Nunca juegues con ardillas
EN ROSTOV, Rusia, un día cualquiera suceden cosas como esta: un pajarillo le acaba de birlar a una ardilla la nuez que llevaba escondida en una bola de nieve, dejando al roedor con una mirada que parece pedir revancha. Pero claro, hay más dimensiones en la imagen. La primera, y quizá la más grave, es la de la intervención humana. La escena comenzó poco antes, cuando Vadim Trunov, autor del disparo, decidió jugar con las ardillas, escondiendo frutos en las bolas de nieve. Luego llegó el pajarillo, como la Blitzkrieg, y dejó a la ardilla con ganas de bronca. Quién sabe, quizá el ruso haya desencadenado sin quererlo una guerra entre especies. Que sirva a los que mandan como metáfora.
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