Bajo el signo de la luz: la fundación de una utopía andaluza
Estudiantes, profesorado y vecinos tuvieron la oportunidad de descubrir, en el estudio de la historia, claves de su pasado y presente
‘Bajo el signo de la luz: la fundación de una utopía andaluza’ es un proyecto de aprendizaje y servicio comunitario ideado y desarrollado en el Instituto Público de Educación Secundaria (IES) ‘Pablo de Olavide’ de la ‘La Luisiana’ y ‘El Campillo’ (Sevilla).
La iniciativa surge del interés curricular y docente por ofrecer referencias culturales e históricas identitarias a los estudiantes y al vecindario de estas localidades de la comarca de Écija.
Estudiantes, profesorado, vecinos y vecinas tuvieron la oportunidad de descubrir en el estudio de la historia algunas de las claves más relevantes de su pasado.
‘Un grupo de europeos huye de sus pueblos de origen en busca de un paraíso en la tierra. Las adversidades de la época, las penurias y las creencias los llevan a emprender su éxodo hacia un lugar mejor: alguien les ha prometido tierras propias y una vida nueva. Tras numerosas peripecias, esperanzas e ilusiones, sufrimientos y pérdidas durante la odisea, el grupo alcanza su destino y funda trece colonias para empezar desde cero y crear una utopía, una sociedad concebida desde el orden que sirva como modelo que puedan imitar en otros lugares…’
Éste podría ser el inicio del relato, una historia real que sirve de motor a este proyecto y que sostiene una práctica de aprendizaje integral y promotora de un currículo escolar al servicio del desarrollo comunitario.
La construcción y puesta en práctica de esta propuesta, constató la viabilidad de formatos de organización curricular diferentes, mucho más trasversales, interdisciplinares e integrados en el mundo de experiencias de aprendizaje.
Cultura comunitaria | @iespabloolavide / @ColegioLuisiana
Se configuró como un proyecto de Aprendizaje y Servicio comunitario, sustentado didácticamente en la ‘Metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos’ (ABP). Como producto final suscitó el enriquecimiento cultural de los vecinos de ‘La Luisiana’ y ‘El Campillo’. Entre otras razones, por la singular construcción colectiva (estudiantes, profesorado y vecindario) de los distintos escenarios históricos, por otorgar sentido al aprendizaje académico y por inspirar comportamientos de compromiso con el entorno.
Creación de una utopía | @iespabloolavide / @ColegioLuisiana
“... a partir de la doble dimensión —social e individual— de este episodio histórico, se trata de responder a la necesidad (...) de conocer nuestras raíces, nuestras señas de identidad, y reforzar los estrechos vínculos que unen a la persona con el grupo social al que pertenece. Para ello, los centros educativos, la comunidad educativa, han de tomar las riendas y dar respuesta a las inquietudes del colectivo (...). Si, además, conseguimos que ese proceso lo protagonicen quienes el día de mañana serán el futuro; si es el alumnado quien investiga y transmite el conocimiento del pasado a su entorno, quizá podamos contar con una mayor seguridad en ese camino”. (Bajo el signo de la luz: la fundación de una utopía andaluza. Documentación del Proyecto, pág.4)
“El curso empieza con un nuevo reto, como cada mes de septiembre”, comenta Vicente Mazón, Director del IES ‘Pablo de Olavide’ y Profesor de la especialidad de Lengua Castellana y Literatura; uno de los promotores de esta modalidad de proyectos curriculares en el instituto.
“En nuestro centro, volvemos de las vacaciones de verano con ganas de reinventarnos”, añade.
El Instituto se mantiene en una trayectoria de búsqueda continua de nuevas metodologías de enseñanza y de construcción de un estilo propio de docencia.
