Los edificios ecológicos son más baratos
Por una arquitectura sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental
Estamos en enero y ha vuelto a subir la luz, y ello a pesar de que el Gobierno ha decidido congelar una vez más la parte regulada de la tarifa eléctrica. Según FACUA, en 2017, la subida fue del 10,8%. Un crecimiento que se une al producido en los años anteriores y que ha dado como resultado que la electricidad se haya encarecido en más de un 80 por ciento en los últimos 10 años.
Todo parecería apuntar a que la evolución de los precios siga la tendencia alcista, al menos bajo la hipótesis de crisis ecológica que defienden algunos autores. Otros, por su parte, de la corriente, llamemos, tecno-optimista, defienden su estabilización o incluso disminución, gracias a la caída de los costes de las tecnologías renovables y de almacenamiento energético.
¿Cuánto estiman que puede variar de media en los próximos 30 años? ¿Va a seguir subiendo a este ritmo o incluso mayor en un contexto de crisis energética? ¿vamos a poder realizar una transición a la eficiencia energética y renovables y podremos conseguir parar las subidas de la luz? Se trata éste de un asunto clave, si lo que se busca es extender entre la sociedad el nuevo paradigma de sostenibilidad que necesita nuestro planeta. La política y la economía se mueven en el corto plazo. Por ese motivo, desafíos como el cambio climático o el deterioro ambiental en general, no entran en su radar.
Tenemos, por tanto, que esforzarnos por ampliar el marco temporal de nuestros análisis y presentar a la población en general los números reales de cualquier inversión: aquellos que no se limitan al dinero que se necesita hoy, sino al que se necesita a lo largo de toda la vida del activo objeto de estudio. Un tipo de análisis que encuentra perfecto acomodo en arquitectura, cuando analizamos el ciclo de vida de un edificio. Porque solo sabremos si un inmueble es caro o barato si consideramos, junto a su coste inicial, el coste de los insumos, fundamentalmente energéticos, que requiera mientras se mantenga en pie.
El presente artículo realiza este tipo de análisis para el caso, más sencillo, de un edificio de viviendas, en concreto, el que, en estos momentos, se encuentra en fase de construcción en Madrid, bajo la modalidad de cohousing: ENTREPATIOS Las Carolinas, un inmueble que cuenta 3313,12 metros cuadrados y que estará compuesto por 17 viviendas. El estudio contempla las siguientes hipótesis: Primero, el marco temporal, que se limita en este caso a 30 años, para acomodarlo al tiempo máximo habitual de los préstamos hipotecarios con los que se financian las viviendas; aunque también podríamos ampliar el plazo hasta los 50 años, vida útil de un edificio, de acuerdo con la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE).
Por otra parte, y pensando en las ciudades del futuro, limpias y eficientes, consideramos la electricidad como único vector energético del edificio. Por tanto, se trataría de un inmueble sin suministro de gas, biomasa, ni ningún otro combustible. Conseguimos así mejorar la calidad del aire, al tiempo que apostamos claramente por la posibilidad de generar energía in situ a través de tecnologías renovables, como la fotovoltaica. Bajo esta premisa, la variable clave para un encuentro feliz entre ecología y economía es la evolución esperada del precio de la electricidad. Y, en ese sentido, consideramos las dos hipótesis indicadas más arriba.
La sostenibilidad es de mirada larga y nuestro sistema económico neoliberal de crecimiento insostenible es cortoplacista
Por un lado (escenario A), la que prevé un incremento sostenido del precio a lo largo del tiempo, dando continuidad a lo que ha venido sucediendo en la década anterior, esto es, un 8 por ciento anual durante los próximos años. Y, por el otro, la que anticipa el estancamiento de los precios y que concretamos en un escenario B, en el que las subidas sean del 3 por ciento durante la primera década, para caer al 1 por ciento en la segunda y al crecimiento nulo en la última década. Esta segunda hipótesis no hace sino tomar en consideración la prevista corrección de buena parte de los llamados costes regulados que gravan nuestra factura eléctrica.
En el plazo de 20 años, por ejemplo, habrán desaparecido las llamadas primas a las renovables, que representan más de 6.000 millones de euros al año; unos años antes tendrían que haberse concluido el peaje que representa la financiación del también famoso déficit de tarifa, unos 2.500 millones/año; incluso los costes extrapeninsulares, que cubren el mayor coste que representa la electricidad que se consume en los archipiélagos y en las ciudades autónomas, más de 1.500 millones por año, también deberían sufrir una fuerte corrección. Pasando, por su parte, a analizar las diferentes opciones constructivas disponibles, estaríamos hablando de las siguientes tipologías:
A_ECTE Edificio CTE- Un edificio que cumple requisitos básicos del CTE (Código Técnico de la Edificación).
B.1_EECN Edificio Energía Casi Nula. Un edificio según la transposición de la nueva Directiva Europea 2010/31/UE.
B.2_ECO-EECN Edificio Energía Casi Nula con criterios de materiales ecológicos.
C.1_PASSIV Edificio Passivhaus, el estándar alemán que define los edificios más eficientes energéticamente en arquitectura.
C.2_ECO-PASSIV- Edificio con la certificación Passivhaus y criterios ecológicos en materiales y gestión del agua.
D. ECOPASSIV ENERGY+ Edificio Passivhaus, con materiales ecológicos y energéticamente autosuficiente.
Con estos datos estimados podemos hacer una comparativa sobre cuánto vale cada tipo de edificio en coste de inversión, año 0 y año 30, y con estas estimaciones se puede comprobar que un edificio muy eficiente energéticamente (Passivhaus), incluso autosuficiente, es mucho más barato que uno que cumpla simplemente CTE1. Pero como este juego se trata de especular y adivinar el futuro cada uno puede moverse entre los escenarios propuestos o plantear el escenario que considere oportuno.
