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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Homenaje del Festival del Sur a una biblioteca ambulante

El director teatral burkinés Hassane Kouyaté presenta en Agüimes 'El fabuloso destino de Amadou Hampâté Bâ'

Ángeles Jurado
Santa Cruz de Tenerife -
Imagen del espectáculo.
Imagen del espectáculo.Frédérique Desmesure

La noche de este sábado se presenta en el Festival del Sur, en la localidad grancanaria de Agüimes, la obra teatral El fabuloso destino de Amadou Hampâté Bâ, con texto de Bernard Mangier y dirección del escenógrafo burkinés Hassane Kassi Kouyaté. El veterano festival de artes escénicas, tricontinental desde su origen, cumple 31 años en este mes de octubre y lo celebra transmitiendo la obra y las enseñanzas del sabio africano por excelencia en las voces de Habib Dembélé y Tom Diakité. La producción se hizo a caballo entre Francia y Martinica y ya buscó escenarios en el MAPAS, en julio, tras girar por parte del Caribe francófono y de la exmetrópoli. La presentó su director, Kouyaté, hijo del actor fetiche de Peter Brook, Sotigui Kouyaté. Kouyaté ya ha pasado por los escenarios de Agüimes con una obra previa sobre la figura del malogrado, turbulento y brillante autor congoleño Sony Labou-Tansi y ha dado lustre a las dos ediciones del MAPAS.

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“Antes de Hampâté Bâ, yo había trabajado con Labou-Tansi”, precisó Kouyaté en Tenerife este verano, en una entrevista en la cafetería del TEA junto a su amigo y cómplice Antonio Lozano. “De hecho, nuestro objetivo con Bernard Magnier y Le Tarmac, el teatro francófono en París, es hacer una serie de espectáculos de teatro documental para dar a conocer los grandes autores africanos muertos físicamente, pero con obras gigantescas todavía muy vivas. El objetivo real no es hacer teatro, es dar ganas –a través del teatro- de conocer la obra de autores que son monumentos para nosotros. El proyecto continúa con Kateb Yacine, de Argelia, y Frantz Fanon, de Martinica”.

Hampâté Bâ nació en un poblado dogón, en Mali, recién estrenado el siglo XX. Antes de morir en Abiyán, a los 91 años, ejerció de eminencia en las asambleas de la Unesco, trabajó en el Instituto Fundamental del África Negra (IFAN) de Dakar y viajó y pronunció conferencias por medio mundo. Se formó entre la escuela coránica y la colonial francesa y estudio magisterio en Gorée, en Senegal. Además, escribió cuentos y leyendas, poemas, ensayos, literatura infantil y dos volúmenes de memorias publicadas a título póstumo, Amkullel, el niño fulbé y Oui, mon Commandant. A partir de 1970 centró su trabajo en la clasificación de los archivos acumulados durante toda su vida sobre las tradiciones orales del África occidental. Su historia El extraño destino de Wangrin le valió el Gran Premio Literario de África Negra en 1974. Suyos son títulos que se declaman con reverencia y paladean en silencio con placer hoy en día, como Tierno Bokar, le Sage de Bandiagra (1957), Koumen (1961), Kaidara (1969) y Jesús visto por un musulmán (1976).

“Hampâté Bâ murió, pero su biblioteca existe”, afirmó Hassane Kouyaté en Tenerife. “Lo que ha dejado a la humanidad es increíble. Como sucede con su célebre frase Cuando un anciano muere es una biblioteca que arde, una de las frases más citadas del mundo. Pero creo que no es tan conocido por el gran público como debiera, aunque forme parte del patrimonio inmaterial que nos pertenece a todos. Era evidente para nosotros que había que trabajar sobre él”.

Hassane Kassi Kouyaté, en una entrevista.
Hassane Kassi Kouyaté, en una entrevista. Youtube

El espectáculo que hoy aterriza en Agüimes se creó en una librería de Vitry (Francia) en marzo de este año, en coproducción entre tres entidades (el teatro de Vitry, Le Tarmac y Tropiques Antrium), y a principios de este año, ya acumulaba más de sesenta representaciones entre festivales y escenarios del Caribe francófono y escuelas e institutos de las banlieus parisinas. En julio y desde Canarias, preparaba su salto a América Latina y la propia África, de la mano de la Fundación Hampâté Bâ, dirigida por la hija del genio y ubicada en Abiyán. Ya el año que viene, se dirigirá a Suiza y Bélgica.

Es una pieza de una hora que conjuga música y relato a dos voces, instrumentos como la guitarra y la samsa, canciones y proyecciones. La escenografía es mínima y se pone al servicio del mensaje, no de los recursos. Necesita, sin embargo, de la oscuridad. “Son dos personas que cuentan la vida de Hampâté Bâ”, según adelantaba la narración de Kouyaté. “Y también se incluye el conocimiento de su obra. Es una mezcla de muchos estilos de espectáculo”.

El gran público no conoce a Hampâté Bà como debiera, aunque forme parte del patrimonio inmaterial de todos

La cita de esta noche en Agüimes es un homenaje a todo lo que África aporta a la Humanidad y a la palabra. Ya el jueves, la palabra se hizo carne en Tierno Monénembo al sureste de Gran Canaria y ayer, incendió los labios de Aminata Traoré en una cita que une conciencia, política y arte y que se tinta, desde hace tres décadas, con colores de africanista.

Según quienes glosan su historia, Hassane Kassi Kouyaté llegó a la escena por puro determinismo. El teatro está en su sangre y en su ADN: miembro de una familia de griots, él mismo ejerce de escenógrafo, actor, músico, bailarín y griot, fundamentalmente centrado en el cuento como herramienta y savia artística. Fundó el festival Yeleen, una cita internacional de cuentos, música y danza; la Mansión de la Palabra y el centro cultural y social de Djéliya, en Bobo-Diulasso. También la asociación Tama Evénements, que produce y organiza eventos culturales y artísticos en colaboración con ayuntamientos, asociaciones culturales y grupos ciudadanos.

Dirige el Teatro Nacional de Martinica, Tropiques Atrium, desde 2014 y se hará cargo del Festival de las Francofonías de Limousin a partir de enero del año que viene. Ha trabajado en varios países africanos y europeos y aunque hunde sus cimientos en el fértil terreno de la tradición africana, ha formado parte de los elencos tanto de Sunyata o Sozaboy, de Ken Saro-Wiwa, como de La metamorfosis o Las troyanas. Ha dirigido obras de Sartre, Bretch y Beckett. También ha trabajado en el cine, con Med Hondo, Denis Amar o Jacques Oppenheim al mando y ha compuesto bandas sonoras.

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Sobre la firma

Ángeles Jurado
Escritora y periodista, parte del equipo de comunicación de Casa África. Coordinadora de 'Doce relatos urbanos', traduce autores africanos (cuentos de Nii Ayikwei Parkes y Edwige Dro y la novela Camarada Papá, de Armand Gauz, con Pedro Suárez) y prologa novelas de autoras africanas (Amanecía, de Fatou Keita, y Nubes de lluvia, de Bessie Head).

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