Dulceida, la ‘influencer’ con festival propio, que reivindica el amor libre
Aida Domenech, con tres millones de seguidores en Instagram, ha creado un pequeño imperio que empezó por la moda y la ha convertido también en bandera de los derechos LGTBI
El trabajo de Aida Domenech (Barcelona, 29 años) es ser Dulceida a tiempo completo. La influencer cuenta en sus redes sociales con 2,6 millones de seguidores en su cuenta de Instagram y 2,1 millones de suscriptores a su canal de YouTube. Ser una de las youtubers más importante en España le permite no solo poner su nombre a su marca de ropa, sino, dando varios pasos más allá, protagonizar el cartel de su propio festival de música: Dulceweekend. Este fin de semana celebra su cuarta edición en Barcelona, es un evento que reúne moda, food trucks y música en directo.
Dulceida es un álter ego, una marca registrada que ha crecido mientras lo hacía a su vez la propia Domenech, quien además ha sabido saltar de red social en red social al mismo ritmo al que lo han hecho sus seguidores. “Cuadro los tiempos, hago de maquilladora, de peluquera, de modelo, de estilista, llevo mis redes sociales; soy incapaz de delegar porque luego me arrepiento”, explicó recientemente en una entrevista para ICON.
Antes de ser Dulceida, Domenech abrió en 2008 un blog justo cuando ser bloguera dejó de significar “chica con blog” para pasar a ser gurú de la moda. La influencer ha contado varias veces a sus seguidores que durante sus inicios dedicaba todo su tiempo a mirar webs de moda por Internet, y que cuando sus padres le llamaban la atención por pasar tanto tiempo en las redes sociales ella supo dar una justificación rápida: en eso consistía su trabajo.
Cinco años después, en 2013, Dulceida nació con el primer vídeo en YouTube que publicó Domenech en el que se presentaba ante un público desconocido y les enseñaba a maquillarse en solo 30 segundos. Abrió su canal porque una agencia de representación la contactó para representarla: era tan solo una forma más de poder mostrarse a sus seguidores. La fórmula del éxito, admite cuando habla de ello, siempre ha sido la misma: naturalidad y destrucción de toda barrera que separe vida social y privada, trabajo y ocio. Como muestra, un botón: Alba Paul, actual pareja de Dulceida, de 30 años, fue presentada en sociedad mediante el vídeo titulado Tag de mi Novia (con 52,2 millones de reproducciones). Es el vídeo más visto de Dulceida, y los otros dos que acumulan más visionados también tienen a Paul, como protagonista. Precisamente ha sido este ímpetu de Dulceida por querer normalizar su relación homosexual lo que sus seguidores más han premiado. Tanto es así que la pareja decidió casarse hace dos años y la boda acumula actualmente seis millones de reproducciones en YouTube.
Dulceida y Alma Paul son ahora dos de los personajes más influyentes en el panorama LGTBI. En su canal de Youtube hablan de temas como el VIH, el poliamor o el genderfluidism (Género fluido). "A mí toda la vida me han gustado los chicos, hasta que de repente, porque sí, yo noté ese hormigueo que sientes cuando ves a alguien", escribió en su blog cuando decidió salir del armario.
"Aunque es algo normal y corriente mucha gente no lo ve así, así que quiero apoyar a la gente que lo necesita: no tengáis miedo y dejaros llevar". De esta manera, la bloguera daba apoyo, según escribió, a personas que se encuentran en su situación. Doménech también ha tenido novios: en concreto, se hizo muy conocida su ruptura con el fotógrafo que se encargaba de realizar las imágenes que subía a sus redes sociales.
Dulceida siempre ha utilizado su festival como una suerte de reedición del Orgullo: repleto con algunos de los DJ’s más reconocidos del panorama musical, el evento está claramente dirigido a un público muy joven entre el que se promueve un mensaje de amor libre sin prejuicios: "Da igual que seáis gais, bisexuales, lesbianas. Lo importante es que estéis con quién realmente queréis estar y que lo podamos celebrar", ha declarado recientemente en sus redes sociales.
Su fama la ha llevado a volverse una celebridad más de España. Entre su círculo social no faltan otros famosos como los Javis, los actores y directores Javier Calvo y Javier Ambrossi; Laura Escanes y su esposo Risto Mejide; la cantante Ana Guerra o incluso se ha llegado a codear con artistas internacionales como Rihanna.
Compartir su vida con millones de personas todos los días le ha costado más de una polémica. El año pasado, por ejemplo, durante un viaje junto a su esposa en Ciudad del Cabo fue criticada por publicar una foto dándose un baño, mientras que la ciudad sufría una fuerte sequía. Algo que llevó incluso a que cerrará sus redes sociales por un tiempo. En otra ocasión sus seguidores le reprocharon que su marca de ropa, Dulceida shop, no tuviera tallas más grandes, cuando ella se abandera como una modelo curvy.
El resultado de toda esta historia es que las cuentas salen. 6.000 adolescentes van a pagar este fin de semana 25 euros para ver a Dulceida salir en varias ocasiones a desear mucho amor (su eslogan, raíz de su discurso y el nombre de su perfume) en su propio festival. La cuarta edición será, por tanto, el punto de encuentro para todos los seguidores de la influencer y la enésima demostración de que el Dulceimperio, término acuñado por el Dulcesquad, su séquito de influencers satélite, mantiene plena vigencia. Y eso, con solo una plantilla de 13 trabajadores que incluyen a su primo, director de la tienda y del festival, y a su madre, que también ejerce de representante.
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