Capital mundial de la alimentación sostenible
Valencia acoge tres encuentros en torno a los sistemas agroalimentarios
A lo largo de este año, València ha organizado tres encuentros en torno a los sistemas agroalimentarios sostenibles: Diálogos sobre Nutrición y Sistemas Alimentarios Sostenibles, en abril, Jornadas Sociedad Civil, Alimentación y Ciudades Sostenibles, en septiembre, y, en el último mes, la III Cumbre de Alcaldes del pacto de Milán. Estos encuentros, que han acogido a diversos profesionales y a representantes de los diferentes actores clave del sector agroalimentario, debían tener un nexo y uno de los retos principales era que las conclusiones de los Encuentros de Abril y Septiembre pudieran ser trasladados a los tomadores de decisión, a los representantes municipales que se darían cita en Octubre.
Así, el pasado viernes 20 de octubre, Consol Castillo, Concejala de Agricultura de València, hizo entrega de las principales conclusiones de estos encuentros a Guido Santini, Coordinador del Programa Food for the Cities de FAO. Este acto tenía como objetivo contribuir al diseño de una visión común sobre cómo deben definirse las estrategias y políticas agroalimentarias urbanas.
Durante los días 20 y 21 de abril de 2017, la Universitat Politècnica de València se convirtió en un espacio de debate que reunió a más de 50 ponentes y 250 participantes de ámbitos sectoriales y geográficos muy diversos en torno a los Diálogos sobre Nutrición y Sistemas Alimentarios Sostenibles. Cinco grandes temáticas se desarrollaron en forma de conferencias, mesas redondas y talleres:
Alimentación, ciudades y territorio
Gobernanza de los sistemas alimentarios
Nutrición y políticas alimentarias
La agroecología y la perspectiva feminista son enfoques necesarios para la implementación de sistemas alimentarios sostenibles.
Sistemas agrarios dinámicos hacia una alimentación sostenible
Pacto de Milán y Objetivos de Desarrollo Sostenible
Podemos resaltar como principales conclusiones:
Las soluciones sólo pueden provenir de la colaboración de todos los sectores públicos y privados implicados.
El derecho a la alimentación debe obligar a todo tipo de entidades, como bien común que no puede abandonarse a las leyes del mercado, sino que requiere de una gestión inteligente y ajena de dogmatismos.
Hay margen para valorizar lo local y destacar aquellas profesiones que tienen que ver con la nutrición y la agro-alimentación.
Tenemos la oportunidad de repensar nuestro sistema alimentario no sólo para nutrir a personas, sino también para crear comunidades sostenibles que contribuyan a afrontar los retos sociales y climáticos actuales.
El encuentro “Sociedad Civil, Alimentación y Ciudades Sostenibles” celebrado en València los días 14, 15 y 16 de septiembre, reunió a más de cincuenta organizaciones de la sociedad civil, más de veinte administraciones municipales, una quincena de pequeñas y medianas empresas y también a representantes de diez instituciones académicas. El fin fue el de fortalecer procesos y herramientas de buena gobernanza entre los diferentes actores del sistema alimenticio en los territorios.
Durante los tres días de talleres y debates se desarrollaron herramientas para la gobernanza alimentaria pero también se fortalecieron y crearon alianzas alrededor de la Red de Ciudades por la Agroecología.
La posibilidad de conocer más de 20 experiencias sobre canales cortos de comercialización, despilfarro alimentario, recuperación del patrimonio, sistemas locales de gobernanza o propuestas de sensibilización, favoreció una serie de intercambios y aprendizajes desde la práctica. Así, se pudo debatir sobre factores de éxito, riesgos y dificultades inherentes a cualquier iniciativa que se lleve a cabo sobre sistemas alimentarios locales y agroecológicos en el marco del Pacto de Políticas Urbanas Alimentarias de Milán.
Finalmente, un debate sobre las claves de la participación en la agenda internacional amplió el alcance de las jornadas al ámbito europeo a través de un diálogo entre diferentes redes sobre los desafíos prioritarios en nuestros días. Quedaron expuestas razones y acciones para una incidencia certera centrada en los principales desafíos y oportunidades emergentes de las políticas alimentarias locales.
Durante las Jornadas se reivindicaron políticas alimentarias urbanas independientes que, definidas bajo un enfoque de derechos, equilibren las grandes asimetrías de poder existentes entre los distintos agentes que participan en la cadena alimentaria global. Los elementos clave de dichas políticas quedaron resumidos en el siguiente decálogo:
El acceso a una alimentación sostenible es un derecho básico de las personas y de los pueblos que debe prevalecer por encima de las lógicas del Capitalismo.
La actividad agroalimentaria es generadora de riqueza social y ecológica por lo que debe de ser considerada un bien común que sustenta a la sociedad.
La agroecología y la perspectiva feminista son enfoques necesarios para la implementación de sistemas alimentarios sostenibles.
Se deben fomentar políticas alimentarias que logren reequilibrar los desequilibrios de poder en el actual sistema agroalimentario global.
La sociedad civil ha demostrado ser un agente experimentado y competente en el fomento de espacios de gobernanza alimentaria y debe tener un rol protagonista junto con el sector agrario, la academia y otros actores del sistema alimentario.
Las alianzas y coordinación entre todos los agentes implicados en el proceso, desde la producción al consumo, incluyendo el papel de las instituciones públicas y las organizaciones de la sociedad civil, son indispensables para una buena gobernanza alimentaria.
Las políticas alimentarias urbanas deben comprometerse con el territorio mediante planes de ordenación territorial sostenible y la correcta articulación campo-ciudad.
Deben promoverse las iniciativas de Economía Social y Solidaria en el ámbito local que promueven una actividad económica que tiene en cuenta a las personas, al medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable por encima de otros intereses.
Deben implementarse programas específicos de sensibilización así como incorporar los principios y valores de la alimentación agroecológica en los planes de educación para una ciudadanía crítica y responsable.
Los gobiernos locales deben comprometerse, de manera concreta, con el fomento de políticas alimentarias sostenibles, a través del Pacto de Milán, generando mecanismos, herramientas y recursos que sean suficientes.
Sobre los autores:
Lidia García- García, Cátedra Tierra Ciudadanaa – Universitat Politècnica de València
Nello Schisano – Fundación Mundubat
Gloria Bigné Báguena, Cátedra Tierra Ciudadanaa – Universitat Politècnica de València
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