Dice la canción que, para ser feliz, en la vida hay que contar con tres cosas: salud, dinero y amor. No obstante, la ciencia se ha encargado de demostrar que, sin un factor previo, ninguna de las tres pueden disfrutarse debidamente. Sin un correcto descanso ni se gasta a gusto, ni se ama en condiciones ni, por supuesto, se goza de una buena salud. Y ante los vaivenes del sueño, trucos: dormir desnudos para equilibrar la temperatura corporal; técnicas para conciliar el sueño como la famosa del 4-7-8, basada en la respiración; playlist adormecedoras adaptadas a cualquier patrón de descanso… Aunque quizá todo eso sea demasiado complicado y baste con estudiar la naturaleza.
El psicólogo especializado en el sueño Michael Breus ha volcado sus conocimientos y estudios sobre cronobiología, es decir, sobre los ritmos circadianos que marcan el descanso, en el libro The Power of When (El Poder de Cuándo), estableciendo una nueva categorización. Breus, que también forma parte de la Academia Americana de Medicina del Sueño, ha sumado más 'tribus' a la tradicional división entre alondras y búhos, referida a la personas con mayor actividad diurna o nocturna. Estudiando los usos y costumbres de otros animales, ha ampliado el abanico hablando ahora de osos, leones, lobos o delfines e invitando, con un sencillo prueba, a descubrir cuál es el patrón personal de cada uno.
"El descanso correcto radica en conocerse para adaptarse a los ritmos que marca nuestro cuerpo", explica el doctor Álex Ferré, especialista en trastornos del sueño. Por su parte, Francisco Segarra, experto en medicina del sueño de la Cínica del Sueño Estivill, considera que es esta una forma aceptable y divertida de explicar los cronotipos, es decir, las tendencias que marcan el descanso: "Nuestro organismo es un conjunto de ritmos relacionados con la presión arterial, la respiración, la menstruación en las mujeres, etcétera". Y añade que "hay que imaginar nuestro cuerpo como si fuera una orquesta en la que cada ritmo toca un instrumento; todos deben estar coordinados para que exista una armonía y, por eso, hay que aprender a adaptarse y respetar la partitura personal".
Estas son las características que definen a los osos, los leones, los delfines y los lobos.