El Ayuntamiento prohibirá circular a las bicis por Madrid Río

El Ayuntamiento de Madrid iniciará el próximo lunes la construcción de un "itinerario ciclista" paralelo a Madrid Río para desviar por ahí las bicis que circulan por este parque madrileño. Su configuración actual es la de senda ciclable (donde bicis y peatones deben convivir). La actuación, en la que se van a invertir casi 4 millones de euros, supondrá que, cuando esté terminada, todo Madrid Río se convierta en una zona peatonal vetada a los ciclistas. El "itinerario ciclista" paralelo, de 8 kilómetros, solo incluye menos de dos kilómetros de carril bici segregado, mientras que el resto serán ciclocarriles (carriles compartidos con los coches). 

"Nuestro objetivo es que cuando este carril esté construido y en funcionamiento, declarar Madrid Río como una zona peatonal, donde la Ordenanza de Movilidad, ya prohíbe la circulación en bicicleta", ha dicho en Telemadrid el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Cuando esto ocurra, dentro de seis meses, supondrá que las miles de personas que circulan en bicicleta por este parque -sobre todo los fines de semana- no podrán usarlo más para moverse en bici.

La alternativa es un itinerario de 8 kilómetros de longitud que enlazará los distritos de Arganzuela, Moncloa y Centro, desde la plaza de Legazpi hasta el Puente de los Franceses. "Quitar las bicis de Madrid Río para tirarlas en una basura de ciclocarril es una barbaridad", opina el ciclista y activista Javier Ángel. El ciclocarril -compartido con los coches- surcaría la avenida de Valladolid, el paseo de la Virgen del Puerto, el paseo de la Florida y el primer tramos del paseo de los Melancólicos. El resto del itinerario sí que contará con un carril bici bidireccional segregado, que pasará por paseo de  Yeserías, paseo de la Chopera y segundo tramo del paseo de los Melancólicos para unirlos con los tramos ciclistas de la calle de Toledo.

Además, el Consistorio madrileño ha puesto en marcha las obras para crear un carril bici segregado  en el Camino de Vinateros (Moratalaz), cuyas obras empezarán también en octubre y con un presupuesto de casi 3,5 millones de euros. Se trata de un tramo de 1,5 kilómetros que discurrirá entre el Camino de Vinateros y la avenida de Moratalaz, quitando un carril para el tráfico privado.

"Prohibir las bicis en Madrid Río es como prohibirlas en el Retiro, en el Juan Carlos I, en Central Park... es un sin sentido de dictadorzuelo antibici. De toda la vida, en los parques se puede ir en bici, (con limitación de velocidad, pero se puede)", dice el activista ciclista José Rossi. "Lo que van a hacer son 7,5 km de itinerio ciclista (eufemismo digno de Ana Botella) donde solo 1,7 km son carril bici protegido. El resto, ciclocarril limitado a 50 kilómetros hora, ideal para familias de paseo. Viva la promoción de la bici de Ahora Madrid", continúa Rossi que es uno de los portavoces de la plataforma Carril Bici Castellana. Este movimiento ciudadano reclama la construcción de un carril bici en la Castellana como inicio de una red completa de carriles bici en la capital.

Durante la legislatura de Manuela Carmena, el Ayuntamiento ha creado  distintos "itinerarios ciclistas", pero no ha apostado por los carriles bici segregados. Según los datos municipales, en esta legislatura se han ejecutado 20,81 kilómetros de carriles bici, mientras que quedan pendientes de ejecutar 9,66 kilómetros. Para 2019 están presupuestados otros 10,32 kilómetros, lo que alcanzaría la cifra de 40,79 kilómetros de carriles bici segregados en cuatro años.

Según los datos publicados por el Ayuntamiento de Madrid, en la capital hay en torno a 294 kilómetros de ciclocarriles y solo 40 kilómetros de carril bici segregado y 85 de aceras bici. Además, de los 67 kilómetros del Anillo Verde y de otras infraestructuras más alejadas del centro de la ciudad. La movilidad a pedales en la capital no supera el 1% del reparto modal (es decir, menos de uno de cada 100 viajes diarios se hacen en bicicleta). Ciudades como Sevilla (donde las bicis se mueven en torno al 7% del reparto modal), Barcelona (2,5%) o Valencia (2,4%) exhiben más músculo ciclista (y más infraestructura segregada).