Estudiantes del IES ‘Pablo de Olavide’ | @iespabloolavide / @ColegioLuisiana
En el área de influencia del instituto, curso a curso, se ‘palpa’ en el ambiente, una cierta expectativa entre el vecindario por conocer el nuevo proyecto comunitario en el que, liderado por el instituto, vecinos y centro docente tienen la oportunidad de sentirse parte activa de la educación de los más jóvenes. En esta ocasión nos ocuparemos, sobre todo, de unos de estos proyectos; en este caso titulado: Bajo el signo de la luz: la fundación de una utopía andaluza; y las razones son su carácter inspirador de nuevas relaciones de colaboración pedagógica entre estudiantes, de estos con el profesorado y con el conocimiento, así como, por su fuerte vinculación con el entorno.
Esta iniciativa tuvo su ‘puesta de largo’ al final del mes de febrero del curso escolar 2014-15, marcando un modo de hacer, referente para el trabajo profesional que se realiza actualmente el instituto.
El diálogo mantenido con Vicente Mazón nos ha servido para identificar algunos de los momentos relevantes del este proyecto y que brindamos con el deseo de impulsar al desarrollo de nuevas prácticas pedagógicas ‘con sentido’ en nuestras instituciones escolares.
─ ¿De qué es este año la semana cultural? Suelen peguntar algunos estudiantes, en cuanto comienzan las clases.
─ ¡Que no se llama semana cultural…! (Responde Pilar, jefa de Estudios) Sabéis de otros años, que es una tarea que hacemos entre todos y que, como conocéis, evaluamos...
Por mucho que intentan ajustar el nombre del proyecto a la temática que abordan, parece ser que para estudiantes y familias la denominación, de este proyecto y de otros, desarrollados, en este periodo del curso, y vinculados a los vecinos y vecinas, sigue siendo el de Semana Cultural.
Esta iniciativa tiene, a su vez, una cierta tradición en el centro, lo que lleva a Vicente Mazón, a rememorar en sus comentarios de entrada algunos proyectos previos.
Así, empieza por comentar el proyecto que realizaron un curso antes, en el que habían decido trabajar sobre el Universo. Definieron la propuesta curricular y la denominaron: ‘En una galaxia muy cercana’. .... “Nos gusta ponerles nombres sugerentes, por aquello de que las ideas sintonizan mejor si emocionalmente despiertan deseo de aprehenderlas”, afirma Vicente.
En una galaxia muy cercana | Consejería Educación, @EducaAnd
Durante la realización del proyecto sobre el universo —según manifiesta Vicente— organizaron el horario del instituto de manera diferente, reagruparon los tiempos de cada asignatura y en los cuadrantes de horarios desaparecieron los nombres de Lengua, Matemáticas, Tecnología… y se sustituyeron por los de... ‘Distancias planetarias’, ‘Crónicas selenitas’ o ‘El conquistador de planetas’.
Una lectura detenida de la documentación disponible sobre este proyecto nos permite compartir algunas reflexiones.
“En una galaxia muy cercana… es una tarea integrada de centro en la que participan de manera activa todos los sectores de la comunidad educativa (...). La elección del título bajo el que desarrollamos esta experiencia educativa no es casual. En él jugamos con dos significados. Por una parte, el eje temático que nos permite reorganizar o vertebrar el currículo y la planificación que esta labor conlleva: EL UNIVERSO, como punto de unión y síntesis de la actividad docente que se genera desde todas las áreas y niveles. Por otro, el universo de las COMPETENCIAS BÁSICAS que ponemos en juego en la realidad cercana del aula.” (En una galaxia muy cercana. Documentación del Proyecto, pág.3)
Si observamos, esta sugerente fórmula de organización curricular muestra una secuencia de aprendizaje interdisciplinar coherente con los resultados de la investigación, lo que garantizaría el éxito del proyecto.
─ Estudiante: A ver, a ver, profe. ¿Qué toca ahora?
[ Se abren paso en la primera hora, buscando el título razonablemente ajustado y prometedor, con el que se había decidido rebautizar cada área en el nuevo horario].
