Cada mañana, al despertar
SI NO LE tienes respeto al siglo XII, no le tienes respeto a nada.
—Es que yo no sabía que era del siglo XII.
He dicho el siglo XII por decir, idiota. Todos los siglos, desde que se inventaron los años, merecen una consideración, también los decenios y los lustros y hasta los segundos que constituyen las entrañas del minuto. Pero te voy a decir más, cabeza de chorlito: un hombre prehistórico que hubiera viajado en el tiempo hasta nuestros días no habría sido capaz de perpetrar un crimen de esta naturaleza contra uno de los mármoles de la fachada de las Platerías. Un hombre (o una mujer, ah, el genérico excluyente) de Altamira habría percibido la espiritualidad de fondo que late en el fantasmagórico conjunto escultórico de la catedral de Santiago y habría permanecido absorto en su contemplación, aunque le hubiéramos puesto un rotulador entre los dedos.
Un individuo que no respeta el siglo XII o cualquier otro se tiene a sí mismo por una caca incapaz de elevarse sobre sus intestinos para reconocer la trascendencia de una obra de arte que lleva 800 años sin moverse del sitio, pese a la intemperie y a las bombas. No deseo que te pillen, muchacho (porque imagino que eres un muchacho, incluso un muchachote), y te claven la multa que seguramente no podrías pagar. No te deseo el escarnio de aparecer en los papeles como el autor de esta mamarrachada que da lástima. Solo deseo que cada mañana, al despertar, te mueras de vergüenza y que la pesadumbre te ayude a limpiar el borrón de carácter moral que esta crueldad, lo quieras o no, ha dejado en tu alma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.