El consorcio que impulsa el Telescopio de Treinta Metros pide permiso para construir en La Palma
Las protestas en Hawái obligan a activar el plan B para levantar la infraestructura en Canarias
Se activa el plan b. Comienza una nueva fase en la gran batalla en la que se ha convertido la construcción del Telescopio de Treinta Metros (TMT), que será el mayor del hemisferio norte, con una sensibilidad diez veces mayor que los actuales y capaz de asomarnos casi a los albores del universo. El consorcio que impulsa el TMT ha pedido permiso para poder construir la instalación científica en la isla de La Palma. La isla canaria es el plan alternativo designado por los técnicos ante la firme oposición que han encontrado en su idea original de construirlo en la montaña sagrada hawaiana de Mauna Kea.
El director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo, confirma que el consejo del TMT decidió el 25 de julio presentar la solicitud de licencia de construcción del telescopio en el municipio de Puntagorda, en la isla palmera. "Los documentos no se podrán presentar hasta septiembre y calculamos que a final de septiembre podrían tener la licencia aprobada para construir si así deciden hacerlo", asegura un portavoz del IAC, la institución que gestiona los observatorios canarios y que se ha esforzado por atraer a España esta potente instalación.
Los ecologistas advierten de que pelearán legalmente contra la construcción del TMT en Canarias
La comunicación le llegó a Rebolo el 26 de julio y este informó al consejo del IAC en su reunión del 30 de julio, a la que asistió el ministro de Ciencia y Universidades, Pedro Duque, que ofreció todo el apoyo de España al TMT al acabar esa reunión. Hasta que el TMT no pidiera permiso formal no podían iniciarse los trámites reales, aunque se lleva trabajando en cuestiones técnicas, científicas y legales desde 2016. Fuentes del IAC calculan que el proceso para conseguir todos los permisos llevará unos dos meses.
Ahora se pondrá el foco sobre los detalles legales que rodean a la futurible construcción del TMT en La Palma, que no han sido tan modélicos como habría gustado en el IAC. Rebolo reclamó a los políticos canarios, que apoyan de forma unánime la llegada del TMT, que tuvieran listo el papeleo con celeridad para mostrar que en España habría todas las facilidades que no han encontrado en Hawái. En la isla estadounidense se quiso empezar a construir sin escuchar a los nativos y sin la declaración de impacto ambiental lista, lo que provocó un arduo proceso judicial. En La Palma se ha dado esta misma situación: el permiso de ocupación de los terrenos se tramitó sin la declaración de impacto ambiental, como confirmó una sentencia judicial. Ahora, el cabildo de La Palma está modificando este expediente, que prevé tener listo a finales de agosto.
Esa sentencia se produjo a consecuencia de una acción legal emprendida por Ben Magec - Ecologistas en Acción, que se opone a la construcción del TMT en el Observatorio del Roque de los Muchachos, el más importante de España. "Nos oponemos firmemente a un proyecto que tendrá un impacto muy negativo en un área natural única de alto valor", ha expresado Ben Magec en una nota que han enviado únicamente a los medios hawaianos. "Nuestra montaña ya ha excedido la capacidad de albergar más telescopios y ya hemos pagado un alto precio por la ciencia astronómica", añade el colectivo ecologista. En el Roque de los Muchachos, uno de los lugares más excepcionales de la Tierra para la observación astronómica, hay funcionando más de una docena de instrumentos de observación astronómica y se encuentran en construcción otros nuevos de la red Cherenkov. Además, están por llegar otros como el Liverpool 2 y podría construirse allí (o en el Teide) el Telescopio Solar Europeo. Ben Magec trató de frenar en los tribunales la construcción de los Cherenkov, sin éxito.
La organización ecologista asegura que hará lo mismo con el TMT, una instalación de 18 plantas que supone una inversión de 1.200 millones de euros y puestos de trabajo cualificados durante al menos medio siglo. "Si insisten en obtener autorización para construir el TMT en esta área legalmente protegida en La Palma, cada paso conducirá a acciones legales adicionales por nuestra parte". "No tenemos menos razón ni menos determinación que los hawaianos contrarios al TMT", aseguran. En Hawái, la construcción del telescopio en su montaña sagrada ha concentrado toda la oposición del colectivo nativo, que lo considera el último episodio de una larga lista de atropellos coloniales. Su firme protesta ya ha paralizado las obras del telescopio durante cinco años, un tiempo que supone importantes pérdidas económicas y científicas para una inversión como el TMT.
Un portavoz de Ben Magec en La Palma, Pablo Batista, asegura que no debería construirse este telescopio en el Roque de los Muchachos por el daño que podría causarse en el entorno y porque "se están incumpliendo las leyes". "Nos oponemos a cualquier otro uso en la zona dedicado a más infraestructuras astronómicas, creemos que ya está bien", asegura Batista, quien no obstante afirma que podría ocuparse el espacio que dejaran otros telescopios desmantelados. "No es un rechazo a la ciencia, hay unas normas que cumplir", insiste. Ben Magec, que apoya las protestas hawaianas contra el TMT, no ha pensado todavía en posibles movilizaciones: "Vamos a seguir recurriendo en los tribunales. No sé si nos pondríamos delante de los camiones [como en Hawái] si llegaran a conseguir todos los permisos".
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