Guía para disfrutar de seis fiestas almadieras en el Pirineo de abril a julio
En las próximas semanas, los ríos Segre, Gállego, Esca, Aragón Subordán, Cinca y Noguera Pallaresa serán escenario de los descensos con nabatas construidas con decenas de troncos y gobernadas sobre las aguas bravas con las mismas técnicas de hace siglos

Hay constancia de que, al menos, desde el siglo XV los ríos que bajaban de los altos valles del Pirineo, a un lado y otro de la frontera entre España y Francia, se usaban para transportar los troncos de haya, pino, abeto, roble y otras especies para alimentar la industria maderera, en general, y la construcción de barcos, en particular. Se formaban balsas de más de veinte metros de longitud (llamadas almadías en Navarra, nabatas en Aragón y rais en Cataluña) con los troncos unidos con cuerdas vegetales de sarga (berdugos), sobre las que los almadieros navegaban desde las tierras altas hasta el Ebro y de allí a Tortosa, en Tarragona, donde vendían la madera a los astilleros. El descenso podía durar una semana, era peligroso, pero estaba bien pagado. Después, los almadieros volvían a casa andando, a veces con los bolsillos vacíos, tras gastarse el dinero en las numerosas tentaciones que ofrecía el camino de regreso. A mediados del siglo pasado, la construcción de embalses y la mejora de las comunicaciones acabaron con este trasiego.
En las próximas semanas, los ríos Esca, en Navarra; Aragón Subordán y Cinca, en Huesca; Gállego, en Huesca y Zaragoza, y Noguera Pallaresa y Segre, en Lleida, serán escenario de recreaciones de estos descensos con almadías construidas y gobernadas sobre las aguas bravas con las mismas técnicas de antaño. Aquí va una guía con las fechas, los horarios, los recorridos y los mejores sitios para ver esta fiesta, declarada patrimonio inmaterial por la Unesco en 2022, en cada uno de los ríos.
Río Segre (Coll de Nargó, Lleida): 19 de abril
Si este año el río tiene abundante agua, la salida de los rais se hará desde Organyà, algo más arriba del puente colgante que une las dos orillas del Segre. Por el contrario, si el caudal va justo las almadías se echarán al agua a la altura de Fígols. En ambos casos, el descenso terminará aproximadamente un kilómetro antes del puente d’Espia. El mejor sitio para ver el paso de las balsas es la playa fluvial del Segre, porque desde allí se alcanza a ver todo el recorrido y porque en esa zona el agua va muy rápida. Tiene fácil acceso desde la carretera. Está previsto que hacia las 13.00 bajen dos rais formados por tres tramos o secciones cada uno con 60 troncos de pino en total. Después habrá una comida popular (12 euros por persona), música y juegos tradicionales. Desde el sábado 12 de abril, quienes estén interesados pueden acudir a ver cómo se construyen las almadías. También se puede visitar en Coll de Nargó el museo que recoge la historia de este antiguo oficio documentado desde el siglo XV. La última almadía partió Segre abajo en 1932.
Río Gállego (Murillo de Gállego, Zaragoza): 20 de abril

Vestidos con abarcas, peducos (calcetines de lana gruesa y recia), pantalones cortos de pana y equipados con un kit de supervivencia, porque el río Gállego es peligroso y en algunas zonas alcanza más de cuatro metros de profundidad, los vecinos de Biscarrués harán bajar este año, a partir de las once de la mañana, dos nabatas de unos 5.000 kilos desde el puente de Murillo, sobre la carretera A132, hasta el puente de Hierro de Santa Eulalia. La salida y la llegada son los mejores lugares para disfrutar del espectáculo. Entre medias, el río se encajona y hace dos curvas de 90 grados que pondrán a prueba el temple de los almadieros, pero estos rincones son difíciles de alcanzar a pie para quien no conozca bien la zona. Desde el embalse de La Peña, río arriba, dejarán salir agua o la cortarán según esté el cauce para favorecer la navegación de los troncos; 30 o 40 metros cúbicos de caudal por segundo son suficientes para que las almadías floten adecuadamente. La construcción de embalses, como el de La Peña en 1904, y la llegada del ferrocarril acabaron con el tráfico fluvial maderero en este río.
Río Esca (Burgui, Navarra): 3 de mayo
Burgui, una pequeña población del valle del Roncal (Navarra), vivirá el próximo 3 de mayo una fiesta que conviene no perderse, y no solo por el descenso de las almadías. La bajada comenzará a las once de la mañana debajo del polígono industrial de Burgui y se prolongará durante una hora y media, aproximadamente, hasta alcanzar el puente medieval. El momento más esperado es el salto de la presa, cuando los almadieros se enfrenten a ella. Este año se echan al agua dos almadías de unos 24 metros de largo. Cada una estará formada por cuatro tramos unidos construidos con 80 troncos de pino y abeto de los valles roncaleses.

