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Iglesias presiona para consolidar el bloque de la investidura y dejar fuera de los Presupuestos a Ciudadanos

El vicepresidente segundo y Calvo rivalizan en reuniones con portavoces y muestran las diferentes preferencias del PSOE y de Unidas Podemos

Carlos E. Cué
Pablo Iglesias, junto a Mertxe Aizpurua y Oskar Matute este miércoles durante su reunión.
Pablo Iglesias, junto a Mertxe Aizpurua y Oskar Matute este miércoles durante su reunión.Europa Press

Pablo Iglesias refuerza tanto en privado como en público el pulso que mantiene con La Moncloa para dejar fuera a Ciudadanos del pacto de Presupuestos. No es solo una cuestión de diferencias ideológicas, explican en Unidas Podemos, es algo más de fondo: Iglesias quiere cerrar la puerta a lo que en su grupo llaman la “operación salvar a Ciudadanos” que consistiría en reforzar al partido de Inés Arrimadas para que el PSOE pueda tener en el futuro dos opciones para gobernar, a su izquierda como ahora y a su derecha si el grupo liberal se reforzara. Iglesias quiere anclar al PSOE en la izquierda para lograr que esa sea la única opción de gobernabilidad —como es ahora― y así forzar que el Gobierno progresista y las políticas de este corte duren varias legislaturas incluso aunque Unidas Podemos vaya perdiendo algo de fuerza.

El vicepresidente segundo ha dejado muy clara su estrategia y este miércoles ha dado un paso más en esa línea, al reunirse con ERC y EH Bildu, dos socios clave del bloque de la legislatura y tal vez los más incómodos para el PSOE. Iglesias ha rivalizado con otra ronda de reuniones, la de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que también este miércoles se ha visto con ERC, de tal modo que su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, hizo doblete con los dos partidos del Gobierno en el mismo día.

La propia elección de interlocutores demuestra las diferencias que hay sobre este asunto en el Gobierno: Calvo empezó la ronda con el PP, este miércoles ha seguido con ERC, así como Junts per Catalunya y PDeCAT, que podrían dividir su voto, un asunto que abre el juego, con cuatro escaños, para la búsqueda de una mayoría que apoye los Presupuestos. Laura Borràs, portavoz de Junts, que acudió al encuentro con Calvo con el líder de los diputados del PDeCAT, Ferran Bel, señaló después que están abiertos a negociar las cuentas y que “la unidad de JxCat y PDeCAT está garantizada". Sin embargo, todas las señales indican que el PDeCAT tiene más voluntad negociadora que Junts, cuyo líder es el expresident Carles Puigdemont.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez  y la vicepresidenta, Carmen Calvo junto al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en el pleno del Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta, Carmen Calvo junto al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en el pleno del Congreso.Emilio Naranjo (EFE)

La vicepresidenta primera se verá este jueves con Ciudadanos, algo que Iglesias no contempla, lo que deja claras sus diferencias. Unidas Podemos marca así de nuevo el terreno de juego y se aferra a lo que pactaron el propio Iglesias y Pedro Sánchez: primero se intentará el pacto con el bloque de investidura, ERC y Bildu incluidos, y después, solo si todo falla, se buscará a Ciudadanos. La propia Calvo se verá la semana que viene con Bildu, una decisión de fondo para el PSOE, que no había dado el salto de negociar nada menos que los Presupuestos con este grupo. Una muestra más de que las cosas están girando en las últimas semanas.

El movimiento de Iglesias ha logrado cambiar el ambiente político que se respira en los pasillos del Congreso. Si hace unas semanas prácticamente todo el entorno del Gobierno daba por hecho que los Presupuestos se aprobarían con Ciudadanos, aunque a algunos sectores del PSOE no les convencía esta opción, ahora ha revivido la posibilidad de que se recupere el bloque de la investidura y sean ellos los que aprueben las cuentas.

Algunos socialistas incluso creen que es posible la cuadratura del círculo: sacar los Presupuestos con el bloque de la investidura pero también con el apoyo de Ciudadanos. Los que sostienen esta tesis creen que el grupo de Arrimadas ha tomado una opción estratégica de fondo de negociar con el PSOE para recuperar espacio político, al ver que se estaba hundiendo en las encuestas, y sostienen que necesitan estar en ese acuerdo y lograr medidas específicas que puedan ofrecer a sus votantes frente al PP y Vox, en la oposición total. Esta tesis, bastante extendida, señala que va a ser muy difícil oponerse a unos Presupuestos muy expansivos, gracias al fondo de recuperación europeo, que recuperarán proyectos que muchos grupos reclaman hace años y servirán para revitalizar la economía.

Ese ambiente nuevo de recuperación del bloque de la investidura, que quedó maltrecho por los votos en contra de ERC a las prórrogas del Estado de alarma, se refuerza con la presión de varios grupos además de Unidas Podemos, en especial Bildu, para que el PSOE mire a esa opción. Mertxe Azipurua, portavoz de Bildu, lo dejó muy claro después verse con Iglesias. Para ella también se está jugando ahora algo más de fondo que los Presupuestos, y esto es si la gobernabilidad del futuro pasa por este bloque progresista heterogéneo con el PSOE y Unidas Podemos en el Gobierno, o por un acercamiento a Ciudadanos. “Estamos convencidas de que las decisiones que se adopten ahora van a determinar el futuro de varias décadas. Tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de este Estado. Esto es más que unos meros Presupuestos, que deberían sustentarse en el bloque de partidos que apoyó la investidura. Los números dan. Hay dos opciones, contar con la derecha o ir al bloque de la investidura. Acordar con Ciudadanos supone asumir políticas neoliberales”.

La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y el portavoz adjunto, Oskar Matute, tras reunirse con Iglesias
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y el portavoz adjunto, Oskar Matute, tras reunirse con Iglesias Ricardo Rubio (Europa Press)

Aizpurua niega que su partido esté condicionando el apoyo al acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. “Esto no es presos por Presupuestos”, ha dicho. El acercamiento de presos es un asunto sensible, aunque es lo que determina la ley y muchos en el Gobierno lo ven plenamente justificado 11 años después del último atentado de ETA y dos de su disolución. Pero lo que no ve claro el Ejecutivo es hacer un acercamiento en bloque como el que hizo el Gobierno de José María Aznar en 1999, por ejemplo, cuando Jaime Mayor Oreja acercó de golpe 105 presos en plena negociación de una tregua con ETA.

Oskar Matute, diputado de Bildu, ha rematado que ellos están centrados en negociar cuestiones como “el desmontaje de la reforma laboral del PP”. Iglesias les explicó que el Gobierno se ha comprometido de momento a “recuperar la ultractividad de los convenios” ―que se mantenga su vigencia mientras no se pacte uno nuevo, una forma de presión muy útil de los trabajadores que desapareció con la reforma de 2012— o “que desaparezca la prevalencia del convenio de empresa”, pero Bildu quiere más cosas.

En cualquier caso la negociación dentro del bloque de investidura parece abrirse paso poco a poco, con la desconfianza de muchos dirigentes socialistas en las posibilidades de que ERC pueda finalmente dar la espantada en el último momento. Si no es así y ERC decide consolidar el bloque de investidura, Unidas Podemos estará mucho más tranquila, pero también un sector importante del PSOE respirará, porque la opción de Ciudadanos, que tiene muchos defensores en La Moncloa, también genera resistencias importantes entre los socialistas.

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