparecencia ante los medios no dejó escapar el más leve atisbo de lo que se está cociendo ante la inminente constitución de las Cortes. “Creo que no voy a ser muy original”, manifestó. “Es necesario que seamos discretos, responsables y prudentes. Cuando haya noticias y acuerdos se les comunicará a ustedes”.

La otra formación del Gobierno en funciones, Sumar, está dejando al PSOE que comande la negociación, aunque sus dirigentes mantienen por su cuenta contactos con miembros de los grupos independentistas para crear un clima favorable. La plataforma de Yolanda Díaz ya ha puesto sobre la mesa una propuesta encaminada a granjearse el apoyo del nacionalismo periférico: la reforma del Reglamento del Congreso para permitir el uso de las lenguas cooficiales.