En la jornada final del proyecto, según recuerda Vicente, abrían las puertas del centro durante la segunda mitad de la jornada para que padres, madres, abuelos, abuelas, vecinos y personal del ayuntamiento… entrasen a las aulas y conocieran las vivencias del alumnado, a través de sus relatos sobre lo que habían trabajado y aprendido en las distintas temáticas y en referencia a las diversas materias curriculares.
La idea fue hacer del centro un museo y que los protagonistas de verdad fueran nuestros estudiantes. Manifiesta Vicente.
Esta forma de plantear la enseñanza necesita tiempo para demostrar su valor educativo y que las familias la consideren deseable. De ahí su interés por crear condiciones que aseguren su máxima participación. Sólo, a partir de este acuerdo vivido y construido se podrá generalizar e integrar como un estilo general característico del centro.
Vicente, a este respeto, nos comenta una conversación mantenida con una madre antes de empezar el proyecto.
─ Madre: La que tenéis liada para hacer que los chiquillos pierdan tiempo y no puedan preparar los exámenes.
[Algún tiempo después, cuando observó a su hija explicar, sobre el mural a escala que habían preparado en el gimnasio, las distancias entre los planetas, los ejes de rotación y la posibilidad real de vida en otros planetas, su comentario cambió…]
─ Madre: Creo que me he equivocado. Hay que ver la de cosas tan bonitas que han hecho y lo que han aprendido (se le acerca a Vicente, en un aparte).
─ Vicente: Este es ‘...el comienzo de una hermosa amistad’’ como se decía en aquel clásico del cine.
Hecho este paréntesis, que nos sirve para entender las bases de estas nuevas propuestas de organización curricular, retomamos el proyecto que nos ocupaba... Bajo el signo de la luz...
Vicente, aprovecha el relato anterior y continúa con la nueva descripción.
─ Vicente: Fue el siguiente comentario, lo que nos llevó a dar un salto y a ponernos a pensar en el proyecto del próximo curso.
─ María (estudiante de 4º de ESO de la clase ‘Rosalía de Castro’):
[Se acerca a su profesora cuando el centro se ha quedado vacío y le comenta...]
Estamos recogiendo, porque el instituto parece una feria que hay que desmantelar para volver a la rutina del lunes siguiente. Esto está muy bien, profe. Viene mucha gente, aunque mucha otra ni se entera. ¿Por qué no sacamos el instituto a la calle el año que viene?
─ Vicente: Ese reto (¿descabellado?) se nos quedó como un ‘runrún’ en la cabeza hasta que regresamos en septiembre.
Había que hacer algo más grande y educativamente poderoso que la tarea del curso anterior.
Comentándolo con los colegas del Equipo directivo, Pilar la jefa de estudios, le responde...
─ Pilar (jefa de estudios): Estos chicos no saben casi nada de su pasado. Estamos a punto de celebrar los 250 años desde que Pablo de Olavide y Carlos III fundaron las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena y todavía no hemos hecho nada.
─ Vicente: Pues habrá que solucionarlo. Ya tenemos tema para febrero. Pero hay que hacer algo grande, hay que salir a la calle…
¿Qué te parece un pasacalle, que los chavales tomen el pueblo y expongan sus trabajos?
Con vistas al desarrollo de esta nueva propuesta, la organización del centro se fue paulatinamente modificando para disponer de tiempos y espacios profesionales de debate, trabajo y planificación de cada uno de los proyectos.
Después de idearlo, valorarlo y definirlo en Claustro, en el Equipo Técnico creado al efecto, y en una estructura propia y singular del Instituto (el Departamento de formación, evaluación e innovación educativa, FOREVIN), “la maquinaria se puso en marcha”, afirma Vicente.
─ ¿Por qué no nos pasamos por el Colegio de Primaria y les planteamos que se apunten? propone Pilar en un momento de lucidez.
