Richard Branson libera a las azafatas de Virgin del maquillaje
El magnate ha rectificado sus posturas machistas y hace de su aerolínea la primera en permitir a sus auxiliares trabajar con la cara lavada. Ahora también podrán llevar pantalones
Richard Branson es uno de los magnates más conocidos, célebre por sus salidas de tono, sus disfraces y sus amistades con Barack Obama o Ashton Kutcher. También por su mal gusto machista en algunos actos públicos. Hace unos años no dudaba en presentar su línea de telefonía móvil acompañado de mujeres desnudas semitapadas por cojines, en manosear a Pamela Anderson en un acto en el ala de uno de sus aviones o en dar a conocer sus cruceros —hace solo tres años— entre chicas en bikini. Pero ahora el británico trata de lavar su imagen y la de sus negocios buscando la inclusión: permitirá a las tripulantes de cabina de pasajeros de Virgin Airlines no llevar maquillaje. Así, la de Branson será una de las primeras aerolíneas del mundo en dar ese paso.
Un comunicado de la línea aérea explica han "escuchado las ideas" de sus empleados y que por tanto anuncian "cambios en la política de estilo y cuidado personal" que apoyen las mismas. Por eso también les darán a las azafatas unos pantalones —siempre de su característico tono rojo— dentro del uniforme, sin que tengan que pedirlo específicamente, como sucedía hasta ahora.
Un portavoz de la compañía ha asegurado, según publica The Telegraph, que estas nuevas guías "ayudan a tener un mayor nivel de comodidad y permiten que el equipo tenga más amplitud de elección sobre cómo quieren expresarse en el trabajo". "Nuestro uniforme rojo es algo de lo que nos sentimos increíblemente orgullosos en Virgin", ha afirmado. "Queremos que nos refleje de verdad como individuos a la vez que mantenemos el famoso estilo de Virgin". De ahí que a las auxiliares se les explique que sigue siendo más que bienvenido continuar usando la barra de labios y la paleta de maquillaje que recomienda la compañía.
El pantalón como una prenda más del uniforme de la tripulación es un avance que se ha logrado hace apenas unos años. El AVE lo integró en mayo de 2004, mientras que Iberia lo introdujo a mediados de 2005, con un diseño de Adolfo Domínguez. Por su parte, British Airways no lo permitió hasta 2016 y después de una lucha de más de dos años por parte de sus trabajadoras: el 83% lo pedía. Eso sí, en su código de estilo se sigue exigiendo pintalabio y colorete, así como el cuidado de las cejas. Algo que también se mantiene en Iberia, con reglas como pendientes discretos, medias color carne o uñas arregaladas; o Air Europa, que prohíbe la gomina y los coleteros de colores.
Con estos cambios anunciados por el vicepresidente ejecutivo de la compañía, Mark Anderson, parece que Branson redime su fama de excéntrico y polémico que tiende a rodearse de mujeres bellas con poca ropa o a hacer caricaturas de la imagen femenina para sus puestas en escena. El millonario no ha dudado en colocarse la falda y la chaqueta rojas de la compañía y en malpintarse los labios de carmín para algún vuelo inaugural. Por otro lado, también ha demostrado interés por el bienestar de los suyos con iniciativas sorprendentes, como la de comprar una isla al sur de Australia para disfrute de sus empleados o la de animar a sus trabajadores a disfrutar de tantas vacaciones como gusten siempre que no dañen el negocio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.