Blanco y ecológico

El inquieto enólogo Raúl Bobet, el creador del tinto del Priorat Ferrer Bobet, preocupado por los efectos del cambio climático sobre el cultivo de la viña, ha escalado el Pirineo leridano para buscar una ubicación idónea a su bodega Castell d’Encús. Viñas a casi mil metros de altitud sobre terrenos franco-calcáreos, cepas cuidadas con el mimo de la agricultura orgánica, elaboraciones en pequeñas tinas de 25 hectolitros a baja temperatura, utilización de antiguos lagares de piedra del siglo XII para fermentar parte de la uva… Argumentos para una narración original en la que la trama se construye en torno a dos uvas blancas nobles —y posiblemente emparentadas— como son la riesling y la albariño, la primera con una pequeña proporción de podredumbre noble.

A priori,sobre el papel, la propuesta no puede ser más atractiva con esa mezcla de lo antiguo y lo moderno capaz de encender la imaginación. Los resultados se ajustan al diseño profesional como un guante. En efecto, el vino ofrece a la nariz un abanico de aromas frescos y estilizados a frutas blancas carnosas envueltos en una atmósfera delicada de notas florales, hierbas de monte y panal, junto a un ligero fondo de hidrocarburos. Sensacional nariz que se corresponde a un paladar carnoso, ligeramente glicérico, de sensaciones vivas, gusto afrutado y cítrico, y excelente acidez que remata con elegancia.