El PP permitirá que la reforma socialista de la ley del ‘solo sí es sí’ prospere “pese a la soberbia del PSOE”

El PSOE quiere impulsar urgencia a la tramitación de su proposición para reformar y aumentar algunas penas de la ley de libertad sexual, conocida como la ley de solo sí es sí, pero todavía no sabe con quién. Lo único que aclaró este lunes su portavoz parlamentario, Patxi López, fue que solo han negociado hasta ahora con su socio de coalición, Unidas Podemos, y que ahora lo harán con los aliados del bloque de investidura, pero nunca con el PP. El PP, sin embargo, obvia esos desplantes y se apresta a facilitar la reforma, por activa o por pasiva. Desde la dirección del PP se tomó nota del descarte de López, pero se adelantó que “no permitirán que la reforma no prospere” y puntualizan: “Pese a la soberbia del PSOE”.

La palabra que más han repetido este lunes los máximos dirigentes del PP ha sido “soberbia” para referirse a la actitud displicente mostrada por los responsables del PSOE al negarse siquiera a sentarse a negociar nada relacionado con la ley del solo sí es sí con ellos. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que convocó fuera de agenda una reunión en el Congreso con todos sus grupos parlamentarios, quiso incidir en esa línea de ataque cuando se sorprendió en su discurso en clave interna de que López les hubiera despreciado cuando el PSOE no tiene aún amarrados ningunos votos para sacar adelante esa norma excepto los propios.

El PP leerá y estudiará en detalle la proposición registrada en solitario este lunes por el PSOE y luego definirá su voto, tanto para admitirla este mismo martes a tramitación en la Mesa del Congreso como para considerar su impulso en la Cámara ya en el pleno de la semana que viene. El calendario se aprieta, porque el PSOE se ha puesto como objetivo que la reforma legal entre en vigor antes de que acabe febrero y para ello debe abrir un proceso de enmiendas, aprobarla en el Congreso y remitirla al Senado en apenas tres semanas. Lo que sí tiene claro el PP de Feijóo es que no dejará caer la nueva ley retocada por los socialistas: “Por nosotros no va a ser”, indican en la cúpula del partido. El PP podría votar a favor, y facilitar la ratificación de forma contundente y clara porque con el PSOE elevarían el marcador por encima de los 200 escaños, o abstenerse y dejar que los socialistas sufrieran el varapalo de sacar su proposición casi en solitario, dado que sigue sin estar claro no solo el sentido del voto de Unidas Podemos sino incluso de la mayoría de sus aliados habituales en el Parlamento.

La secretaria general y portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, respondió en Twitter a las declaraciones de López en su rueda de prensa en las que descartó cualquier contacto con el PP: “Qué mala es la soberbia. La lección os la están dando las ya más de 400 revisiones de sentencias y cada una de las víctimas. Un poco de humildad”.

El portavoz de la campaña del PP para las elecciones locales del 28 de mayo, Borja Sémper, acentuó ese mismo tipo de contestación tras la reunión del comité de dirección del partido con Feijóo: “El PSOE se empeña en no enmendar la soberbia que ha perjudicado a personas con nombres y apellidos. ¿En qué pozo de sectarismo está anclada la política española?”, se preguntó el popular. Y agregó que el PP estará ahora atento para que la nueva modificación que propone el PSOE “no sea una chapuza II” y se resuelva el gran problema que ha generado la norma vigente impulsada desde el Ministerio de Igualdad.

Feijóo no se manifestó en público. En el seno de la reunión interna con sus grupos parlamentarios solo se mostró sorprendido por la reacción airada de López. El líder del PP utilizó esa intervención a puerta cerrada y fuera de su agenda pública para rebajar algo la euforia desatada en el partido tras la convención de este fin de semana en Valencia. Feijóo señaló así claramente que el trabajo realizado hasta ahora había sido bueno, que las perspectivas eran positivas, pero también que “no hay nada ganado” con la meta de motivar a sus parlamentarios a seguir trabajando.