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Un ‘contramonumento’ “dignificará” a los represaliados del franquismo en la ciudad canaria con más vestigios de la dictadura

El escultor madrileño Eugenio Merino y el cineasta canario Miguel G. Morales involucrarán a los familiares de las víctimas en la instalación en un antiguo depósito de petróleo

Composición de retratos de víctimas de la dictadura franquista en Canarias elaborado por Eugenio Merino y Miguel G. Morales
Composición de retratos de víctimas de la dictadura franquista en Canarias elaborado por Eugenio Merino y Miguel G. Morales
Guillermo Vega

La ciudad de Santa Cruz de Tenerife pasa por ser la urbe canaria con más vestigios franquistas. Hasta 79 rastros de la dictadura de Francisco Franco, en el que destaca el Monumento a los Caídos, una torre-mirador en forma de cruz en pleno centro que ensalza la figura de Francisco Franco. Esta ciudad albergará desde el día 29 la instalación Monumento a la Oscuridad, del escultor madrileño Eugenio Merino y el cineasta tinerfeño Miguel G. Morales. La obra persigue, según sus autores, “rendir un homenaje a todas las personas asesinadas mediante el método del ahogamiento forzoso, el fusilamiento, o que fueron hechas desaparecer en simas, pozos, barrancos o tubos volcánicos durante el Golpe de Estado y la represión en el archipiélago”.

“Teníamos que traerlo a Tenerife”, explica Morales en conversación telefónica, “porque esta es la ciudad donde más se produce esta anomalía”. El objetivo, relata, es “redignificar El Tanque”. Este es un centro cultural perteneciente al Gobierno de Canarias montado sobre un antiguo depósito de petróleo en la refinería de Cepsa en las afueras de la capital. Esta refinería, la primera que hubo en España, es un macrocomplejo levantado en 1930 y cuyo desmantelamiento la compañía concluirá antes de 2030. Según sus autores, este espacio es “especialmente significativo”, dado que su petróleo “fue enviado a la Península como energía de la maquinaria militar fascista, y con la complicidad entre altos funcionarios y empresarios involucrados en la conspiración del Golpe de Estado de 1936″.

Eugenio Merino explica que en uno de los muros del centro cultural proyectarán un video expuesto en la Bienal de Lanzarote en marzo, en el que mostraban el hundimiento conmemorativo de la placa de bronce Monumento a la Oscuridad en el punto exacto en el que el régimen de Franco ahogó al poeta tinerfeño Domingo López Torres en febrero de 1937. En el otro muro, “como si de la primera piedra de un monumento se tratara”, la presidenta de la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas (municipio de Gran Canaria), Pino Sosa, pegará el cartel con la fotografía de su padre, José Sosa Déniz, asesinado en marzo de 1937. “A partir de ahí”, completa Merino, “otros familiares podrán ir pegando carteles hasta generar un monumento efímero”.

Esta parte de la instalación es clave para ambos artistas. “Será algo vivo en el que ellos mismos serán el monumento. Y concluyen. “Un contramonumento, a diferencia de los monumentos, no tiene intención de permanecer en el tiempo. El hecho de que desaparezca, además, constituye una metáfora para los desaparecidos y que persigue cuestionar además todos monumentos franquistas que perviven tanto en las islas como en Santa Cruz de Tenerife.

Visita de Francisco Franco a la refinería de Santa Cruz de Tenerife en 1950.
Visita de Francisco Franco a la refinería de Santa Cruz de Tenerife en 1950.FDAC
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Vestigios

Solo en Santa Cruz de Tenerife permanecen al menos 79 vestigios franquistas —monumentos, nombres de calles, escudos, o distinciones, entre otros.—, según recoge el catálogo de vestigios franquistas, que desarrolla las leyes de Memoria Histórica de 2007 y de Memoria Democrática de 2022; catálogo elaborado por el Ejecutivo regional siguiendo la norma autonómica aprobada en 2018. Entre ellos destaca, sobre todo, el llamado Monumento a Francisco Franco, ubicado desde 1966 en pleno centro de la ciudad y que es el último de cuantos quedan en España dedicado al dictador. Los responsables del Ayuntamiento (cuyo gobierno acaba de revalidar Coalición Canaria con el apoyo de Partido Popular) resisten demandas y presiones del anterior Ejecutivo regional. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias mantiene a su vez suspendido este catálogo por cuestiones de forma.

Es por ello que los dos artistas han traído esta instalación a la capital. “Todo está relacionado con la idea de origen. No en vano, Canarias es el lugar en el que se origina el golpe. De hecho, en los años 50, cuando Franco visita las islas, uno de los primeros puntos a los que acude es la propia refinería”, recuerda Morales.

Eugenio Merino ha copado titulares con varias de sus instalaciones y esculturas en los que echa mano de la figura del dictador. Es el autor de obras como autor de como Punching Franco —en la que se usaba la cabeza del dictador como saco de boxeo— y Always Franco, con el general reposaba dentro de una nevera de Coca-Cola. Estas dos obras le valieron una denuncia ante los tribunales de la Fundación Franco, la cual fue desestimada. En 2010,

Los artistas trataron, a su vez, de crear una segunda pieza a la instalación. Para ello, trataron de contratar una valla publicitaria con el siguiente mensaje. “El Golpe de Estado y la represión franquista dejaron entre 1.500 y 3.000 personas muertas o desaparecidas en Canarias, siendo el método del ahogamiento forzoso uno de los más comunes. Al menos 45 canarios fueron deportados a campos de concentración Nazis”. Añadían, a su vez, la geolocalización del punto en el que fue asesinado el poeta Domingo López Torres. Merino y Morales relatan que la primera de ellas, As Publicidad, rechazó el contrato “por motivos ideológicos”. Su director, Álvaro González de Aledo, explica que en sus soportes nunca han “utilizado contenido que pudiera tener connotaciones políticas, con independencia de ideales o colores políticos”.

Una segunda empresa, BC Publicidad, aceptó el contrato, pero les canceló el día anterior. Esta compañía, denuncian los artistas, sí había aceptado con anterioridad dos vallas de una asociación contraria a la ley de memoria histórica, en la que se reclamaba que se conservaba el monumento a Franco de la ciudad. “No solo han vulnerado el derecho de expresión, sino, sobre todo, el de creación, lo cual es un delito”. Fuentes de la dirección de la empresa sostienen que no aceptan encargos que no vengan firmados, “independientemente de la ideología política”. “Somos una empresa que quiere facturar: en la pasada campaña le alquilamos espacios a todos los partidos”, asegura.

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Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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