Turismo extremo: el puente colgante más largo del mundo con el que Portugal reta a sus visitantes
El 516 Arouca, con el suelo de rejilla metálica abierta, estará acabado este verano y se sitúa a 175 metros sobre el río Paiva, al norte del país
El lisboeta 25 de Abril era, hasta ahora, el puente más famoso de Portugal. Pero pronto puede quedar relegado por una pasarela colgante llamada a convertirse, como mínimo, en la nueva reina de Instagram y, de paso, en la mejor terapia de choque para los vertiginosos. Se trata del 516 Arouca, cuyo desafiante suelo de rejilla metálica se levanta a 175 metros sobre el río Paiva, al norte del país.
No es su altura, sin embargo, su dato más célebre, sino los 516 metros de longitud que, además de darle nombre, lo convierten en el puente colgante peatonal más largo del planeta. Desbanca así a todo un emblema, el Charles Kuonen Suspension Bridge y sus 494 metros de longitud (y 85 de altura en su punto más alto), en el valle de Zermatt, Suiza.
Las cascadas de Aguieiras, el Puente de Alvarenga, la garganta de Paiva, las playas de Areinho y Vau o los pueblos de Alvarenga, Canelas y Espiunca serán algunos de los atractivos que se podrán contemplar desde arriba. La zona es ya bien conocida por caminantes y funambulistas. Al lado de los famosos Passadiços do Paiva, en el Arouca Geopark –un conjunto de pasarelas de madera de ocho kilómetros–, se ha convertido en un referente del senderismo portugués y de la innovación turística.
Cofinanciado por fondos europeos, el proyecto dio sus primeros pasos en 2016, aunque no echó a andar hasta 2017, a causa de algunos imprevistos que no solo retrasaron su construcción, sino que obligaron a cambiar la ubicación original, según explica Margarida Belém, alcaldesa de Arouca y responsable del proyecto.
"Uno de los mayores imprevistos fue la dificultad de la topografía local y la necesidad de crear condiciones de acceso. Tuvimos que lanzar la primera cuerda entre los dos pilares de hormigón. Esta permitió el ensamblaje del sistema, que ayudó al constructor a lanzar los cables de acero y las superficies metálicas", cuenta.
Fue el primero de otros muchos desafíos que han ido apareciendo en todo el proceso y que, según Belém, se han podido superar con éxito "gracias al rigor y la ética". Proporcionar la sensación de experiencia extrema no puede hacerse a costa de la seguridad. Por eso, "además del reto de la longitud", la dificultad radicaba en "crear simultáneamente sistemas de suspensión vertical y sujeción horizontal sin la necesidad de más cables, para lo que se ha trabajado en la pendiente de los planos. Con la ayuda de especialistas en técnicas de escalada se implementó un proceso que permitió el ensamblaje de los 14 cables y los 127 módulos de los que consta la pasarela".
Aún no hay fecha prevista para la inauguración y apertura al público del 516 Arouca, pero Belém espera que "la fase de construcción concluya en julio y, posteriormente, se termine el modelo de funcionamiento".
Lo que la responsable del proyecto tiene claro es que el puente garantizará "una experiencia impactante de observación, promoción y apreciación del patrimonio natural y cultural de la zona, que atraerá a diferentes tipos de público: amantes de la ingeniería, conocedores de la naturaleza y personas a las que les gustan las experiencias extremas". Tampoco duda de que, como sucedió con los Passadiços do Paiva, el puente mejorará la actividad económica de la zona a la vez que contribuirá a la conservación de su ecosistema. "Ambos proyectos han demostrado ser estratégicos para la promoción y preservación del río Paiva y la biodiversidad de toda la región".
Puente 516 Arouca, Aveiro, Portugal
Datos:
Ancho de cubierta: 1.20 metros (3 pies)
La plataforma estará compuesta por 127 módulos de 4 metros de largo
Longitud: 516 metros
Anchura: 1,20 metros
Altura: 75 metros
Materiales:
Suelo: rejilla metálica abierta
Barandillas: malla rígida
Cables: acero
Constructor: Itecons
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