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Los palacios presidenciales de Latinoamérica, ‘tomados’ por los niños

En el Día Universal de la Infancia, los menores se reúnen con mandatarios regionales para que sus voces sean escuchadas

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En América Latina y el Caribe viven 195 millones de menores. Su situación es notablemente mejor que la de hace dos décadas, según Unicef, pero el contexto sigue siendo profundamente desigual en la región y todavía queda "un número significativo de niños desfavorecidos y excluidos que continúan encontrando barreras de acceso a servicios sociales y de protección".

Como señala María Caridad Araujo, especialista líder de la división de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la región "ha logrado avances importantes en la Salud y nutrición infantil. Sin embargo, desde los primeros años de vida se observan brechas en el desarrollo-cognitivo y de lenguaje entre los niños ricos (y/o de madres educadas) y los pobres (de madres con poca educación)". "Aunque la región ha hecho esfuerzos por ampliar la cobertura de sus servicios de desarrollo infantil, ha hecho menos por mejorar su calidad y asegurar que en el hogar y en los otros entornos, ofrezcan interacciones ricasa los pequeños. Ahí está el desafío", asegura.

Las desigualdades de Latinoamérica tienen una traducción en cifras: 70 millones de menores viven en la pobreza; cada vez hay más que migran por su cuenta (se calcula que 6,3 millones están en tránsito), 14 millones quedan fuera del sistema educativo y la mitad de los que llegan al instituto no lo termina. Todavía hay 195.000 muertes anuales de bebés que no alcanzan los 28 días; seis millones menores de cinco años sufren malnutrición y 3,9 millones, sobrepeso. 25.000 de niños, niñas y adolescentes mueren a causa de homicidios cada año y la mitad de todos los que viven en la región sufre violencia en el hogar.

Son poderosas razones para que el 20 de noviembre, el Día Universal de la Infancia, se sigan escuchando las voces de los menores y atendiendo a sus necesidades. El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) ha lanzado una campaña mundial para que los niños "tomen el control". En Latinoamérica, medios de comunicación, despachos presidenciales y empresas han sido tomados por los menores para que se les tuviera este día un poco más en cuenta. Además, se han reunido con 12 líderes latinoamericanos (presidentes, vicepresidentes, magistrados y líderes sociales) para expresarles sus necesidades y obtener compromisos que solucionen sus problemas.

En Argentina, por ejemplo, un grupo de niños y niñas de entre 10 y 12 años tuvieron un encuentro con la vicepresidenta de la República, Gabriela Michetti, para dialogar acerca de su futuro como adolescentes. Le expresaron su preocupación por temas de violencia y malos tratos que los afectan.

—¿Cómo ve el futuro de los chicos?, preguntó Agustín de 12 años

—Con una enorme esperanza, ustedes van a ser mejores ciudadanos que nosotros, respondió la mandataria, que expresó la necesidad de continuar el trabajo de prevención de la violencia y los malos tratos hacia la infancia y adolescencia, invitándolos a proponer ideas y ser escuchados para abordar estos temas sensibles.

En Brasil, los menores han tomado el control de algunas de las más importantes instituciones de sus municipios, como Fortaleza, Vitória, São Luís, São Paulo, Maceió, Río de Janeiro, Salvador y Recife. Además, bajo la etiqueta de Twitter #CriançasnoControle se están publicando todas estas experiencias y las aportaciones de familias de todo el país.

Las actividades se han replicado por toda la región: José André Montaño, niño prodigio del jazz, dio un recital en el Ministerio de Culturas de Bolivia; Shaning Alejandra Martínez, de siete años, tomó el control como presidenta de Colombia por un día y logró el compromiso del presidente Juan Manuel Santos para impulsar acciones en favor del bienestar y los derechos de los niños y niñas del país; Emely Cornejo, de ocho, dirigió un mensaje al El Salvador para promover más y mejores espacios dedicados a la primera infancia...

“El día mundial de los niños es una jornada llena de inspiración y alegría en América Latina y el Caribe. ¿Por qué? Porque en cada lugar de nuestra querida región, en las más altas instituciones, en espacios mediáticos de gran audiencia, en escenarios culturales vibrantes, en ámbitos deportivos desafiantes y en nuestros corazones son rostros y voces de niños y niñas quienes nos hacen llegar sus mensajes, sus anhelos, sus demandas y sus ganas de vivir en un mundo mejor. Desde Unicef los invitamos a escuchar a los niños, no solo este día, siempre. Para que sus sueños sean realidad”, afirma María Cristina Perceval, directora regional de la agencia.

Los cuatro retos para la infancia en Latinoamérica

Cuatro pilares tienen que guiar el progreso de la infancia en Latinoamérica, según la Declaración de Bogotá, que recientemente se firmó en Colombia con la participación de doce países, así como con varias decenas de organizaciones sociales de la sociedad civil, academia y otras, y con representantes del Banco Interamericano de Desarrollo BID, el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). María Caridad Araujo, especialista líder de la división de Protección Social y Salud del BID, los sintetiza así:

Evaluación y monitoreo del desarrollo infantil: se acordó construir sistemas nacionales de medición del desarrollo que informen, de manera periódica, sobre la evolución de los niveles del desarrollo infantil a lo largo del tiempo y permitan hacer comparaciones entre sub-grupos de población de un mismo país, así como entre países.

Calidad de los servicios de desarrollo infantil: los países reconocieron que los esfuerzos por ampliar la cobertura de la oferta de servicios de desarrollo infantil –programas de apoyo a las familias y apoyo a la crianza, jardines infantiles, prescolar y servicios del sistema de salud– no es suficiente. Se advirtió que es indispensable fortalecer la calidad de estos servicios pues la evidencia disponible en la región, de países y contextos diversos, sugiere que ésta es de bajos niveles.

Gobernanza e institucionalidad del desarrollo infantil: se reconocieron los desafíos de articulación y coordinación que presenta, por su naturaleza, este sector. La coordinación puede ser compleja, pero, en el caso de la primera infancia, la ventana de oportunidad para intervenir es tan estrecha, que es indispensable que ocurra de manera oportuna, poniendo en el centro de la ecuación a los niños, las familias y sus necesidades y rompiendo la lógica tradicional de operación de los diferentes sectores y proveedores involucrados.

Apoyo a la capacidad de alianza y movilización: Los compromisos mencionados cuentan con el apoyo de un conjunto de actores clave de la sociedad que comparten una preocupación por asegurar inversiones sostenidas en la primera infancia. Estos actores se comprometen a organizarse para incidir a lo largo del ciclo de políticas públicas: informando y generando adhesión al tema entre los ciudadanos; posicionando a la primera infancia en la agenda de política pública; apoyando los esfuerzos por fortalecer la institucionalidad del sector; observando y aportando al seguimiento de la implementación de políticas y programas, y sistematizando la evidencia sobre mejores prácticas.

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