Trece toneladas de siluros y carpas ‘ilegales’ del Ebro para Rumanía
Detenidas 30 personas por comercializar con estos pescados, que no son aptos para el consumo humano
La Guardia Civil ha asestado un importante golpe a varios grupos delictivos dedicados a la pesca ilegal de siluros y carpas en el Ebro cuyo destino era Rumanía (y otros países del este de Europa), en una operación que se ha saldado con 23 detenidos e investigados y 8,8 toneladas intervenidas de pescado no apto para el consumo humano al estar contaminado. Los pescados eran eviscerados y almacenados en naves, sin ningún tipo de control sanitario y en malas condiciones higiénicas. Todo el pescado decomisado ha tenido que ser destruido. Ayer, la policía informó de la incautación de otras cuatro toneladas de carpas y siluros en el mismo río, los mismos métodos y con el mismo destino. Ambas intervenciones forman parte de una vasta operación coordinada por Eurojust y desarrollada de forma conjunta en Rumanía, España, Italia, Hungría y Portugal, en la que han sido incautadas en total 30 toneladas de estos peces.
La Operación Glanis -llamada así por el nombre científico del siluro, silurus glanis- ha sido desarrollada en las provincias de Huesca y Zaragoza, donde la banda pescaba por las noches y con artes prohibidas por no ser selectivas, como redes de grandes dimensiones o sistemas eléctricos.
Las capturas eran trasladadas en furgonetas hasta naves industriales, donde eran pesadas, evisceradas, limpiadas e introducidas "en cajas con hielo para su traslado en furgonetas o camiones isotérmicos evitando cualquier tipo de control sanitario", según una nota de la Guardia Civil, que ha desarrollado la operación en cooperación con Interpol.
El pescado incautado estaba listo para ser transportado hasta Rumanía de manera inminente, para lo cual la organización -todos sus integrantes son rumanos- contaba con documentación falsificada. La Guardia Civil asegura que esta práctica ilegal mueve más de 100.000 euros al año. Los arrestados están acusados como presuntos autores de delitos contra la salud pública, protección de la flora y fauna y pertenencia a organización criminal.
Todas las aprehensiones llevadas a cabo han contado con la participación de inspectores pertenecientes al Servicio de Sanidad del Gobierno de Aragón. Los funcionarios han declarado el pescado transportado no apto para consumo humano, por lo que se procede a su destrucción, según la nota distribuida este miércoles por el instituto armado.
La operación ha sido difundida al día siguientes de que el Cuerpo Nacional de Policía difundiera que había detenido a siete personas también por pescar y comercializar ilegalmente siluros y carpas del Ebro. Esta red fue sorprendida con cuatro toneladas de este pescado. Esta red, que también enviaba sus capturas a Francia, solía limpiar el pescado con lejía para que perdiese el olor a podredumbre. En la operación europea coordinada por Eurojust han participado 850 agentes de cinco países.
España autorizó años atrás a varias empresas rumanas para pescar siluros, tanto en Navarra como en Cataluña, pero las autorizaciones fueron posteriormente revertidas. En la actualidad, la pesca del siluro se permite en algunas zonas, siempre y cuando sea posteriormente destruido, al tratarse de una especie invasora.
El siluro (silurus glanis) es una voraz especie invasora que desde hace décadas coloniza los ríos y embalses de España. Está considerado como el mayor pez de agua dulce, puede alcanzar hasta los dos metros y más de 100 kilos, y es un verdadero quebradero de cabeza para algunas Administraciones, que intentan erradicarlo. El biólogo alemán Roland Lorkowsky fue quien introdujo en 1974 el siluro en el río Segre, un afluente del Ebro.
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