El diputado Elorza pone en jaque al PSE y a la política donostiarra
El exregidor de San Sebastián anuncia por sorpresa su decisión de aspirar a ser el candidato socialista a la alcaldía de su ciudad
Odón Elorza ha dado un aldabonazo a la política donostiarra que resuena a lo lejos. El diputado socialista por Gipuzkoa y exalcalde de San Sebastián ha decidido postularse como candidato del PSE-EE a la alcaldía de esta ciudad. Hace 11 años perdió la vara de mando y todo este tiempo se ha dedicado a tareas parlamentarias, aunque nunca, dice él, le ha perdido el pulso a la actualidad local. “San Sebastián por encima de todo”, suele comentar a sus allegados. Su deseo de regresar a la política municipal ha causado sorpresa y provocado un sobresalto en las filas de su partido. Los socialistas habían asumido que la actual portavoz en el Ayuntamiento, Marisol Garmendia, iba a encabezar el cartel electoral en 2023. Elorza ha trastocado todos estos planes oficiales: “Me he animado con la intención de abrir un debate entre la ciudadanía y entre la militancia. No estoy por la labor de generar crispación”, afirma en declaraciones a EL PAÍS.
La idea de presentarse a las primarias y disputarle la candidatura a Garmendia comenzó a rondarle hace “pocas semanas”. Decidió dar el paso y hacerlo oficial a finales de agosto. En una carta que ha remitido a los responsables de las tres agrupaciones socialistas de San Sebastián y a la militancia, Elorza expone que San Sebastián “necesita liderazgo y una idea clara de ciudad”. “Hay que devolver la ilusión a la ciudadanía donostiarra con un proyecto que aporte un nuevo impulso al Ayuntamiento para que la ciudad afronte los desafíos pendientes”, dice en el escrito que justifica su decisión de aspirar a ser de nuevo alcalde, cargo que desempeñó entre 1991 y 2011, hasta que el entonces aspirante de Bildu, Juan Carlos Izagirre, logró desbancarle ese año. Ahora que ha estado analizando “con más detalle” la actualidad municipal, cumplidos ya los 67 años, pretende demostrar que aún sigue teniendo tirón en una ciudad que gobierna el PNV en coalición con el PSE-EE desde 2015. Todas las encuestas dan una nueva victoria con holgura a los nacionalistas en los comicios de mayo del año que viene.
“Me preocupa que San Sebastián se mueva entre la autocomplacencia y la indecisión. Observo con tristeza”, asegura a este diario, “una falta notable en la toma de decisiones que están causando mucho daño a la ciudad. Hay una falta de liderazgo ante problemas como la vivienda pública, la movilidad, la emergencia climática, la regulación de la ola turística, la planificación de las políticas urbanísticas que frene la especulación o el parón que sufren las iniciativas culturales tras la fracasada gestión de la Capitalidad Cultural europea de 2016″.
Si Elorza logra más apoyos que Garmendia en las primarias que se resolverán a mediados de octubre, dejará en ese mismo momento el acta de diputado y se dedicará de lleno durante ocho meses a preparar el asalto a la alcaldía. Y asegura que, en el caso de salir elegido de nuevo regidor, renunciará al sueldo de este cargo y vivirá de la pensión que le corresponde por su cotización al régimen general de la Seguridad Social. “No busco nada; yo ya conseguí lo que aspiraba. Solo quiero enriquecer el debate en la ciudad y dinamizar mi partido, porque nosotros tampoco andamos sobrados de debate”, asegura.
Saca el billete de vuelta a San Sebastián y deja entrever que esta será su última legislatura en Madrid, donde llegó en 2011 y se instaló tras resultar reelegido en las tres convocatorias electorales sucesivas a la Cámara Baja. El espíritu crítico que ha desplegado durante toda esta etapa en el hemiciclo le ha supuesto llevar encima el sambenito de diputado rebelde y díscolo por saltarse en varias ocasiones la disciplina de su partido. “Yo entiendo la militancia como un ejercicio de crítica constructiva. Hay que ser creativo. En todas las reuniones del grupo parlamentario tengo por costumbre hablar, ofrecer mi punto de vista, incluso discrepar. Es la mayor aportación que hago a la democracia interna. Yo soy leal [al partido] de esta manera”, afirma.
Por no plegarse a las instrucciones del grupo socialista ha tenido que pagar cuatro multas, la última de 700 euros cuando en noviembre pasado se negó a apoyar la candidatura de Enrique Arnaldo al Tribunal Constitucional. Antes se había declarado insumiso cuando votó a favor de limitar el aforamiento de los cargos públicos, en el debate sobre la sucesión de la Corona y por su no a la investidura de Mariano Rajoy. En otras ocasiones, ha acatado las directrices a regañadientes. Elorza se expresó así durante la polémica que suscitó su disidencia con los nombramientos al Constitucional: “La disciplina de partido te obliga a asumir situaciones difíciles, a tener muchas tragaderas. Pero hay momentos en que tienes que ser tú mismo, en los que la conciencia te tiene que pesar. Si tienes 30 años y quieres hacer carrera, igual te pliegas. Yo ya llevo muchos años, aunque tampoco actué nunca así”.
El diputado socialista ha trastocado ahora los planes que la jefatura tenía para afrontar la carrera electoral en San Sebastián. Todas las miradas estaban puestas en Marisol Garmendia hasta que aquel ha optado por plantarle batalla a su antigua colaboradora. Los dirigentes se mantienen al margen, evitan en público expresar sus preferencias y niegan que Elorza haya generado tensiones internas. En este coro de declaraciones comedidas solo ha desafinado la voz de Garmendia: “Yo no hago política vintage. Cada uno tiene su tiempo y ahora me toca a mí”, dijo tras conocer las intenciones del exalcalde. Ella, de 58 años y licenciada en Periodismo, quiere ser “la primera mujer socialista donostiarra que sea alcaldesa de San Sebastián”. Elorza asegura que si sale elegido candidato del PSE incluirá “sin ninguna duda” a Garmendia en su lista electoral porque “es una persona muy valiosa”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.