Una vez metida en materia, la estadounidense realiza cinco minutos de actividad cardiovascular seguida de 10 minutos de fuerza. Estos segmentos los repite tres veces. ¿Por qué tanto cambio? "Para poder exigir al máximo a cada grupo muscular sin llegar al agotamiento", explica Antonio López, director de Saludando. Y, de paso, para no aburrirse.
Si piensa que correr, la elíptica o la bicicleta estática son sota, caballo y rey, abra su mente. La modelo también le da a saltar en la cama elástica o aprovecha las escaleras de acceso a su mansión para practicar el running stairs, o, lo que es lo mismo, tirarse esos cinco minutos subiendo y bajando la escalinata como si no hubiera un mañana. Aplíquese el cuento: coja desde ya la escalera de la comunidad de vecinos y suba y baje con ánimo de bombero en plena faena. Notará los efectos.