El zoo del burro pintado como una cebra dice ahora que era una actividad lúdica

El director del minizoológico de El Cairo, Ali Zabet, ha asegurado este jueves que las dos burras que fueron pintadas de cebras y que se volvieron virales en las redes sociales en cuestión de días, formaban parte de una serie de actividades lúdicas para los niños. El caso, convertido por unos días en debate nacional en Egipto, ha ocasionado tal revuelo, que la dirección del parque ha decidido cerrar el minizoo y solicitar a la Fiscalía una investigación.

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La polémica saltó a finales de julio por la difusión de un selfi con una de las burras pintadas. El presidente del consejo directivo del Jardín Internacional en El Cairo, Mohamed Sultan, negó entonces de forma categórica que se tratara de un engaño en una entrevista para la radio local y a través de un comunicado público. Este jueves, la versión es distinta. Sultan ha reconocido que uno de los empleados pintó a las burras, y aunque cree que fue "como forma de diversión" y para "enseñar a los niños cómo son las cebras", también reconoce que fue un comportamiento "erróneo e irresponsable".

La actividad se enmarcaba en unas jornadas que celebra cada año el parque, que apenas cuenta con unos cuantos animales domésticos, avestruces, monos, caballos y dos burras. Se trata de un festival que del 15 al 30 de julio trata de atraer las visitas que comienzan a bajar durante los meses de calor. Este año, con el fin de divertir a los niños, los empleados de la empresa Sama, que subcontrata la gestión del zoo, decidieron pintar a los pequeños y también a las dos burras. "En ningún momento dijimos que eran cebras", asegura el director del minizoológico, Ali Zabet, que ha subrayado que el objetivo era "poner contentos a los niños y que se sacaran fotos con ellas".

El caso ha provocado numerosas bromas fuera de Egipto y ha terminado en la Fiscalía. El director del zoológico, Zabet, ha explicado que, como "ocurre en fiestas en otros países", el año pasado hicieron lo mismo y aún no entienden por qué este año el asunto ha tenido tanta difusión hasta el punto de suponer el cierre del zoo. "El problema es que parece que estamos engañando a la gente, no es cuestión de vender que son cebras, ni le tomamos el pelo a la gente", ha dicho. 

El cierre del minizoo supone también la clausura de un espacio de ayuda para animales maltratados, como es el caso de una de las burras pintadas y a la que este jueves apenas le quedan unas trazas en las patas del tinte natural que usaron para maquillarla. "La burra pequeña estaba con gente que la maltrataba y pegaba, por eso la trajimos para que acompañara a la otra y no se quedara sola", ha afirmado Zabet. 

Mientras tanto, dos funcionarios del jardín han deplorado que en un país y en una región con problemas mucho más graves, esto sea lo que tenga impacto. "Ojalá se interesen por los seres humanos tanto como por los burros", se queja el guardia de seguridad del minizoo.