‘Bolillo’, el perro fiel que acompaña la caravana de migrantes hasta EE UU
Un pitbull ameniza el viaje de los 7.000 personas que habiendo partido de Honduras pretende atravesar la frontera norte de México
Bolillo ha cambiado dos veces de país y una sola de nombre. Este pitbull nacido en Honduras recorre junto a 7.000 migrantes la larga marcha que les llevará a atravesar de sur a norte México en dirección a EE UU y en pos de mejores condiciones de vida.
El cambio de nombre ha sido más extremo que el de país: en Honduras al perro lo llamaban La Bestia, que es el sobrenombre con que se conoce al tren de carga en el que montan los indocumentados en México. Pero ahora, el can ha sido rebautizado como Bolillo, la denominación de un pan barato, típico de México que constituye, de hecho, la base de la dieta del animal en su largo recorrido hacia el ansiado norte.
El animal ha recorrido desde que inició su marca el 13 de octubre más de 800 kilómetros, en una ruta llena de vicisitudes. Atravesó la frontera sur de México nadando por el caudaloso río Suchiate junto a la balsa en la que iba su dueño, Adalberto López. El pasado el lunes se subió a un tráiler para ganarle kilómetros al largo camino que aún les falta para llegar a la frontera norte de México. López dice haber cargado con él a hombros en algunos tramos del largo trecho.
El can se ha cruzado con varias hembras en su camino mientras pasaba por Guatemala. Ya en México, en Huitxla (Chiapas), su propietario tenía pensado cruzarlo con otra pitbull, de nombre Luna.
Con su pelaje marrón claro y ojos amarillos, Bolillo se ha ganado el cariño de todo aquel con el que se encuentra. A pesar de un temperamento manso, su dueño lo guarda en una jaula por las noches y, de día, lo lleva asido con cadena gruesa.
Tras tanto kilómetros recorridos en los 11 días de viaje, el can no se arredra: "Va con el pecho en alto, nadie lo detiene", describe su amo, quien decidió traer al perro desde Honduras porque "nadie" lo iba a cuidar como él. También esperaba que el animal conociera "otros países". En una entrevista para la cadena CNN, añade que lo trajo también para que no se le acercara "ningún policía" y porque el animal "no convive" con otra persona más que con él. "No lo iba a dejar allí y que me muera yo solo en el camino".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
- Perros
- Caravana migrantes centroamericanos
- Inmigrantes latinoamericanos
- Crisis migratoria
- Emigrantes
- Honduras
- Mascotas
- Emigración
- Problemas demográficos
- Centroamérica
- Crisis humanitaria
- Estados Unidos
- Catástrofes
- Animales compañía
- México
- Inmigrantes
- Norteamérica
- Inmigración
- Migrantes
- Migración
- Desastres
- Latinoamérica
- Sucesos
- Demografía
- América
- Mundo Animal
- EP Global
- Blogs