El gran negocio del contrabando de almejas japonesas
Las policías de España y Portugal se incautan de 10 toneladas de esta especie invasiva, barata y mariscada en zonas contaminadas de la costa lusa
Las almejas japonesas que los agentes se encontraron en un vivero de Santander -y en otros de Huelva o Pontevedra- habían entrado en España desde Portugal con documentación falsa. Acababan de llegar y reposaban en el agua oxigenada y salada de uno de los viveros, un medio de mejor calidad de las aguas contaminadas de la cosa lusa en las que fueron cosechadas por mariscadores ilegales para iniciar un fructífero negocio en el que el kilo de este bivalvo escala desde los 3 euros en los que se compran a pie de ría hasta los 12 euros a los que llega a venderse en los mercados, según la policía. Por eso los contrabandistas de Ruditapes philippinarum habían introducido en España diez toneladas de esta especie invasora, más barata que la babosa o la fina.
La Policía Nacional ha localizado el producto ilegal en una veintena de viveros, tras ser alertada del contrabando por la Policía Marítima de Portugal. Esta informó en 2015 de la existencia de una organización criminal "dedicada al marisqueo ilegal en zonas contaminadas de la costa portuguesa" para recoger almeja barata y venderla a España.
Los agentes portugueses dieron con los encargados de trasladar a las capturas de este molusco de concha sólida, ovoide, cuadrangular y de valvas lisas, que los cocineros recomiendan para elaborar fideos o fabes con almejas.
"Tras exhaustivas pesquisas documentales y sobre el terreno, se identificaron una veintena de viveros de Santander, Huelva, Gipuzkoa y principalmente en Pontevedra que estarían blanqueando la entrada de almejas japónicas en el mercado nacional. Estos viveros adquirían la almeja irregularmente mariscada por los furtivos portugueses a la organización que posteriormente la introduciría en España", dice literalmente una nota de la policía española distribuida este domingo.
La policía detalla la escalada de los precios de este producto "deficitario en el mercado español": "La compra a los furtivos se haría en torno a los 3-3.5 euros el kilo y la organización lusa las vendía a los viveros sobre los 7 euros por kilo. Después las empresas españolas las harían llegar a nuestro mercado en torno a los 10-12 euros por kilogramo". Es decir, un buen negocio.
El año pasado los policías lusos ya se incautaron de cinco toneladas "de este marisco con documentación falsa"; una documentación de organismos oficiales españoles que había sido estampados en una imprenta de España. Al final, las diez toneladas se han sacado del mercado, tras 19 registros, 20 inspecciones, la investigación de 20 personas jurídicas y dos físicas por falsedad documental, marisqueo ilegal, fraude fiscal y blanqueo de capitales. Todo por vender almeja barata.
La nota no aclara el destino de las almejas requisadas. Habitualmente, los alimentos frescos acaban en comedores sociales, residencias de ancianos, pero también directamente en la basura.
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