Después, se celebrará en la plaza del pueblo la apertura del primer queso del Roncal de la temporada —se podrá comprar queso a unos 20 euros el kilo—, habrá repique de campanas ofrecido por campaneros de Navarra y se bailará el ttun-ttun, danza tradicional del valle acompañada de txistu y tamboril. En la orilla del río se hará una representación del antiguo oficio de lavandera. Y, para quien quiera visitarlo, el Museo de la Almadía estará abierto. En este valle, la bajada de madera se mantuvo hasta 1953, cuando la construcción del embalse de Yesa hizo imposible la navegación.
Río Aragón Subordán (Hecho, Huesca): 11 de mayo
Los nabateros de Hecho (Huesca) —en aragonés, Echo— son los únicos del Pirineo español que utilizan troncos de ciprés, comprados en Francia, para construir las almadías. Aseguran que esta madera flota mejor, empapa menos, se seca más rápido y no se estropea tanto. La bajada, de casi dos kilómetros, empezará a las once de la mañana en el Pozo del Molino y terminará debajo del puente Viejo tras bordear la población.
El mejor lugar para ver pasar las balsas es el puente que hay en el mismo pueblo sobre el río. Este año habrá dos nabatas muy grandes, de 24 metros de largo y unos tres de ancho cada una. La tradición se recuperó aquí hace solo 16 años y los actuales almadieros han aprendido, como ellos mismos dicen, “a base de tozadas” (coscorrones). En este valle se mantiene vivo el cheso, dialecto exclusivo de esta zona que se transmite oralmente de generación en generación. Hecho es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Huesca, a la entrada del parque natural de los Valles Occidentales.
Río Cinca (Aínsa, Huesca): 17 de mayo
La gran fiesta de los almadieros de Europa se celebra este año en Aínsa. Representantes de 14 países en los que se conserva esta tradición estarán presentes durante el fin de semana. El sábado 17 desfilarán con sus trajes tradicionales desde el puente del Cinca acompañados por el grupo Titiriteros de Binéfar. Después, en el castillo de Aínsa habrá exhibiciones del paloteo del Sobrarbe, una cena abierta al público (con reserva) y la actuación de la popularísima Ronda de Boltaña. Las balsas saldrán hacia las 10.30 del puente de Laspuña, río arriba, y bajarán 13 kilómetros hasta Aínsa; están previstas cuatro nabatas de dos tramos cada una, hechas con troncos de abeto. Los mejores sitios para verlas son la salida misma en Laspuña, la llamada caseta de pescadores en mitad del recorrido, porque se ve un tramo grande de río y la llegada en el puente de Aínsa. La carretera A-138 discurre en paralelo a la derecha orográfica del Cinca durante todo el tramo. En Laspuña hay un museo dedicado a las nabatas y un espacio al aire libre con paneles que cuentan la historia de este oficio.
Río Noguera Pallaresa (Pont de Claverol, Lleida): 6 de julio
Este río es el que verá bajar los rais más grandes este año: cuatro de tres tramos cada uno que hacen en total 144 troncos de pino, que partirán a las 11.30 desde la presa de Sossís y bajarán a lo largo de cuatro kilómetros hasta El Pont de Claverol. El río discurre en esa zona paralelo a la carretera N 260, y un autobús gratuito irá haciendo paradas en lugares estratégicos para quien desee seguir el descenso sin esfuerzo. La zona de mayor riesgo para quienes van subidos a los maderos —y de mayor emoción para los espectadores— es la llamada Font de l’Os, donde un rápido forma un tren de olas que en ocasiones hace embarrancar a las almadías. El Noguera, que nace en Beret a los pies de la estación de esquí de Baqueira, es peligroso, hondo y rápido en algunas zonas; de ahí que los almadieros lleven bajo el traje un chaleco protector. Desde hace años, en las balsas bajan también mujeres, aunque siempre vestidas de hombres, pues estas fiestas son casi una representación teatral de aquel antiguo oficio masculino. En El Pont hay un museo de los rais.

Aunque sin formar balsas tan imponentes como las del Pirineo, otros ríos españoles se utilizaron tradicionalmente para transportar madera. Cantidades enormes de troncos (algunos años hasta 200.000) bajaban controlados desde el agua o desde la orilla por los gancheros. Recreaciones de esta actividad se podrán ver los días 26 y 27 de julio en el Júcar, en Sumacàrcer (Valencia), y el 30 de agosto en el río Tajo, en Peralejos de las Truchas (Guadalajara).
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