Estampas de nostalgia rusa
Los vestigios del pasado salpican la vida cotidiana y el paisaje de las ciudades rusas. La época imperial y la soviética son las grandes generadoras de imágenes de lo que fue y también de lo que pudo ser. Un recorrido del metro de Moscú al Transiberiano, de la costa de Crimea a los Urales, de la celebración del fin de la Segunda Guerra Mundial a la carrera espacial.
El fotógrafo Didier Bizet mira a Rusia a través de la melancolía y la nostalgia. Sus ojos, por tanto, van en busca del pasado, de lo que fue y ya no es, y también de los restos que de él permanecen. En sus imágenes predominan las huellas de la URSS, aunque están entrelazadas con la herencia de la Rusia imperial anterior.
Uniformes militares, banderas rojas, recuerdos de la victoria en la Segunda Guerra Mundial y del viaje de Yuri Gagarin al cosmos, el metro de Moscú y los bloques de viviendas construidas con paneles de hormigón, así como los automóviles familiares modestos, forman parte de la primera categoría. Las cúpulas de las iglesias ortodoxas, los retablos barrocos, los jardines y fuentes de palacios y las isbas (viviendas campesinas típicas) forman parte de la segunda.
La combinatoria de Bizet abarca un amplio espacio, desolado por su inmensidad en relación con las gentes que lo habitan. Sus protagonistas son personas anónimas, ciudadanos en el ejercicio de su vida cotidiana, en su trabajo y en su ocio. La dependienta, la burócrata, la anciana, los jóvenes pálidos de miradas enigmáticas forman parte de un conjunto que, capturado por Didier, expresa zozobra, desesperanza, aburrimiento, fiesta y el dolor del adiós. Es este un mundo concentrado en sus propios mitos, leyendas y glorias militares, un mundo de seres que parecen vivir al otro lado del espejo desde donde el fotógrafo les contempla.
El libro Itinéraire d'une mélancolie, de Didier Bizet (Les Éditions de Juillet), se publica en octubre de 2018.
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