Tres magistrados del tribunal del ‘procés’ revisarán la condena de inhabilitación de Torra el 17 de septiembre

Tres magistrados que juzgaron el procés formarán también parte de la sala que revisará el 17 de septiembre el recurso de Quim Torra contra la sentencia que lo inhabilitó durante un año y medio por desobediencia. Después de que la Sala de lo Penal aceptara este miércoles la abstención del magistrado que había sido designado ponente del recurso, Miguel Colmenero, el tribunal encargó este jueves la redacción de la sentencia a Juan Ramón Berdugo y notificó quiénes le acompañarán: los magistrados Andrés Martínez Arrieta, que ejercerá como presidente, Antonio del Moral, Vicente Magro y Susana Polo. Tanto Berdugo como Martínez Arrieta y Del Moral formaron también parte del tribunal que juzgó y condenó en octubre pasado a Oriol Junqueras y otros 11 líderes independentistas por el desafío secesionista del otoño de 2017.

En la vista publica del 17 de septiembre solo estarán presentes las acusaciones y las defensas y, en principio, no tiene que comparecer el presidente de la Generalitat. Según las fuentes consultadas, se prevé breve y cuando termine el caso quedaría vista para sentencia. Los magistrados tienen que decidir si confirman la condena de inhabilitación que impuso a Torra el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por negarse a retirar del balcón de la Generalitat, durante la campaña electoral, una pancarta de apoyo a los políticos presos.

El presidente ha intentado ralentizar la revisión de su recurso mediante la recusación de 11 de los 13 magistrados de la Sala de lo Penal. Según Torra, ninguno de ellos era imparcial para deliberar sobre su caso porque todos habían participado en decisiones relacionadas con la causa del procés. Pero la sala que preside Manuel Marchena ha rechazado los argumentos del presidente catalán, lo que ha permitido fijar como definitiva la fecha del 17 de septiembre que el Supremo ya había avanzado como la más probable para celebrar la vista.

La decisión sobre la inhabilitación de Torra es clave para la política catalana, pendiente de que el presidente convoque las elecciones que anunció en enero para cuando se aprobasen los presupuestos de la Generalitat. Las cuentas tuvieron luz verde en abril pero con la llegada de la crisis del coronavirus la promesa quedó congelada. Tanto los republicanos como la oposición le insisten en que las convoque o que al menos aclare qué piensa hacer, pero Torra, por ahora, no ha movido ficha.