Jóvenes inquietas
Victoria Federica de Todos los Santos, hija de la infanta Elena y de Jaime de Marichalar, hermana de Froilán, nieta de Juan Carlos I y sobrina de Felipe VI, se queja a menudo de que la imagen que se difunde de ella no es la verdadera. A fin de demostrarlo, se ha dejado fotografiar para la revista Elle. Ahora sí podemos los españoles darnos una idea de la dimensión de sus verdaderas inquietudes, que son, asegura ella, las de cualquier chica de su edad. Pues ya está, querida Victoria Federica de Todos los Santos, ya sabemos cómo eres de verdad, mil gracias por aclarárnoslo. Pero por si no bastara para que nos hiciéramos cargo de su compleja personalidad, en las páginas del interior de la revista se declara católica ferviente, a la par que apasionada de la tauromaquia y el flamenco, como cualquier joven española de 21 años. Por cierto, que acababa de llegar, como es lógico, de la Semana de la Moda de París (durante la cual se tomó la fotografía de esta página).
Prestamos poca atención a estas confesiones tan desgarradoras de nuestras jóvenes. Yo mismo, cuando tropiezo en la consulta del dentista con noticias de esta envergadura, me pregunto si no me he ido quedando poco a poco, de manera insensible, fuera de la realidad. De hecho, si me preguntaran en cuántas ocasiones he acudido a la Semana de la Moda de París, tendría que responder que una o ninguna, lo mismo que aquel que declaraba las veces que había visitado Nueva York. Por suerte, las jóvenes inquietas como Victoria Federica de Todos los Santos (y aún no he llegado al apellido) nos interpelan, nos sacuden, nos alientan a que nos pongamos al día.
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