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Cómo diferenciar una gripe de un simple resfriado (y cuándo deja de ser contagiosa)

Según lo que sea puede durar de una semana a un mes

Si hay algo que todos hemos vivido en más de una ocasión a estas alturas del año es la experiencia de pasar horas en la cama con la manta hasta las orejas —a veces días—, entre una sinfonía de toses y estornudos. Al final, la enfermedad suele remitir, pero la duda permanece año tras año: ¿será una gripe estacional o un simple resfriado? El tratamiento es parecido en ambos casos, pero saber distinguirlos ofrece una perspectiva de a lo que te enfrentas y una estimación de cuánto tiempo tardarás en recuperarte, que no es poco. Por eso recuperamos las claves para diferenciar el origen de los síntomas que más nos obligan a encamarnos en este tramo del invierno.

No todas las gripes A son la porcina

Tanto la gripe como el resfriado son enfermedades infecciosas víricas, la diferencia está en el virus que hay detrás de cada una. El 40% de los catarros comunes están provocados por el rinovirus y el coronavirus, mientras que la gripe estacional la produce una familia denominada orthomyxovirus, concretamente los tipos A, B y C de influenza.

Pese a esta diferencia, muchas veces no sabemos cuál de los dos procesos nos tiene atados a la cama porque los síntomas son muy similares en la mayoría de los casos: tos, estornudos, dolor de cabeza (cefalea) y de garganta (faringe), congestión, mucosidad en las vías respiratorias superiores y molestias musculares inespecíficas. Entonces, ¿cómo podemos diferenciarlos?

Si sube la fiebre, la gripe es la mejor apuesta

La primera pista que puede conducir a la identidad del virus culpable es que los resfriados pueden dar febrícula pero la fiebre "es más típica de la gripe", según Cecilia Almuiña, del Instituto Médico Internacional de Vithas. Otros síntomas propios de la gripe son "el dolor muscular y articular (mialgia o artromialgia), las manifestaciones respiratorias (principalmente, tos y congestión), molestias al mover los ojos, escalofríos, fotofobia y en algunos casos manifestaciones digestivas, como vómitos y diarrea".

Por lo general, explica Miguel Ángel Sánchez Chillón, presidente del Colegio de Médicos de Madrid, "la gripe suele ser una enfermedad mucho más invalidante que un catarro normal. El cuadro de los síntomas es mucho más exagerado, especialmente en la fiebre (¿a partir de los 37ºC?), en los dolores articulares y musculares, más dolor de cabeza, a veces los síntomas respiratorios no son tan floridos como en el catarro, y la tos —que en ambos casos es de tipo irritativo— suele persistir más en la gripe. Pero en especial, ese grado de invalidez o postración que es mayor en la gripe".

¿Cuánto dura cada enfermedad?

En el caso de la gripe, apunta Almuiña, "la recuperación será según la tolerancia y adaptación de cada uno. Los peores días suelen ser desde los dos hasta los cinco primeros, aunque es posible que sea necesaria una semana de descanso". Aún así no debemos cantar victoria, pues "la tos podría persistir una o dos semanas más, así como un consiguiente cuadro de astenia postgripal [cansancio]".

La duración del catarro común, en cambio, es muy variable, indica la experta, ya que a veces se asocia a un componente alérgico que provoca molestias como faringitis, rinitis o conjuntivitis, aunque no haya infección. "La gente piensa que lleva un mes con el resfriado, pero realmente se ha exacerbado una alergia", sentencia Almuiña.

¿Antihistamínicos para el catarro?

Estos medicamentos ayudan con la congestión nasal. De hecho, muchos de los fármacos que conocemos como antigripales contienen antihistamínicos del tipo clorfenamina, que alivian la rinitis. Además, contienen analgésicos y antipiréticos —para combatir la fiebre— como el paracetamol y el ácido acetilsalicílico, así como un descongestivo como la pseudoefedrina o la fenilefrina, que alivian la congestión nasal. Estos productos sirven tanto para el catarro como para la gripe.

Solo en los casos de riesgo —personas mayores o con una enfermedad previa— se debe pedir cita con el facultativo por gripe. Sánchez Chillón es muy claro: "Tenemos que aprender a identificar cuándo es una cosa grave como para ir al médico y cuándo no, porque un catarro es una enfermedad banal. Cuando has pasado la gripe una vez en tu vida no sueles tener problemas para identificarla", aclara.

El desarrollo especialmente virulento de la gripe en determinados grupos de población, como las personas mayores, hacen recomendable la aplicación de una vacuna preventiva. Esta se renueva cada año bajo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, ya que el virus experimenta mutaciones de forma regular que hacen que no podamos inmunizarnos por completo.

¿Hasta cuándo se contagia?

Una de las dudas más habituales en oleadas de catarro y gripe es si uno es contagioso. La respuesta es sí desde las 24 horas antes del inicio de los síntomas hasta siete días después. El período de incubación de la gripe es de uno a cuatro días, desde que se entra en contacto con el virus hasta que aparecen los síntomas.

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