27 años en cama: el IMC, clave para el colchón ideal
Los resultados de un estudio de la empresa Khama revelan que para garantizar una buena calidad del sueño, el colchón debe contar con una firmeza ajustada al peso y a la altura de cada persona
Según las estadísticas, comprar una vivienda es una de las decisiones más trascendentales en la vida de una persona. Una vez concluido el horario laboral, el hogar es el gran recinto destinado a las actividades de ocio y convivencia familiar. Pero, por encima de todo, la vivienda es el templo dedicado al descanso diario. Sorprende por ello que la elección del colchón se lleve a cabo muy a la ligera en demasiadas ocasiones, porque analizar con conocimiento la superficie de descanso es una decisión igualmente vital.
De la calidad del sueño depende el bienestar general, la capacidad de concentración para la toma de decisiones y el estado de ánimo. Un descanso inadecuado genera a la larga posibles situaciones de depresión y ansiedad e incluso acentúa el riesgo de hipertensión y posibles enfermedades cardiacas. Según un estudio realizado por diversas instituciones, entre ellas Asocama, más del 30% de los españoles reconoce que tiene una calidad de descanso mala o se levanta con dolor de espalda.
De acuerdo con las recomendaciones médicas, deberíamos dormir ocho horas diarias, un tercio de la jornada habitual. Si tenemos en cuenta la esperanza media de vida en España (83 años), una persona pasará en cama un total de 27 años de su existencia. El dato es imponente y bien vale detenerse a analizar sobre qué tipo de colchón se debe hacer.
La falta de descanso o la mala calidad del sueño procede muchas veces de dormir sobre un colchón que no alinea adecuadamente la columna vertebral. Al dormir sobre una superficie inadecuada, la espina dorsal no permanece recta y, tarde o temprano, aparece el temido dolor de espalda.
La empresa Khama, fabricante y vendedora de colchones online, ha introducido elementos científicos e innovadores para la importante decisión de optar por un colchón, sin perder por ello de vista la facilidad de decisión. Casi uno de cada cuatro hoteles en España disponen de colchones fabricados por Khama. Gracias a esta experiencia, la compañía ha completado un estudio sobre la experiencia de descanso de más de 1.200 personas con pesos y alturas distintos. Más de 500 hoteles españoles han sido el escenario de experimentación. El objetivo, averiguar el nivel de firmeza que cada persona necesita en su colchón para lograr un sueño óptimo.
¿Un mismo colchón puede valer para una persona que pesa menos de 60 kilos y para otra de más de 90? Según los resultados del estudio de Khama, no. “Para alinear la columna vertebral necesitamos un colchón que nos proporcione una firmeza ajustada a nuestro peso y altura, es decir, nuestro Índice de Masa Corporal (IMC)”, indican en la compañía. Subrayan que el colchón debe contar con una firmeza ajustada a nuestro IMC, pero también debe ser adaptable para evitar presiones innecesarias que a medio plazo se conviertan en otro tipo de dolencias en las lumbares, hombros o caderas.
El resultado del estudio llevado a cabo por Khama “nos obligó a personalizar los colchones por nivel de firmeza percibida, ya que si la comodidad depende de la firmeza percibida y la firmeza percibida depende de la dureza, las personas con diferentes IMC necesitarán colchones de diferentes durezas para sentirse cómodos”.
A mayor IMC, mayor presión del cuerpo
El análisis de los datos recabados llevó a una conclusión inobjetable: la presión de todo el cuerpo –en especial de espalda, cintura, cadera y muslo– se incrementa a medida que sube el Índice de Masa Corporal. En consecuencia, los diferentes IMC deben ser atendidos con distintos niveles de firmeza del colchón, medida en kilopascales.
“Lo que hicimos en Khama fue apoyarnos en la ciencia para crear 6 modelos de colchones, cada uno de ellos destinado a personas con IMC distintos, tanto para durmientes individuales como para parejas. Y dar por fin una solución eficaz y sencilla para encontrar el colchón adecuado”, indican en la compañía.
El catálogo de esta empresa en su página web incorpora una ficha técnica para cada colchón, en la que describe el IMC para el que está diseñado. Para mayor facilidad, la web incluye un buscador inteligente para que el interesado –individual o pareja– descubra el colchón más adecuado con arreglo a su físico. Para ello solo necesita incluir su peso y estatura. Con esos datos, la web averigua el IMC y asigna automáticamente el nivel de firmeza que necesita el colchón.
Se trata de un asistente inteligente que facilita al extremo la decisión de compra con arreglo a criterios científicos. Según sus creadores, el objetivo es simplificar y perfeccionar el proceso de elección, puesto que a veces el inmenso catálogo de modelos de algunas marcas, compuestos por diferentes tecnologías o materiales (visco, muelles, látex, espuma) llega a confundir y a paralizar al consumidor, incrementando aún más sus dudas en un territorio que ya de por sí desconoce.
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