Los barones del PP que no gobiernan cierran filas en torno a Feijóo

Hace 32 años el centroderecha español se unió en torno a las siglas del Partido Popular en un congreso celebrado en Sevilla en el que José María Aznar recogió el testigo del hasta entonces gran patrón de la derecha, Manuel Fraga. “Centrados por la libertad” fue el lema de los populares de hace tres décadas. “Lo haremos bien”, proclaman hoy. El PP pretende crear un cordón umbilical entre esa etapa inicial de refundación con esta que comienza ahora con Alberto Núñez Feijóo de presidente. En un congreso extraordinario sin ponencia política y diseñado para tapar la hemorragia por el descabezamiento en un pispás de la cúpula del PP y del tándem Pablo Casado-Teodoro García Egea, los presidentes del PP sin sillón en los gobiernos autonómicos se conjuraron para empezar de nuevo el camino para intentar llegar a La Moncloa.

El llamamiento a la unidad interna después de la crisis de liderazgo, pero también la reivindicación de la pluralidad y de las distintas sensibilidades que aglutina el partido, han sido lugares comunes en los discursos de todos los líderes regionales. Este es el primer congreso del PP en el que todos sus presidentes territoriales han tomado la palabra. Sus intervenciones se han dividido en dos tandas. Todos han alabado la figura y la generosidad de Feijóo por presentarse como candidato a la presidencia de la formación y han puesto en valor la experiencia de gestión del presidente gallego como la mejor arma para desbancar a Pedro Sánchez de La Moncloa. El jefe del Gobierno ha sido la diana de todas las críticas de los distintos dirigentes.

“Este congreso es una lección de compromiso, de responsabilidad y de unidad. El PP ha demostrado que ante cualquier adversidad somos absolutamente imparables, imbatibles cuando estamos unidos. A lo largo de la historia hemos construido una casa común, una familia unida”, ha destacado Ana Beltrán, presidenta del PP de Navarra, la única que ha reconocido la labor de Pablo Casado al frente de la formación. “Quiero agradecer a Casado el trabajo incansable en estos años y la sensibilidad hacia Navarra”. No en vano, ella fue de las últimas baronesas en sumarse a su destitución.

Su homóloga en Baleares, Margarita Prohens, también ha defendido la pluralidad dentro de la formación. “Creo en un proyecto de amplias mayorías, la pluralidad es riqueza”. Ella ha sido, junto con Beltrán, Carlos Mazón, el presidente de los populares valencianos, y María José Sáenz de Buruaga, presidenta del partido en Cantabria, de los más beligerantes con Sánchez y sus respectivos gobiernos autonómicos. “En Baleares tenemos a la alumna más aventajada del sanchismo, esa izquierda que no iba a dejar a nadie atrás y que no permite que nadie salga adelante”, ha deslizado en referencia a la presidente autonómica, Francina Armengol.

Mazón, por su parte, no ha ahorrado críticas al Gobierno tripartito valenciano de Ximo Puig, cuya gestión ha calificado de “castigo”. También ha atacado a Sánchez por el retraso en las grandes infraestructuras en su comunidad, como el corredor ferroviario. “Las políticas de izquierdas suponen una pérdida de oportunidades”, ha insistido en su ataque a Sánchez la cántabra Sáenz de Buruaga, muy dura con el presidente de su comunidad, Miguel Ángel Revilla.

El vasco Carlos Iturgaiz también se ha empleado a fondo en los ataques a Sánchez por su connivencia con los partidos nacionalistas, algo que también le ha afeado su homóloga navarra. Iturgaiz ha señalado que el líder del PSOE está “despeñando” a España. “Es un presidente sin escrúpulos” por pactar con los independentistas catalanes y con Bildu, ha dicho. “Las siglas del PP en el País Vasco significan defender muchas cosas: la defensa de la Constitución, las libertades, la Monarquía, significa defender nuestra amada España”, ha proclamado el dirigente popular, que ha denunciado la existencia de un “nacionalismo obligatorio” en Euskadi.

El expresidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha hecho alusión a la carta enviada por Sánchez al rey de Marruecos sobre el Sáhara. “Sánchez se lo ha cargado todo, solo faltaba el Sáhara”, se ha quejado. Ha reclamado una “atención especial” para la ciudad autónoma y ha expresado sus dudas sobre si esa nueva relación va a suponer la apertura de la aduana o mayor control del tránsito de menores no acompañados. Según él, el PP es “es el único partido que tiene clara” la soberanía española de Ceuta y Melilla.

Los líderes del PP que no gobiernan en sus territorios han alabado la gestión del partido cuando ha estado al frente del Gobierno de España —“Nuestra sociedad necesita partidos políticos capaces de afrontar los retos con solvencia y lo hemos hecho cuando hemos gobernado y donde gobernamos”, ha señalado la líder de los populares en Asturias, Teresa Mallada― y han destacado la tarea de los compañeros que lideran Ejecutivos autónomos en estos momentos.

Desde Aragón, su presidente provincial y alcalde de Zaragoza, José Azcón, se ha proclamado “fan de Juanma [Moreno]” por presidir una comunidad “donde se hacen bien las cosas”. Azcón ha destacado la necesidad de escuchar las demandas de los ciudadanos desde el municipalismo, al tiempo que ha aprovechado para vender el proyecto de celebrar los Juegos Olímpicos conjuntamente con Cataluña en 2030, pero en igualdad de condiciones con esta comunidad.

Feijóo y sus cuatro mayorías absolutas en Galicia han estado presentes en todas las intervenciones. Desde el público, el futuro presidente popular reaccionaba en el inicio del congreso extraordinario un tanto abrumado y con rictus hierático ante los halagos. Sáenz de Buruaga ha destacado su “experiencia, solvencia, madurez, certeza y seguridad”, unas palabras que han compartido otros de sus compañeros. Algunos, como el presidente del PP de Canarias, Manuel Domínguez, ya le han lanzado peticiones para cuando gobierne: “Le pedimos que no nos den un trato de favor, vamos a pedirle que nos coloquen en el mismo lugar que los demás para tener las mismas oportunidades”.

Principios populares

Los principios liberales del PP tampoco se han obviado en los discursos, sobre todo para contraponerlos a la gestión de Sánchez. “Somos la alternativa al socialismo, a Pedro Sánchez, el partido que más se parece a España, el partido de las personas y de la libertad, el que más confía en España”, ha resumido el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Francisco Núñez.

El catalán Alejandro Fernández también ha profundizado en los valores populares. Ha asegurado que España se encuentra en una encrucijada muy parecida a cuando Rajoy accedió al poder en plena crisis económica y ha subrayado que él procede del lugar “donde es más difícil ser del PP”. La nota nostálgica la han puesto los dirigentes populares más veteranos, el presidente del PP en Extremadura, José Antonio Monago, y el de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, presentes hace 32 años en el congreso de la refundación del partido en Sevilla. “Esto es un templo de la política para el PP porque hace 32 años se mostró una pauta importante de lo que luego pasó en España”, ha señalado Monago, que ha reclamado “independencia” para Feijóo, para que pueda “mirarle a los 11 millones de españoles”, que ha dicho que es el objetivo electoral del PP. “Independencia, moderación y centralidad, son los tres ingredientes en los que se asienta este proyecto”.