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No les pongas el trabajo fácil

Navegar anónimamente, visitar medios de comunicación de ideología opuesta y otras formas de despistar a quienes desean nuestros datos

Una mesa electoral en el instituto Beatriz Galindo de Madrid.
Una mesa electoral en el instituto Beatriz Galindo de Madrid.samuel sánchez
Carmen Pérez-Lanzac

La norma que aprobaron todos los partidos en noviembre a propuesta del PSOE (la lideró Artemi Rallo, expresidente de la Agencia de Protección de Datos), y que les permite acceder a nuestros datos, es un peligro, según los defensores de la privacidad. Uno de los abogados que promovió la denuncia del Defensor del Pueblo al artículo 58 bis de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General ante el Constitucional, Borja Adsuara, afirma que es la puerta que posibilita a los partidos elaborar noticias falsas para que los ciudadanos elaboremos discursos del odio. En 2025 cada humano conectado tendrá una interacción de datos cada 18 segundos, según la consultora International Data Corporation. El interés por protegernos debe estar a la altura de la magnitud del volumen de información que proporcionamos. ¿Cómo protegen sus datos expertos en privacidad y los asesores políticos frente a los partidos, redes sociales o navegadores?

Adsuara explica que solo tenemos cuatro opciones para burlar el control de los partidos políticos hasta que el Constitucional se pronuncie. “Lo primero que recomiendo es rellenar el Formulario de Acceso y Oposición al Tratamiento de Datos de Carácter Personal, disponible en la Asociación de Internautas, y enviarlo a todos los partidos. En él se pregunta de qué datos propios disponen, dónde los han obtenido y se les pide que los borren y no los vuelvan a usar. Segundo, si me llega un anuncio político por Internet (ya sea en una red social o por WhatsApp), recomiendo darle al botón que están obligados a proporcionar que dice ‘si usted no quiere seguir recibiendo publicidad…’ y borrarme. Tercero, pedirle al INE que no facilite mis datos a los partidos cuando les proporcione el censo electoral. Y cuarto, anotarme a la Lista Viernes, creada por abogados que defienden la protección de datos, y oponerme a que mi información ideológica sea tratada por los partidos. Es lo que yo he hecho”.

Hasta aquí lo que podemos hacer para protegernos de que los partidos guarden datos personalizados. Pero además también podemos protegernos de la publicidad segmentada que ya recibimos diariamente y que también utilizan las formaciones políticas para hacernos llegar mensajes como de hecho sucedió en las elecciones andaluzas. “Yo lo que hago es navegar siempre que puedo anónimamente”, explica Antoni Gutiérrez-Rubi, asesor de partidos políticos. “Y cuando me informo, leo varios medios de comunicación de ideología diversa. Y unos días empiezo por unos, y otros, por otros, para que no quede clara mi ideología”. Alex Rayón, ingeniero de la Universidad de Deusto, que en el pasado ha asesorado a partidos, dice que el uso que hace de las redes sociales es superficial. “No proporciono datos privados, no publico fotos de mis hijos y siempre juego al despiste. Publiqué en Instagram mi #10yearchallenge [un reto online que consistía en comparar dos fotos propias con diez años de diferencia]. Puse una foto antigua junto a la de un burro con el mensaje ‘Instagram: vende esto a mi aseguradora y dentista con urgencia”.

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Sobre la firma

Carmen Pérez-Lanzac
Redactora. Coordina las entrevistas y las prepublicaciones del suplemento 'Ideas', EL PAÍS. Antes ha cubierto temas sociales y entrevistado a personalidades de la cultura. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de El País. German Marshall Fellow.

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