_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Igualdad y autonomía

Si escribe al consejero para quejarse de lo mal que compara su región con el resto, ponga en copia a Rajoy

Sandra León
Reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera..
Reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.. Kike Para

No queremos ser menos que nuestros vecinos. Pero tampoco que nos igualen perdiendo la autonomía para decidir en qué ámbitos queremos ser mejores y qué sacrificios estamos dispuestos a realizar para conseguirlo.

Si la lógica de vecindario se aplica a lo territorial, el recelo hacia el vecino se llamará agravio comparativo. Y la tensión entre igualdad y autonomía se hará más evidente. La uniformidad puede ser un billete directo hacia la igualdad, pero casa mal con el principio de autonomía política de los territorios.

En España, cada vez que se publican datos comparados entre comunidades autónomas reaparece el debate sobre autonomía y desigualdad. Es evidente que existen diferencias importantes entre regiones: listas de espera, horarios de apertura comercial, inversión extranjera o carrera profesional de funcionarios. La cuestión es: ¿cuánta de esta heterogeneidad es fuente de desigualdad y cuánta de esa desigualdad es aceptable en un país descentralizado?

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Un primer apunte en este debate es que las diferencias entre regiones no son siempre un problema, pues permiten la innovación y la difusión de buenas prácticas y que las políticas se adapten a las preferencias de los ciudadanos en cada territorio.

Segundo, una parte de la diversidad autonómica puede verse como un problema técnico cuando genera ineficiencias. Pero solucionarlas pasa por una mejor coordinación entre regiones.

Tercero, lo que no tiene naturaleza técnica, sino política, es definir qué es desigualdad (y no diversidad) y cuánta desigualdad debe aceptarse.

La principal fuente de desigualdad no se encuentra en cómo gastan las regiones (resultado de su autonomía), sino en cuánto pueden gastar. En concreto, en las diferencias en financiación per capita entre las comunidades de régimen foral y el resto. El acuerdo político ha sido, de momento, permitirlas.

Si escribe al consejero para quejarse de lo mal que compara su región con el resto, ponga en copia a Rajoy. Porque la financiación es la principal fuente de desigualdad, y su próxima reforma, una oportunidad para debatir sobre cuánta desigualdad es admisible. @sandraleon_

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_