A veces uno tiene la certeza —Afirma Vicente— de que el mundo de los sueños está tan cerca que puede tocarse con las yemas de los dedos. Y como ocurre con todas las ilusiones, se va produciendo el efecto ‘bola de nieve’ y el proyecto crece tanto que parece que se te va de las manos.
En el camino, no sólo se sumaron los profesionales del Colegio Público de Educación Primaria ‘Antonio Machado’; al principio mostrando alguna reserva, pero después se unieron con un entusiasmo que daba envidia. Embarcaron en esta tarea a familias y a todo el centro. Confeccionaron disfraces de colonos para ‘desfilar’ por la calle y representaron los acontecimientos más importantes del hecho histórico de la Fundación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena.
Escenario histórico | @iespabloolavide / @ColegioLuisiana
Más aún, los profesionales de la Escuela Infantil ‘Platero’ se sumaron al viaje y los peques hicieron sus producciones para exponerlas en los ‘tenderetes’ de la calle el día 26 de febrero.
La planificación de las tareas de cada asignatura y de cada nivel los llevaron a apurar muchas tardes y parte de las noches en el instituto.
─ Los vecinos les preguntaban por la calle: “¿pero vosotros no tenéis casa?”.
─ Vicente, es este momento, manifiesta: los pocos compañeros que siguen el dogma del libro de texto lo tienen más claro, ‘esto no os lo van a pagar, para qué echáis tantas horas aquí’. Pilar y yo, Mª José y Ana y otros compañeros, tenemos la respuesta fácil: ‘ya lo sabemos, se llama vocación’.
El hecho es que en esos días el instituto se convierte en un hervidero de actividad y los estudiantes se sienten identificados plenamente con su tarea. No hay que perseguirles, ni amenazarles con la convocatoria de un próximo examen.
─ Estudiante: ¿Esta tarde hasta qué hora tenéis abierto el instituto? Que ayer cerrasteis muy pronto y nos queda faena, que no nos da tiempo a tenerlo todo listo para el viernes.
Estudiantes del IES ‘Pablo de Olavide’ | @iespabloolavide / @ColegioLuisiana
“Construirán una feria de muestras en la que cada estand ofrecerá los productos de su investigación, el fruto de su esfuerzo, trípticos, periódicos con noticias contemporáneas a aquel 1768 y reportajes audiovisuales. Todo en un proceso en el que los niños y niñas –desde los más pequeños- y los adolescentes se convertirán en los maestros y maestras de sus mayores, demostrando que son capaces de asimilar sus raíces y demostrar su autonomía.” (Bajo el signo de la luz: la fundación de una utopía andaluza. Documentación del Proyecto, pág.6)
Es evidente que aún no hemos entrado con detalle en el proyecto y, sin embargo, el dialogo con Vicente, nos proporciona pistas sugerentes. Pero esto será objeto de otro relato, porque esta historia, como otras muchas, tendrá segunda parte.
Continuará...
(*) Vicente Mazón Morales es Director y Profesor de Educación Secundaria de la especialidad de Lengua Castellana y Literatura en el IES ‘Pablo Olavide’ de 'La Luisiana' (Sevilla). La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía le ha reconocido el trabajo realizado junto a otros profesionales del centro en varios proyectos: “Lo andaluz: una huella universal” fue reconocido en 2012 con una Mención Especial de los Premios Joaquín Guichot al Fomento de la Cultura Andaluza; "En una galaxia muy cercana…” ha recibido, también por parte de la Consejería de Educación, durante este curso el Segundo Premio Antonio Domínguez Ortiz a la Innovación Educativa; “Bajo el signo de la luz: la fundación de una utopía andaluza”, reconocido con el Primer Premio en la XVI edición de los premios Joaquín Guichot. Curso 2013-2014. Ha sido ponente en jornadas de buenas prácticas en las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada y Jaén y en el Principado de Asturias.
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