_
_
_
_

La vida a través de una cristalera

Toby Melville (Reuters)

A PRIMERA vista podría parecer una pintura, aunque se trate de una foto. Tiene los grises deslavazados de algunos cuadros de Bacon, los destellos de luz irrenunciables en la producción de Estes, la obsesión por las formas cuadriláteras de los trabajos de Mondrian. Sin embargo, todo lo que abarca la imagen es real y, en cierto modo, prosaico: se trata de un bloque de oficinas de Londres, en cuyas ventanas se reflejan las formas de otro edificio. En ellas se intuyen arquitecturas, personajes e incluso un tiempo desapacible, revelado por el cielo plomizo de enero. Por detrás se esconden, como en las mejores obras de arte, los misterios de las vidas que, de 9.00 a 17.00, ven pasar el mundo por esas cristaleras. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_