El albergue que cobra más a las mujeres que a los hombres por una habitación idéntica
“No es sexismo, es oferta y demanda”, mantiene una directiva del establecimiento situado en la Estación del norte de Valencia
Up! Hostel, un albergue situado en el recinto de la Estación del Norte de Valencia, un área de la que es propietaria Adif, ha estado cobrando más a las mujeres que a los hombres por dormir en habitaciones de características idénticas. 3,06 euros más por noche. El caso fue denunciado hace unos días por una socia de la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana y ha sido asumido por el Instituto Valenciano de las Mujeres. Una directiva de la empresa, que solo ha rectificado parcialmente su política, la defiende afirmando que se trata de la ley del mercado.
"Una mujer preguntó a una amiga de Valencia, que es socia nuestra, por algún hostal donde dormir en Valencia, y le aconsejó el Up! Hostel por estar en la estación de tren. Cuando fue a hacer la reserva en la web vio la diferencia de precios y se lo dijo a su amiga, que se puso en contacto con nosotros. Nos preguntó si eso era normal y nuestros servicios jurídicos respondieron inmediatamente que no. Es un caso de discriminación", afirma Vicente Inglada, responsable de relaciones externas de la asociación de consumidores.
El Up! es un albergue low cost. Ofrece 89 plazas distribuidas en nueve habitaciones, la mayoría compartidas, un mobiliario básico, una cafetería donde se mezclan viajeros españoles e internacionales, un futbolín y un billar con vistas a los andenes de Cercanías. La denuncia de la Unión de Consumidores reproducía la descripción que el local hacía en Internet hasta hace una semana del cuarto femenino de ocho camas: "Habitación situada en la planta 0 del establecimiento. Amueblada con 4 literas. Cada cama dispone de ropa de cama (incluido edredón), luz individual, enchufe, estante, cortina opaca para mayor intimidad. Bajo la cama hay disponible un locker que se cierra con candado y deberá ser aportado por el cliente. Dispone de aire acondicionado y calefacción. Habitación de uso exclusivo femenino".
La descripción de la habitación masculina de ocho camas era calcada. La única diferencia entre ambas era el precio. La cama de mujeres costaba 16,83 euros por noche. La cama de hombres, 13,77 euros por noche.
A la entrada del hostal, junto a la terraza de mesas y sillas blancas, una directiva del establecimiento acusaba este viernes a la prensa de magnificar la noticia y negaba la discriminación: "No es sexismo, es oferta y demanda". La responsable reconocía que hasta la denuncia de la Unión de Consumidores, ofertaban tres tipos de habitaciones, algo que el comunicado difundido por la empresa, Valencia Station Hostel, omite. Este mantiene que en el establecimiento "una mujer abona el mismo precio que un hombre por habitación y noche" en una habitación mixta. Y que solo paga más si elige una habitación "exclusivamente femenina. Una opción que es libre y que por otra parte es demandada por la mayoría".
La habitación masculina, explica la directiva, se creó porque ciertos hombres, movidos cree que por motivos religiosos, prefieren no compartir habitación con mujeres. Esta opción nunca tuvo tanto éxito como la exclusiva de mujeres. Por eso, razona, era más barata. Y en medio de la polémica, la empresa la ha sacrificado.
A la puerta del hostal donde ha pasado una noche, Carla Guilfoyle, una joven viajera procedente de Brighton, en la costa sur de Inglaterra, considera la política de precios, de la que no era consciente, un caso "llano y cínico" de discriminación. "Se aprovechan de las mujeres que viajan solas, que debido a que la sociedad no les hace sentir seguras prefieren dormir en habitaciones femeninas, para ganar más dinero".
Guilfoyle agrega que la empresa podría haber ofrecido elementos objetivos para justificar un precio más elevado en el cuarto de mujeres. "Un espacio extra para colgar ropa, un espejo más grande y una luz mejor, la que hay es horrible, por ejemplo. Pero no se han molestado".
El Instituto Valenciano de las Mujeres ha remitido un escrito al establecimiento advirtiéndole de que su política comercial infringe la Ley de Igualdad y el artículo 14 de la Constitución, e instándole a cesar en la diferenciación de precios por razón de sexo, también en relación con las habitaciones mixtas. El organismo dirigido por Maria Such ha trasladado el asunto a la Agencia Valenciana de Turismo y a la dirección general de Consumo, que tienen las competencias en materia de inspección y sanción.
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