El cajón de sastre más ‘cool’ de Barcelona

La impersonalidad de los hoteles comienza a ser, por suerte, algo del pasado. No obstante, hay una barrera infranqueable que muchos establecimientos no consiguen superar aún: abrir sus puertas más allá de sus propios clientes y convertir sus espacios en un lugar de disfrute para todos los ciudadanos. En el número 700 de la Gran Vía de Les Corts Catalanes, casi en la esquina con Bailén, en el corazón de l’Eixample Dret, encontramos un hotel con una filosofía muy distinta.

Casa Bonay (+34 93 545 80 50) ha querido reunir el talento de Barcelona para rediseñar este antiguo edificio neoclásico: el papel de la pared, los muebles, las plantas, la iluminación, el café. Aquí todo tiene un porqué detrás, y de la mezcla de todas estas colaboraciones ha surgido un proyecto único en la ciudad. 67 habitaciones –ocho son suites– con luz natural que mantienen los suelos de baldosas hidráulicas originales y son, por supuesto, dogfriendly (los perros son bien recibidos). Minibar con productos locales y un ventilador de techo en cada cuarto para los detractores del aire acondicionado son algunos de los detalles que hacen que Casa Bonay sea mucho más que un hotel.

Habitaciones ‘made in Catalunya’

La recepción, en el patio y muy discreta, cuenta con mobiliario de madera diseñado por Marc Morro, uno de los fundadores de la tienda y taller de muebles AOO (Altrescoses, Otrascosas, Otherthings). , Las habitaciones tienen mobiliario de la misma marca, mientras que la ropa de cama, incluida una colección exclusiva de mantas, es obra de Teixidors, con productos naturales tejidos a mano. Los números de las habitaciones, en los pasillos y las puertas, también están pintados a mano, uno a uno, para mantener el espíritu original de la casa. El jabón de romero y aceite oliva y el champú de avena y bergamota que hay en el baño de cada habitación están elaborados con plantas y hierbas cultivadas en el Alt Empordà, siguiendo un controlado proceso biodinámico.

Alejandra, jardinera de Casa Bonay conocida por todos como Asilvestrada, es la responsable de aportar verdor a Casa Bonay, dando vida a los balcones, pasillos, la entrada y el patio, entre otros espacios. Otro de los puntos clave en el hotel es la iluminación, a cargo del proyecto Santa & Cole, gracias al cual el hotel disfruta de luz cálida que combina a la perfección con la madera de los espacios.

Coctelería especializada en té

Abierto hasta el amanecer, para las últimas copas de la noche, y lugar de encuentro durante el desayuno a primera hora de la mañana, el bar Libertine es una elegante coctelería o un café íntimo con poca luz, dependiendo de la hora del día. Es también un bar de té que cuenta con un sinfín de opciones para disfrutar de esta infusión, desde variedades de las regiones chinas de Yunnan o Fujian, hasta tés de Shanghái o Taiwán.

Situado detrás de la recepción y actuando como lobby, Libertine cuenta con un original baño decorado con telas de baTabasTa, que también ha diseñado los cojines de las habitaciones y el uniforme para el personal del hotel. La marca, fundada en Shanghái pero 100% española, cuenta también con un pequeño showroom (espacio expositivo) y tienda en la recepción del hotel.

Café y zumos ecológicos

El culto al café en Casa Bonay se debe a Marcos, creador de Satan’s Coffee Corner, que ha abierto su segundo local (el original está en el barrio Gótico) en los bajos del hotel. Además de café de filtro, Satan’s está a cargo de los desayunos en el lobby. Para las chicas de Mother ésta también es su segunda casa, donde comparten espacio con Satan’s y sirven sus zumos cold pressed, batidos y smoothies hechos de frutas, verduras y frutos secos naturales.

Animales gourmet

De Buenos Aires a Madrid, y de la capital a Casa Bonay. El popular chef Estanis Carenzo (artífice de los madrileños Picsa, Chifa, Sudestada y Perro Bar), es el responsable de Elephant Cocodrile Monkey, el restaurante de la planta baja de Casa Bonay que, como Satan’s Coffee Corner y Mother, tiene acceso directo desde la calle sin tener que pasar por el hotel. En este laboratorio de experimentación gastronómica, Carenzo da especial importancia a la bebida, ofreciendo vinos y sidras de pequeña producción. Dentro del restaurante hay también un espacio efímero ocupado por TÊT, una taberna vietnamita que usa ingredientes de proximidad para crear platos como el Phó de vaca gallega o los pescados de costa.

Más pistas chulas en Barcelona pinchando aquí

{ "active": true, "code": "1969684", "elementType": "offerExtension", "id": 18, "name": "BARCELONA", "service": "tripadvisor" }