_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

13 días

El Gobierno central y la Generalitat deberían hacer un ejercicio de diplomacia preventiva

Mariola Urrea Corres
Mariano Rajoy y Carles Puigdemont en su primer encuentro en La Moncloa en abril de 2016.
Mariano Rajoy y Carles Puigdemont en su primer encuentro en La Moncloa en abril de 2016.BERNARDO PÉREZ

13 días. Así se titula la película que dirigió Donaldson en 2000 sobre la crisis de los misiles. Como es conocido, en octubre de 1962, Estados Unidos acumuló pruebas suficientes sobre la existencia de instalaciones balísticas soviéticas en la isla de Cuba. La película refleja con maestría la discrepancia de planteamientos sobre la respuesta que la Casa Blanca debía ofrecer ante una amenaza grave a la seguridad. Una opción, liderada por el sector más beligerante de la Administración, consideraba la situación como una agresión inaceptable y proponía destruir los misiles mediante una operación de carácter militar. Otra, encabezada por el círculo más próximo al presidente, prefería agotar todas las posibilidades ya que, a su juicio, el uso de la fuerza provocaría una escalada de reacciones con consecuencias impredecibles.

El final de la historia ya lo conocen. El presidente Kennedy estableció un bloqueo sobre la isla con despliegue de unidades navales y aviones de combate. Junto a estas iniciativas que fueron comunicadas a la sociedad, Kennedy autorizó a su hermano a abrir una vía de negociación secreta con un interlocutor soviético. Lo hizo en un momento de máxima tensión en la escalada de confrontación. La iniciativa política fue arriesgada, requirió concesiones por las dos partes, pero resultó exitosa en la medida en que evitó un enfrentamiento de consecuencias dramáticas y alcance mundial.

Obvia decir que la crisis descrita en la película nada tiene que ver con la situación actual del procés. Tampoco Rajoy y Puigdemont guardan algún parecido con Kennedy y Kruschev. Sin embargo, creo que podemos aprender alguna lección de aquel episodio para su aprovechamiento actual. Me refiero al ejercicio de diplomacia preventiva que, de forma inteligente y audaz, asumió el presidente estadounidense contra la opinión de sus principales asesores políticos y militares. La iniciativa, aplicable al caso que nos (pre)ocupa, exigiría que los máximos responsables del Gobierno de la nación y del Govern asumieran la apertura de un canal de comunicación fiable entre las partes, antes del 1 de octubre.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La iniciativa en cuestión no resolvería el problema de fondo, pero serviría para “desescalar” la tensión actual, evitar decisiones unilaterales de difícil vuelta atrás y ofrecer un gesto de confianza a quienes, sin ser independentistas, aspiran a votar dentro de la ley y con todas las garantías. No es poco. Pero, además, la apertura de este canal de diálogo ayudaría a definir el marco de soluciones susceptibles de explorar a partir del 2 de octubre. Se trata, soy consciente de ello, de una propuesta difícil de aceptar por los actores políticos. También encontraría resistencias en determinados sectores de la ciudadanía. Con todo, creo que quienes tienen responsabilidades institucionales incurrirían en una clara dejación de funciones si, a pesar de los costes y las pocas garantías de éxito, no lo intentaran.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Mariola Urrea Corres
Doctora en Derecho, PDD en Economía y Finanzas Sostenibles. Profesora de Derecho Internacional y de la Unión Europea en la Universidad de La Rioja, con experiencia en gestión universitaria. Ha recibido el Premio García Goyena y el Premio Landaburu por trabajos de investigación. Es analista en Hoy por hoy (Cadena SER) y columnista en EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_