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PSOE y Unidas Podemos apuran hasta el final la negociación del decreto anticrisis

El Consejo de Ministros arranca con normalidad. El cheque a los trabajadores más vulnerables era el punto más complejo de cerrar

Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón escuchaban el lunes a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.
Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón escuchaban el lunes a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.Andrea Comas
Carlos E. Cué

Las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos, ya con mucha trayectoria, empiezan a tener su propia liturgia. Se fija una fecha decisiva ―en este caso, el de la aprobación del decreto de medidas económicas, el Consejo de Ministros de este sábado― y los días anteriores la tensión va creciendo hasta que finalmente el acuerdo se desbloquea, normalmente entre los dos líderes: Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. La reunión extraordinaria del Gobierno ―para aprobar el nuevo paquete de ayudas para combatir la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania― ha comenzado a las 10.00 con normalidad, después de una noche intensa de negociaciones. Lo habitual es que Sánchez y Díaz cierren el acuerdo en el último momento. Es lo que pasó en los últimos Presupuestos, que se desbloquearon el 6 de octubre de 2021 en el despacho del presidente, en la primera planta del edificio noble de La Moncloa, mientras los ministros esperaban abajo a que ambos dirigentes resolvieran para empezar el consejo.

Los equipos negociadores han multiplicado en los últimos días los contactos y la tensión, sobre todo en la cita del jueves, que acabó con un gran desacuerdo y un ambiente muy diferente a la del martes, cuando las cosas parecían estar encauzadas, según fuentes del Ejecutivo. En la tarde de este viernes la negociación entre los dos grupos seguía con dificultades. El sector socialista era el que transmitía más optimismo y la convicción absoluta de que finalmente habrá un acuerdo. “Mañana va a haber decreto”, dijo el propio Sánchez desde Bruselas en un mensaje interno muy claro a Unidas Podemos de que el PSOE seguirá adelante pase lo que pase. Sánchez avanzó, además, que el decreto estará vigente hasta el 31 de diciembre, tres meses más de lo previsto, una novedad muy relevante, informa Manuel V. Gómez.

El grupo de Yolanda Díaz insistía en que para pactar el decreto era imprescindible que el PSOE aceptara algunas medidas clave, en especial el cheque para los trabajadores con menos ingresos, similar al que han puesto en marcha países como Francia e Italia, como forma de compensarles por la inflación. En Francia se dio 100 euros a todos los que ganaran menos de 2.000 al mes. En Italia, 200 euros a los que ganasen menos de 35.000 al año. El Reino Unido acaba de anunciar un pago de 326 libras (380 euros) a ocho millones de trabajadores con ingresos bajos. Alemania directamente ha pagado una ayuda de 300 euros en forma de desgravación a todos los ciudadanos, no solo a los de rentas bajas. Unidas Podemos planteaba 300 euros a todos los que estén por debajo de 1.000 euros, el salario mínimo, unos cuatro millones de beneficiarios, pero en la negociación esa cantidad podría variar y ajustarse más a los modelos francés o italiano, más bajos. Se trata de una ayuda pensada para trabajadores que tienen bajos ingresos pero no tan bajos como para cobrar el ingreso mínimo vital.

La negociación nunca descartó del todo el cheque, aunque los socialistas planteaban dudas técnicas. Ellos prefieren medidas más generales, que afecten también a las clases medias, como la bajada del IVA de la luz al 5% que anunció Sánchez el miércoles en el Congreso y que estará en este decreto, lo que convertirá a España, recuerda el Ejecutivo, en el país de Europa con el IVA de la luz más bajo. Todas las medidas fiscales que iban en el anterior decreto se prorrogarán, lo que supone de nuevo consolidar una importante bajada de impuestos. Y también se prorrogarán las ayudas a los transportistas, ganaderos, agricultores o pescadores que marcaron el anterior texto. En cualquier caso, la negociación se lleva con un enorme secretismo por parte de La Moncloa y el Ministerio de Hacienda, con María Jesús Montero al frente de esta compleja operación política y económica por parte del PSOE, y Joaquín Pérez Rey (secretario de Estado de Empleo) y Joan Vendrell (jefe de Gabinete de Díaz) por Unidas Podemos.

Si finalmente no se aprobaba el cheque, el acuerdo final era difícil, pero ambos grupos tienen mucha tradición de llegar al límite y finalmente encontrar una salida. Cualquier otra alternativa implicaría una ruptura del Gobierno, que ninguno de los dos sectores parece desear y menos en un momento en el que después del fiasco de las elecciones andaluzas, donde ambos tuvieron malos resultados ―bastante peor el de Unidas Podemos―, los mensajes que traslada el Ejecutivo van en la línea contraria, esto es, que hay que reforzar la coalición y avanzar en la agenda legislativa para recuperar impulso y poner el foco en la gestión del Gobierno y no en los asuntos que marca la oposición.

Abono transporte y los 20 céntimos del combustible

Lo que sí parece más sencillo de aceptar para los socialistas es la ayuda para reducir el abono transporte, como forma de compensar la inflación y facilitar el uso de transporte público frente al coche, más contaminante y mucho más caro ahora con la subida de la gasolina. Los 20 céntimos de ayuda para los combustibles se mantendrán. Lo que estaba en discusión también es un impuesto para las eléctricas y petroleras. El Gobierno trabajaba en varias ideas sobre los beneficios extra de estas compañías que en algunos casos los han triplicado gracias a la subida del coste de la energía que está destrozando los bolsillos de los trabajadores. El propio Sánchez apuntó en esa línea en la rueda de prensa en Bruselas. “Sabemos para quién gobernamos, para las familias que están sufriendo la crisis. Y sabemos que algunos sectores quieren mantener sus privilegios y su status quo”, insistió Sánchez en clara referencia a las energéticas.

La negociación se ha complicado mucho en los últimos días. Al PSOE le molestó que Díaz aireara sus medidas en un hilo de Twitter el lunes y después las repitiera en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, dejando así claras las discrepancias y la paternidad de esas iniciativas si finalmente se aprueban. Los socialistas se quejan de que Unidas Podemos trata sistemáticamente de dejarles como los más conservadores, cuando se ven como un partido socialdemócrata de los más progresistas de Europa, que ha llevado adelante políticas de refuerzo del estado del bienestar y de protección de los trabajadores especialmente durante la pandemia. Por el contrario, en Unidas Podemos también inquieta que el PSOE no se anime a medidas más fuertes en una situación muy delicada para los ciudadanos y también políticamente sensible, cuando el Gobierno necesita recuperar el pulso. El equipo económico del PSOE siempre plantea que hay que pensar en el déficit y en la deuda a la hora de tomar medidas. Será el propio Sánchez el que anuncie las medidas acordadas cuando acabe el Consejo de Ministros.

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