“Ellos son nosotros”
La respuesta de la líder neozelandesa a la matanza de las mezquitas desafía el discurso xenófobo global
“Muchos de los que esta mañana se han visto directamente afectados por este tiroteo pueden ser inmigrantes en Nueva Zelanda. Pueden ser incluso refugiados, que han elegido Nueva Zelanda como su hogar. Porque este es su hogar. Ellos son nosotros. Las personas que han perpetuado esta violencia contra nosotros no lo son. No tienen lugar en Nueva Zelanda. No hay lugar entre nosotros para estos actos extraordinarios de violencia extrema y sin precedentes”.
Ellos son nosotros. Una aseveración tan simple, que la Primera Ministra neozelandesa Jacinda Arden ha martilleado en cada intervención pública desde los atentados de esta mañana, constituye en este tiempo una declaración revolucionaria. La identidad colectiva, la que establece el derecho a pertenecer a una comunidad, no está determinada por el origen o el pasaporte del individuo, sino por su capacidad de compartir valores comunes y vivir de acuerdo con ellos. “Somos una nación orgullosa de sus más de 200 etnias –dijo después–. Pero además de esa diversidad compartimos valores comunes. Y el que hoy apreciamos por encima de todos es el de la compasión”.
“They are us. The person who has perpetuated this violence against us is not. They have no place in New Zealand.”
— Bloomberg QuickTake (@QuickTake) March 15, 2019
Prime Minister Jacinda Ardern condemns the mosque shooting in Christchurch #ChristchurchNZ pic.twitter.com/wwOZOd9man
Nueva Zelanda lleva años nadando a contracorriente en materia de migraciones y asilo. Sus programas de movilidad temporal (que han llegado a alcanzar al 10% de la población) han demostrado que la creatividad y la capacidad de asumir riesgos puede generar modelos infinitamente mejor gobernados que los que promueven Europa y EEUU, por ejemplo. En lo que respecta a los refugiados, la PM Arden ha sido firme en la defensa de sus responsabilidades internacionales, en claro contraste con la política bully de Australia y sus campos de internamiento.
Pero lo que ha ocurrido hoy va mucho más allá y puede tener un efecto catárquico sobre la sociedad neozelandesa y el conjunto de la comunidad internacional. La bandera del #EllosSonNosotros (#TheyAreUs) debe ser defendida como la única alternativa posible a la peste xenófoba y nacional-populista que contamina al planeta entero. El camino no es responder a las salvajadas de Vox o de Pablo Casado, o a la naturalidad con la que Rivera decide los derechos fundamentales de un ser humano en base a su condición administrativa. El camino es construir un relato completamente diferente, el que hoy ha enunciado con valentía y lucidez Jacinda Arden: ellos son nosotros.
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