Navidades en playa Flamenco

Se mete a diario en el papel de la joven María Luisa en la serie de TVE Acacias 38, ambientada a finales del XIX en el barrio burgués de una ciudad española. Mucho rodaje y pocas vacaciones sirvieron para convencer a su familia y así pasar las Navidades de 2016 en un lugar donde hiciese buen tiempo. El destino elegido fue Puerto Rico.

¿Cuál era el plan?

Básicamente, descansar, ir a la playa, ponernos morenas, pero también conocer la isla, que es pequeña, lo cual facilitó las cosas.

¿El viejo San Juan tiene encanto?

Mucho. Allí íbamos a menudo. Es bastante turístico. Hay que tomárselo todo con calma; en los restaurantes tardan en atenderte, pero te adaptas a su ritmo. Las casas son bajitas y de muchos colores, y la fortaleza es del siglo XVI. La gente es encantadora: estoy acostumbrada a ir a ciudades y países donde cada uno va a su rollo, pero en Puerto Rico eran muy cercanos.

¿Escuchó el genuino spanglish?

Claro. Hablé español con todo el mundo por allí, pero en cualquier momento se pasaban al inglés, inconscientemente, o salpicaban el español de palabras en inglés. Son totalmente bilingües y ni se dan cuenta. ¡Qué envidia!

¿Cuál fue la banda sonora del viaje?

Una noche en el mercado Santurce, donde por la mañana venden comida y por la noche sirven cenas y copas. Ahí escuchamos música callejera. Todo el mundo bailaba ritmos salseros. Aquello estaba animadísimo.

¿Y el hilo conductor culinario?

El arroz con habichuelas es omnipresente, pero a mí lo que me gustó probar es el mofongo. Es plátano machacado con ajo y especias. Lo comen solo, pero también con pollo o carne.

Nos falta la playa…

La más recomendable es playa Flamenco, en la isla de Culebra, a la que llegas en ferri o avioneta. Es mi idea de playa paradisiaca: mar cristalino, vegetación, cocos, palmeras inclinadas en el suelo sobre las que te puedes sentar… Pero para llegar allí desde San Juan hay que madrugar muchísimo.