TIPO EDIFICIO COSTE VIV y MES COSTE ANUAL EDIFICIO
A_ E_CTE | 121 € | 24.582 € |
B.1_E_ECN | 70 € | 14.280 € |
B.2_E_ECO-EECN | 70 € | 12.444 € |
C.1_E_PASSIV | 37 € | 7.548 € |
C.2_E_ECO-PASSIV | 37 € | 7.548 € |
D_ E_ECO- PASSIV ENERGY+ | 0 € | 500 € |
*No está incluido el mantenimiento, solo del caso solar autosuficiente valorado en 500 €.
*Gastos estimados para edificios eléctricos (sin combustibles in situ) de vivienda en bloque y en condiciones de confort, calefacción, refrigeración, iluminación y todos los aparatos y electrodomésticos eléctricos necesarios.
*Gastos estimados por vivienda media de 80 m² construidos y para un total de 17 viviendas.
¿Qué pasaría si la luz sube según un escenario A, un 8% anual durante 30 años? Que las amortizaciones las tenemos a 10,12 años y que los costes de un edificio convencional se disparan exageradamente a partir de los 15 años. Por ejemplo que una inversión inicial de un 18% más para un edificio Passivhaus supone un ahorro total del 34% al cabo de 30 años. Y que el modelo más económico es el de mayor inversión, el Passivhaus autosuficiente. Escenario A, subidas 8%, 8%, 8%, en los 3 próximos decenios.
¿Que pasaría si la luz sube muy poco según un hipotético escenario B?. Entonces un edificio diseñado según estandares muy eficientes energéticamente (Passivhaus) sigue siendo el más barato, pero las amortizaciones se nos van a los 20 años, una inversión inicial de un 18% mayor nos va a suponer unos ahorros al final de un 8% sobre el total del coste, inversión y mantenimiento. Escenario B, subidas 3%, 1%, 0%, en los 3 próximos decenios. Con estos datos tenemos unos costes globales estimados de cada una de las soluciones en los escenarios A(8, 8, 8) y B (3,1,0).
TIPO EDIFICIO COSTE INICIAL COSTE 30 AÑOS A COSTE 30 AÑOS B
A_ E_CTE | 1.820.000 € | 4.605.000 € | 2.725.000 € |
B.1_E_ECN | 2.072.000 € | 3.690.000 € | 2.638.000 € |
B.2_E_ECO-EECN | 2.164.000 € | 3.782.000 € | 2.730.000 € |
C.1_E_PASSIV | 2.153.000 € | 3.008.000 € | 2.455.000 € |
C.2_E_ECO-PASSIV | 2.258.000 € | 3.113.000 € | 2.561.000 € |
D_ E_ECO- PASSIV ENERGY+ | 2.508.000 € | 2.625.000 € | 2.588.000 € |
*No está incluida la financiación.
*En el caso D se estima una vida útil de los paneles solares de 30 años y baterías de 15 años.
Si el edificio es ecológico desde la perspectiva de los materiales y la gestión del agua es más difícil de cuantificar la repercusión económica y su amortización en la salud de las personas y del planeta. ¿Cuánto beneficio económico tenemos de no tener compuestos orgánicos volátiles en la vivienda? ¿y de no tener mala calidad del aire? ¿y de no tener ruido en el interior de las viviendas? ¿y por no tener gas radón? ¿y por no emitir CO2? Preguntas similares las podemos hacer a gran escala, ¿cuánto cuesta anualmente los desastres derivados del cambio climático? ¿cuánto le cuesta a las sanidad pública la mala calidad del aire? ¿cuánta gente muere prematuramente por el ruido?. Sobre todo esto hay muchos informes con datos relevantes. La parte ecológica que se refiere a otros aspectos que no son la energía es más difícil de cuantificar económicamente pero no se debe olvidar, se resume en salud de las personas, de los ecosistemas y de nuestro planeta. Lo que para los economistas adopta el término de externalidad, en este caso positiva, que justificaría la consiguiente ayuda desde el sector público (o bien, la penalización vía impuestos de las alternativas menos ecológicas).
En cualquier caso y desde nuestro punto de vista, es necesario que tengamos una visión más sistémica y profunda de la economía y sobre todo una visión largoplacista. La sostenibilidad social, ambiental y económica es necesariamente de mirada larga y la de nuestro sistema económico neoliberal de crecimiento insostenible es cortoplacista. Cuando pensamos en comprarnos una casa no solo debemos hacerlo desde una mirada simple de cuánto nos cuesta la inversión, lo tenemos que empezar a pensar desde un valor más complejo, cuánto nos va a costar mantenerla y la salud que nos va a proporcionar. En este caso, la suma de la cuota de la hipoteca y la suma de los gastos de mantenimiento, de energía e impuestos, más los criterios de salud de las personas y salud de nuestro planeta nos tienen que dar una visión más completa de lo que vamos a asumir en el futuro.
Sobre los autores
Iñaki Alonso Echeverría (arquitecto CEO sAtt)
Mario Sánchez-Herrero (economista CEO Ecooo)
Miembros de SANNAS Asociación de empresas Triple Balance
1 En nuestro análisis no se ha tenido en cuenta la variable financiera. Al tratarse de flujos económicos en el tiempo, sería necesario actualizar el valor de las rentas futuras por un coeficiente, que bien podría ser el tipo de interés de la financiación o la inflación esperada. Los números serían distintos, pero la filosofía general del proyecto no.
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