Mujeres en gastronomía, contra la invisibilidad del talento
Cientos de profesionales (cocineras, sumilleres, empresarias, científicas…) españolas se unen para luchar por el reconocimiento femenino en el sector culinario
Las mujeres de la gastronomía en España están cocinando un cambio. Ya se ha formado una red de más de 300 profesionales y un centenar de ellas se reunieron hace unos días en Valencia, en el marco de la feria Gastrónoma, para sentar las bases de acciones contra la invisibilidad en el sector. Cocineras, sumilleres, productoras, científicas, periodistas, empresarias, organizadoras de eventos y congresos (entre otros perfiles laborales) ya han creado un grupo, Mujeres en Gastronomía, para que el talento, que no tiene género, deje de estar oculto.
Un primer paso ha sido la creación de la primera base de datos completa y actualizada de las mujeres de la gastronomía española, así como un blog donde se exponen las medidas que se toman y las convocatorias. También se están organizando grupos de trabajo por especialidades profesionales y ámbitos territoriales, y se ha consensuado una imagen de marca para comunicar todos los eventos, noticias, investigaciones o aspectos de interés en los que participen las gastrónomas.
Lo que se pretende es “visibilizar el enorme talento creativo en un ámbito de igualdad y, además, crear un espacio de trabajo en red, colaboración y sinergias que pueda impulsar nuevos proyectos empresariales, académicos o científicos”, de acuerdo a la nota de prensa compartida por el grupo.
El encuentro del pasado 12 de noviembre en Valencia lo abrió Purificación García Segovia, profesora de la Universitat Politècnica de València, que expuso los resultados de la tesis doctoral Barreras y facilitadores que enfrentan las mujeres en gastronomía. Incluye datos reveladores: de los 195 restaurantes con estrella Michelín de España en 2018, solo el 10% están regentados por mujeres. Según el estudio, los cocineros consiguen mayor reconocimiento del público y financiación para sus proyectos, y la conciliación es la principal traba para ellas.
Para seguir profundizando en la investigación de las mujeres en el ámbito gastronómico, se va a realizar un estudio sobre el asunto con apoyo de Ferran Adriá en el marco de las apuestas de futuro de Bullipedia y Bulli Foundation.
Una de las chefs que ha reivindicado más presencia para las mujeres en los congresos y eventos del sector ha sido María José San Román, al frente del restaurante alicantino Monastrell, con una estrella Michelin: “Somos muchas y contamos también con el apoyo de Carme Ruscalleda; Elena Arzak, Fina Puigdevall, Susi Díaz, Macarena de Castro, Esther Manzano, Mari Carmen Vélez o Beatriz Sotelo, entre otras. La invisibilidad está arraigada y el talento invisible desincentiva a futuras generaciones. Es un problema mundial cuyo cambio podemos liderar desde España”.
San Román reunió el pasado octubre a destacadas colegas jefas de cocina para definir caminos de reivindicación; un encuentro a su vez secuela de una cita femenina organizada en Sant Pol de Mar (territorio Ruscalleda) por la periodista Cristina Llolonch en 2012. Ahora, la chef de Monastrell y la empresaria y embajadora de la gastronomía valenciana Cuchita Lluch han sido dinamizadoras del encuentro de Mujeres en Gastronomía. Tras este 12N, hay un antes y un después.
“Hay muchas ganas de hacer cosas. Se ha generado un movimiento fantástico que está produciendo muchas expectativas. Es importantísimo dar a la mujer el papel que tiene en la sociedad y en la gastronomía. Necesitamos visibilidad y más unión. Las mujeres muchas veces no nos atrevemos. Los hombres no tienen las ataduras mentales que las mujeres tenemos”, opina Lluch, portavoz de la nueva red. “Esto no va a parar. Y no es contra nadie, es con todos, con nosotras mismas fundamentalmente”.
Algunas de las aportaciones del encuentro para combatir la invisibilidad son el fomento del corporativismo y la creación de una red de apoyo entre sus integrantes que además ponga en valor trabajos aún más ignorados, como el de mariscadoras, conserveras y el del conjunto de mujeres con producciones tan pequeñas como valiosas.
Distintas participantes contaron en Valencia su experiencia reiterada como únicas participantes en eventos donde la mayoría de ponentes eran hombres. “Tal vez lo peor sea la invisibilidad de la invisibilidad femenina. Nadie se da cuenta de que somos invisibles, parece normal”, afirmó Silvia García, sumiller y jefa de sala Mugaritz.
Por esta razón, una de las conclusiones del encuentro ha sido pedir a los compañeros chefs que reconsideren su participación en proyectos donde no está representada más de la mitad de la sociedad. Asimismo, se fomentará la participación en concursos en los que hasta ahora se cuenta con escasa presencia femenina. Más que techo de cristal, se habló de “techo de cemento”, ese nivel de autoexigencia de las mujeres que les impide destacar. “El miedo nos paraliza y así no avanzamos. La alta cocina tiene sus reglas y o la coges y vas a por todas, o la dejas”, ha subrayado Begoña Rodrigo, responsable del restaurante La Salita.
Otras líneas de actuación son prevenir y luchar contra el acoso laboral, incentivar que profesionales veteranas sean mentoras de nuevas generaciones e impulsar las iniciativas de las nuevas emprendedoras.
De la reunión en Valencia se ha generado un movimiento ambicioso, que tendrá próximas citas el próximo año en foros como Hospitality Innovation Planet (HIP) y el congreso San Sebastián Gastronomika.
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