S.P.L. Sørensen, el bioquímico danés que nos familiarizó con el pH
Sus estudios sobre acidimetría le permitieron introducir el símbolo que indica la concentración de iones hidrógeno en las disoluciones acuosas de los electrólitos
Ha pasado a la historia como el creador de la escala pH, que se ha convertido en una parte imprescindible de la literatura científica por su influencia en la consideración de problemas biológicos. S.P.L. Sørensen también estudió las proteínas, las fermentaciones y la síntesis de las aminas ácidas. Fue, en definitiva, un científico dotado de un talento casi innato para la química pero siempre con una ferviente esperanza en el progreso del bienestar humano y, sobre todo, en la paz mundial.
Sørensen fue nominado hasta 13 veces al Premio Nobel, cinco veces en Fisiología o Medicina y otras ocho en Química, pero nunca lo logró, aunque que las nominaciones estuvieran dentro de ambos campos dice mucho de la posición que ocupa la Bioquímica como límite entre la Fisiología, la Química y la Biología.
Søren Peter Lauritz Sørensen nació en Havrevjerg, cerca de Slaglese (Dinamarca), el 9 de enero de 1868. Fue hijo de un granjero que siempre se preocupó de que tuviera una buena educación. A los 18 entró en la Universidad de Copenhague decidido a estudiar Medicina, pero la influencia de Sophus Mads Jorgensen, un importante investigador de compuestos complejos inorgánicos, lo llevó a elegir la Química para su carrera. En esos años universitarios ya despuntó con su talento al recibir dos medallas de oro, la primera por un artículo sobre el concepto del radical químico, y la segunda por un estudio de compuestos de estroncio.
El joven Sørensen se graduó de la Universidad de Copenhague en 1881 y durante los diez años siguientes trabajó en síntesis inorgánica a las órdenes del profesor que le había marcado su vocación, S.M. Jorgensen, en la Universidad Técnica de Dinamarca. Sin embargo, poco después, el trabajo y la vida de Sørensen pasaron a ser casi uno en el Laboratorio Carlsberg en Copenhague.
Jacobsen, el fundador de la Cervecería Carlsberg en Copenhague, estableció el Laboratorio Carlsberg en 1876 y el profesor J. Kjeldahl se convirtió en el primer jefe del Departamento Químico del Laboratorio, en el que trabajó hasta su muerte en 1900. En ese momento, el cada vez más reconocido Sørensen fue invitado a ser el sucesor de Kjeldahl y fue en este laboratorio donde el químico llevó a cabo numerosas obras pioneras gracias a su elaborada técnica experimental en el campo de la Bioquímica.
Gracias a Sørensen, el Laboratorio Carlsberg se hizo famoso como uno de los centros de estudio más productivos del mundo, atrayendo a muchos investigadores de todo el mundo mientras él se convirtió en un líder en la aplicación de la termodinámica a la química de proteínas.
Mientras trabajó en el Laboratorio Carlsberg, Sørensen estudió el efecto de la concentración de los iones sobre las proteínas, y por qué el ion H+ era particularmente importante. Fue el introductor de la escala de pH como un modo simple de expresión en 1909.
El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una disolución que indica la concentración de iones hidrógeno presentes en determinadas disoluciones. El significado exacto de la p en pH, de acuerdo con la Fundación Carlsberg, significa “poder de hidrógeno”. Las letras pH son la abreviatura de ‘pondus hydrogenii’ (traducido como hidrógeno potencial), lo que significa poder de hidrógeno, ya que la acidez es causada por un predominio de iones de hidrógeno (H +). Sørensen, con este descubrimiento, ha sido acreditado como el fundador del concepto de pH moderno.
El contexto para la introducción del pH supuso un lento cambio desde las antiguas pruebas de cambio de color para indicar el grado de acidez o basicidad de los métodos eléctricos. En este último, se medía la corriente generada en una celda electroquímica por iones que migraban a electrodos con carga opuesta, usando un galvanómetro altamente sensible y delicado. Hasta que Sørensen desarrolló la escala de pH no hubo una forma ampliamente aceptada de expresar las concentraciones de iones de hidrógeno, y es que él sugirió que la potencia podría estar representada por una escala de pH en la que 7 es neutral y 1 y 14 son los extremos de acidez y alcalinidad, respectivamente.
A partir de ese momento, la escala de pH fue rápidamente aceptada por la comunidad de investigadores bioquímicos en sus estudios sobre la capacidad de los tejidos vivos para amortiguar el exceso de acidez o alcalinidad. Ese éxito se debió, en gran parte, a la química médica alemana Leonor Michaelis, que publicó un libro sobre la concentración de iones de hidrógeno en 1914 y, de esta forma, más químicos finalmente adoptaron la escala de pH de Sørensen. Pero aún más se extendió el uso del pH en 1935, cuando Arnold Beckman desarrolló y vendió un simple medidor portátil de pH de lectura directa.
En las últimas décadas de su vida Sørensen tuvo cada vez menos tiempo para el trabajo de laboratorio aunque publicó regularmente artículos y estudios hasta 1934. A cambio, cada vez se movió más en el ámbito administrativo y organizativo, y no solo dentro del Laboratorio Carlsberg, ya que fue miembro de varios consejos de administración. Puso, por ejemplo, mucha energía en que se creara el Comité de Trigo, en 1929, que tenía el objetivo principal de mejorar la calidad de la harina de trigo danesa producida para la industria del pan. Sørensen estuvo tan comprometido con la sociedad civil que también fue uno de los fundadores de la Asociación Danesa de la Fuerza Aérea en 1934.
Sørensen siempre alentó a los científicos que visitaban el Laboratorio Carlsberg a trabajar en dar solución a problemas médicos y también fue un gran impulsor de la tecnología química, contribuyendo a las industrias de licores, levadura y explosivos daneses.
A nivel nacional e internacional Sørensen disfrutó de grandes honores desde los inicios de su carrera investigadora de sociedades científicas y tecnológicas, algo que se hizo más visible cuando se retiró del puesto de director de la sección química de los Laboratorios Carlsberg en 1938 y fue elegido presidente de la Royal Danish Science Society. Sin embargo, se convirtió en el presidente con el mandato más corto al fallecer menos de un año después, el 12 de febrero de 1939, a los 71 años, en la también localidad danesa de Charlottenlund.
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