La hora de la movilidad sostenible
Otro transporte urbano eficiente, silencioso y respirable es posible. Un objetivo urgente al que Seat responde con la creación de la división Urban Mobility liderada por Lucas Casasnovas, cuyas ideas en torno al concepto de micromovilidad inteligente ya están empezando a rodar.
NUEVAS FORMAS de movilidad para nuevas maneras de vivir. Con la crisis/emergencia climática como espada de Damocles planetaria, la necesidad de reducir el impacto medioambiental es un problema acuciante que, por supuesto, también pasa irremediablemente por el transporte urbano. El modelo de Smart City, la ciudad inteligente regida por criterios de eficiencia y sostenibilidad planteada desde la década de 1990 responde a ese urgente cambio de paradigma. En España, donde el 80% de la población es ya eminentemente urbana, el Ministerio de Industria y Energía aprobaba en 2018 el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes, dotado con 188 millones de euros. Pero las iniciativas de gobiernos e instituciones precisan que el sector automovilístico se involucre de lleno proponiendo soluciones al respecto. Una cuestión que quedó en evidencia durante el congreso internacional Smart City Expo World, celebrado el pasado noviembre en Barcelona, donde Seat presentó su propio plan de contingencia.
“Hemos creado Seat Urban Mobility, una división de movilidad urbana como pieza fundamental en la evolución de esta estrategia", anunciaba Luca de Meo, presidente de la escudería. Esta unidad tendrá la responsabilidad de desarrollar nuevos productos y servicios, no solo para el cliente privado, sino también para flotas compartidas y empresas de sharing. Sus primeras propuestas ya están en marcha: el original Mínimó, un biplaza (concept car) catalogado como un cuadrículo de mecánica totalmente eléctrica, se une ahora a la flamante versión del eXS KickScooter, el patinete que vio la luz el año pasado, relanzado con una autonomía de 65 kilómetros y capaz de subir pendientes de hasta el 20%. “Queremos ofrecer a los jóvenes soluciones de movilidad que sean más asequibles, más fáciles de usar y más divertidas de conducir”, expone Lucas Casasnovas, al frente de la división de Urban Mobility de Seat desde octubre. En su apuesta por la micromovibilidad (el transporte que resuelve el primer y último tramo del trayecto diario), cuenta con la colaboración de socios como Segway, Respiro (que pasó a ser parte de la compañía en julio de 2019) o Silence, amén de todos los recursos del Seat: Code, el laboratorio de 'software' encargado de desarrollar las aplicaciones que ayuden a alquilar un coche o a saber en todo momento dónde está nuestra moto.
Lucas Casasnovas: “Queremos ofrecer soluciones de movilidad más asequibles, fáciles de usar y divertidas”.
Entender que las nuevas generaciones de conductores tienen otras necesidades e inquietudes es fundamental para Casasnovas. “Las prioridades para los menores de 25 años son tener el último modelo de móvil o conseguir un billete a Bangkok a buen precio. El acceso al coche es cada vez más difícil, y pasará lo mismo que está sucediendo ahora con los pisos: se empezará alquilando hasta que se decida si es preciso comprar o no”, dice. A la idea de alquilar/compartir se le une, además, la intención de actuar de forma local. “Barcelona, por ejemplo, es la ciudad española que tiene mayor densidad de motos por habitante, por eso tiene mucho sentido que una empresa como Seat, afincada en Cataluña, piense en vehículos eléctricos de dos ruedas”, exponía De Meo en su comparecencia en el Smart City Expo World. El nuevo e-Scooter de la marca empezará a rodar pronto. Se trata de una motocicleta de líneas futuristas con un motor eléctrico de 11 kilovatios integrado en la rueda trasera con potencia para que alcance una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, además de ofrecer una autonomía de 115 kilómetros con una sola toma. “Basándonos en los niveles habituales de uso, esta moto eléctrica solo requeriría una carga semanal. Y, para facilitarla, el conductor podrá extraer la batería, llevarla a casa y enchufarla a una toma de corriente normal".
Para el caso, al proceso de reconversión hacia la movilidad sostenible ya no hay quien le ponga freno. “Nuestro objetivo es crear soluciones de micromovilidad eléctrica que no solo reduzcan la polución, sino también el ruido, que es otro tipo de contaminación", explica Casasnovas. "Otro de nuestros objetivos es reducir el espacio ocupado por los coches tradicionales, lo que significará que, al final, todos tendremos una mejor calidad de vida en las grandes ciudades”. Aunque la adecuación de las metrópolis a estos tiempos sostenibles también precisan, claro, de más puntos de recarga y anclaje y de la urgente regulación por lo que respecta a nuevos vehículos. Una serie de medidas que, si no se adoptan, convertirán “lo que debería de ser un servicio al ciudadano en un rechazo total", concluye Casasnovas, aludiendo a las quejas de ciudadanos ante los patinetes rodando sobre las aceras o las motos aparcadas en cualquier lado. "Nos preocupa la falta de regulación, pero, por ahora, todos estamos aprendiendo”, concluye.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.