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Los ‘amanecistas’, la divertida y fiel secta de seguidores de ‘Amanece que no es poco’

Un momento de la quedada 'amanecista' de 2018 en la localidad albaceteña de Ayna.
Un momento de la quedada 'amanecista' de 2018 en la localidad albaceteña de Ayna.Tomás Generalo
Ana Vidal Egea

La asociación Amanecistas cumple 10 años de fidelidad a la película-fetiche de José Luis Cuerda.

JOSÉ LUIS CUERDA murió el pasado 4 de febrero, pero lo menos que puede decirse es que su sombra es y será alargada. Los amanecistas, una especie de divertida y fiel secta de seguidores de la película Amanece, que no es poco —una de las joyas del director y uno de los mayores ejercicios de surrealismo del cine español, estrenado en 1989—, ya han anunciado que le rendirán un sentido homenaje en la que será su décima quedada anual en la Sierra de Segura, del 29 al 31 de mayo.

En la página del grupo pueden leerse mensajes relacionados con las imborrables frases que salpican el guion de esta película delirante: “Luto oficial en el grupo. Ha muerto el maestro”, “Espéranos sin ninguna prisa”, “Te llevaremos siempre en el corazón, cual ­calabaza mayor del pueblo”, “Se ha marchado el imprescindible y nos deja solos a los contingentes” o “Qué irse, qué apagarse”.

Más de 30 años después, esta película de culto sigue haciendo que los españoles se desternillen de la risa. Sus diálogos son míticos. Por poner un ejemplo: “Y ahora, para rematar, me dicen estos amigos que ha escrito usted Luz de agosto, la novela de Faulkner, ¡de William Faulkner! ¿No podía usted haber plagiado a otro? ¿Es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?”.

Los amanecistas consideran la película como una manifestación excelente del humor español e incluso han lanzado una campaña en change.org para recabar firmas pidiendo que la RAE incluyera el término “amanecista” en el diccionario. Y no son pocos: en su página de Facebook cuentan con 17.000 seguidores.

El alcalde de Ayna (una de las localidades albaceteñas en las que fue rodada la cinta), Juan Ángel Martínez, es además el presidente de la asociación de amanecistas y uno de los claros ejemplos del amor que se le tiene a Cuerda. Él solo tenía 12 años cuando apareció de extra haciendo de niño deprimido al que están enseñando a tocar las campanas del pueblo. “El éxito de la película”, comenta por teléfono, “es que no hay una trama, sino pequeños sketches muy bien hilados entre sí”. Para los amanecistas no se trata solo de refrescante y libérrimo humor, sino de toda una filosofía de vida que quieren compartir, celebrar y expandir, de ahí su activismo. “Hay quien viene a nuestras quedadas sin conocer a nadie y se va con un grupo de amigos”, dice el señor alcalde.

Este año el encuentro promete ser muy especial, ya que cumplirá su décimo aniversario. La asociación cuenta con 70 miembros. Pagan una cuota de 10 euros anuales. Algunos de ellos han visto la película más de 100 veces. También se conmemora el décimo aniversario de la ruta temática de la película, que ­inauguró la Junta de Castilla-La Mancha en 2010 y que recorre los tres escenarios reales de la historia: Ayna, Liétor y Molinicos. En el camino, uno hasta se puede encontrar la réplica de la mítica Vespa con sidecar de Antonio Resines y Luis Ciges.

Las quedadas siempre vienen cargadas de momentos memorables, como la visita sorpresa de José Luis Cuerda en 2014; o el día en que Elisa Belmonte, que actúa como soprano en Amanece, que no es poco, cantó en la misma taberna donde se rodó su escena. O la ­competencia feroz entre los concursantes que participan en el Trivial de la pelícu­la, para el que se preparan concienzudamente, aprendiéndose incluso la matrícula de los coches que aparecen. Y es que diga lo que diga el refranero popular, en Albacete pasan cosas peculiares… que no es poco.

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Sobre la firma

Ana Vidal Egea
Periodista, escritora y doctora en literatura comparada. Colabora con EL PAÍS desde 2017. Ganadora del Premio Nacional Carmen de Burgos de divulgación feminista y finalista del premio Adonais de poesía. Tiene publicados tres poemarios. Dirige el podcast 'Hablemos de la muerte'. Su último libro es 'Cómo acompañar a morir' (La esfera de los libros).

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