Sánchez buscará el apoyo de Cs a los Presupuestos pese al rechazo de Iglesias

El fondo europeo de reconstrucción aprobado en Bruselas necesita el soporte de unos Presupuestos anticrisis. La Moncloa pretende aprobar unas cuentas públicas para 2021 que consigan esquivar los recortes gracias al dinero de la UE, pero se ve obligada a recomponer sus alianzas. Ciudadanos es una de las prioridades: Hacienda explicó este jueves que el Ejecutivo aspira a ampliar su base de apoyos, a pesar del rechazo del vicepresidente Pablo Iglesias, que ve imposible un pacto presupuestario con el partido de Inés Arrimadas. Los estragos de la covid-19 y la crisis económica que se avecina serán los argumentos de Sánchez para buscar el consenso.

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Montero atribuyó el rechazo de Iglesias a Cs a que el vicepresidente lo hizo en la escuela de verano de El Escorial, hablando más como líder de Podemos que como vicepresidente del Gobierno. Hace unos días, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Iglesias asumió que el PSOE pueda pactar con Ciudadanos, aunque a renglón seguido dejó claro que Podemos prefiere otros socios para sacar adelante las cuentas (los de la mayoría de la investidura) y que no cree que al final ese acuerdo cristalice. En El Escorial, en cambio, dejó fuera ese matiz y apuntó que ve “incompatibles” unos Presupuestos apoyados por Podemos y a la vez por Ciudadanos y PP

La aprobación de las cuentas públicas es ahora la prioridad absoluta del jefe del Ejecutivo, aseguran fuentes gubernamentales. Aunque para ello haya que mirar para otro lado y restar importancia a los juicios de Iglesias sobre con quién se pueden pactar. Esa es a día de hoy la actitud del PSOE, que no comparte el rechazo de Iglesias a la hora de buscar apoyos en Cs —o incluso en el PP— para sacar adelante las cuentas de 2021, según las mismas fuentes. Iglesias se niega en redondo a buscar acuerdos con Cs y el PP, pero la ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró este jueves que no ve “incompatibilidades” insuperables. No hay “vetos” ni con el partido de Arrimadas ni con ningún otro. “Invito a todos a sentarse a la mesa, incluido el PP, porque me parece fundamental que todos puedan aportar sus opiniones para aprobar las Cuentas”, dijo en RNE. “Todos aportan, nadie sobra, quiero que todos se sientan llamados. Solo quedará fuera el que se autoexcluya”, añadió.

Cs ha dado un cierto giro en las últimas semanas, y ha pasado a una actitud más constructiva después de defender en la pasada campaña electoral bajadas generalizadas en todos los impuestos. Para el PP, esa es una línea roja que no se ha movido ni un centímetro. El PSOE y Podemos, en cambio, han puesto sobre la mesa una tasa digital, una segunda tasa sobre las transacciones financieras y en su acuerdo de coalición figuran otras alzas fiscales.

De momento no ha habido discrepancias en temas medulares que afecten a las cuentas públicas entre los dos socios de la coalición de Gobierno, aseguran en fuentes gubernamentales. Y los socialistas creen que esa sintonía permitirá solventar cualquier desacuerdo. En Europa han conseguido pactar conservadores, ultraconservadores, liberales y socialdemócratas, por lo que Unidas Podemos debe considerar esa nueva realidad que ha traído la emergencia sanitaria, social y económica, señalan fuentes socialistas. “No comparto que se pongan líneas rojas a nadie”, subrayó Montero en clara alusión a Iglesias.

“Grandes pactos”

Los acuerdos de coalición son la base de partida, pero las cuentas del Estado diferirán en algunos aspectos de ese pacto firmado en enero. La idea inicial de Sánchez era hacer posibles los Presupuestos con los partidos nacionalistas y de la izquierda que apoyaron la investidura. Pero eso ha cambiado. El Ejecutivo hará un llamamiento general para buscar el máximo consenso —como ya hizo con los pactos de reconstrucción, con magros resultados—, aunque algunos de los anteriores socios se queden en el camino y se sondeen otras alianzas. “Estamos en un momento excepcional, inédito, que nos tiene que obligar a todos a olvidarnos de las diferencias para atender a los retos que tenemos por delante. Se trata de una pandemia con unas consecuencias económicas devastadoras, es el momento de grandes pactos”, insistió Montero.

Aun así, la ministra intentó restar importancia al veto de Iglesias al explicar que sus declaraciones se hicieron en un entorno que nada tiene que ver con el parlamentarismo: “Lo dijo en una escuela de verano. Es normal que se expresen opiniones personales, pero el vicepresidente sabe que estamos en un momento singular. Hay que hablar con todos los partidos”, zanjó.

Los plazos de los Presupuestos ya están en marcha: el Ejecutivo ha dado ya los primeros pasos y Hacienda diseñará a lo largo del mes de agosto el esqueleto de las cuentas, que incorporarán los fondos europeos. El proyecto estará listo “a finales de septiembre o principios de octubre”, según la ministra portavoz. Hasta entonces queda un trimestre para pactar los apoyos en el Congreso. Sánchez quiere dejar atrás los presupuestos que diseñó Cristóbal Montoro en 2018: aquel año, la economía española creció el 2,5%; este año, el PIB podría caer hasta un 15%, según el Banco de España, y el déficit público se irá por encima del 100% del PIB.