Los bulos del coronavirus, un peligroso brote de confusión y desconfianza
Los especialistas reclaman atender a voces autorizadas o cuentas oficiales para informarse sobre la nueva epidemia
Se vivió una situación similar durante la epidemia de ébola de 2014. Aparece una crisis sanitaria de alcance global, con gran incertidumbre sobre cómo evolucionará, lo que provoca inquietud en la sociedad. Un caldo de cultivo perfecto para que aparezcan bulos, desinformación y desconfianza hacia las autoridades sanitarias. Hace seis años se cometieron errores en la comunicación gubernamental por parte de España que se subsanaron poniendo al frente a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que hoy se encarga de informar de la evolución del coronavirus. Sin embargo, entonces, el escenario de propagación de mentiras y medias verdades no era tan complejo como el actual.
"En momentos como este hay que ser muy cautos con lo que se dice, sobre todo si no eres especialista y no cuentas con información directa", advierte Carolina Moreno
Un buen ejemplo es lo sucedido el jueves y este viernes con unas declaraciones del prestigioso médico Pedro Cavadas al programa Espejo Público, de Antena 3. Cavadas es cirujano, no experto en virus o en epidemias, pero aseguró, en referencia a las autoridades chinas: "Si reconocen un número de muertos y de contagiados, eh, no hace falta ser muy listo para pensar que hay como diez o cien veces más". El alarmante mensaje de este vídeo se propagó masivamente por redes sociales, como WhatsApp y Facebook, y posteriormente muchos medios recogieron estas declaraciones y las difundieron entre sus lectores. Al margen de las intenciones del doctor, que sin duda serían buenas, no parece la voz indicada para informar sobre este brote.
"En este caso se juntan varias cosas, porque Cavadas tiene un gran prestigio y autoridad en su campo y entre el público, pero en momentos como este hay que ser muy cautos con lo que se dice, sobre todo si no eres especialista y no cuentas con información directa", advierte Carolina Moreno, catedrática de la Universidad de Valencia y experta en desinformación científica y sanitaria. "Es una opinión, pero la gente no la toma como una opinión más porque es un médico muy respetado, y no ayuda a reforzar la confianza en las autoridades, tan necesaria en estos casos", añade. No toda desinformación es malévola o deliberada.
El coordinador de la iniciativa #SaludSinBulos, Carlos Mateos, cree que en situaciones como la actual, con 19 españoles regresando de la zona afectada por el virus, no deberían difundirse especulaciones. "Y si hace falta especular, que sean personas o instituciones con conocimientos en el tema, que sea referente en ese campo. Si alguien tiene que dudar de la opacidad de China, que es la semilla perfecta para la desinformación, que sean expertos, trabajadores sobre el terreno o la propia OMS", asegura.
Mateos ha identificado numerosos bulos que están circulando por todo tipo de canales desde la eclosión de la crisis en los medios. Sobre todo, las relacionadas con imágenes difíciles de ubicar, pero de gran impacto. "Hay que tener precaución, desconfiar de alguien que aparezca con máscara, por ejemplo, que puede ser cualquier sitio o cualquier año. Sin embargo, se propagan muy fácil y muy rápido", lamenta Mateos, vicepresidente de la Asociación de Investigadores en eSalud.
"Si alguien tiene que dudar de la opacidad de China, que sean expertos, trabajadores sobre el terreno o la propia OMS", asegura Mateos
Sobre todo han circulado bulos y desinformación con un origen fuera de España, alentando todo tipo de conspiraciones sobre la causa, los motivos y la "verdad oculta" sobre el brote. Pero con la repatriación de los españoles desde Wuhan aparecerán muchos más de factura española, según Mateos, dando apariencia de cercanía con el hospital o los regresados. Por ejemplo, en la plataforma de fact-checking Maldita.es han desmentido un bulo que corría por los móviles que asegura que el "Ministerio de Salud" (en España es Ministerio de Sanidad) ha hecho pública una "notificación de emergencia" en la que informa de que "el brote de coronavirus esta vez es muy grave y mortal". Todo falso. En su última comparecencia, Fernando Simón ha señalado que "la epidemia tiene posibilidades de comenzar a remitir pronto".
Ruido y confusión
Además de las ruedas de prensa que viene dando Simón, el Ministerio de Sanidad se ha puesto de acuerdo con Twitter para que la plataforma remita a su cuenta oficial cuando los usuarios consulten sobre este asunto. Para evitar confusión, los especialistas piden atender únicamente voces autorizadas o cuentas oficiales de organismos implicados. De lo contrario, el ruido puede generar confusión y desconfianza hacia la gestión de la epidemia.
Hace dos días, EL PAÍS aseguraba en su editorial que "hay que mantener por tanto una atenta vigilancia, pero sin caer en alarmismos que puedan agravar los daños consustanciales a una epidemia de esta naturaleza". Del mismo modo, The New York Times advertía en su editorial de que la desconfianza en la ciencia y las instituciones puede ser un grave problema si el brote empeora: "Otro problema importante es la falta de confianza pública: las medidas de control solo funcionan si las personas las cumplen. Y es mucho menos probable que las personas sigan las órdenes cuando no confían en las autoridades". Y recordaba de nuevo el caso del ébola: "La confianza puede ser tan importante como la tecnología y los recursos financieros para mantener a raya el brote de coronavirus, como aprendieron los trabajadores de la salud mundial durante los recientes brotes de ébola en la República Democrática del Congo".
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