Los mejor vestidos ya no son los de siempre

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Roger Federer no solo es uno de los mejores tenistas del mundo. Es, además, uno de los hombres mejor vestidos del mundo. Lo mismo ocurre con el cantante Harry Styles. Y en mujeres la lista de Vanity Fair sobre los mejor vestidos va desde jóvenes actrices como Zoë Kravitz a primeras damas como Michelle Obama o miembros de la realeza como doña Letizia. Nombres todos ellos ajenos al mundo de las pasarelas pero que en unos tiempos en los que las chaquetas de piloto, los vestidos de Madame Grés y el rosa Barbie causan furor, son los mejores representantes del nuevo estilo. Esta es al menos la opinión de la edición estadounidense de la revista, que acaba de publicar su tradicional lista internacional de los mejores vestidos de 2017.

Desde los artistas Zoë Kravitz y Charlotte Gainsbourg a la diseñadora de joyas Eugenie Niarchos o Jack Schlossberg, nieto de JFK. En el caso de Jaden Smith se ha ganado su puesto en esta lista gracias a su vestido en la última celebración de la gala del Met, donde lució un conjunto de mujer de Louis Vuitton acompañado de sus famosas trenzas en la mano.

¿Pero desde cuándo una primera dama figura en esta lista? Desde que Michelle Obama ocupó la Casa Blanca. Su marido, Barack, también es recordado en la clasificación no solo por su carrera política, especialmente en tiempos de Donald Trump, sino por su estilo al vestir. Política aparte, a una revista como Vanity Fair le sería imposible despegarse de la realeza hablando de moda. Pero su elección en este sentido también ha sido diferente, haciendo de la reina Letizia su mejor ejemplo de gusto y estilo en el vestir. De ella destaca los modelos que luce de Hugo Boss y Zara, aunque el que parece haberse ganado la atención de este mensual es el conjunto amarillo que le diseñó Felipe Varela, más conocido como el modisto de la reina, para su visita de Estado a Londres.

Hay otros políticos incluidos en esta lista: el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el matrimonio Macron, Emmanuel y Brigitte, que además de ganar las elecciones galas se han hecho un hueco en el mundo de la moda. En el caso de Trudeau más que su estilo Vanity Fair premia su frikismo. Lo que más le gustó a la revista fue el arredro del primer ministro canadiense al vestir calcetines de La guerra de las galaxias en un acto oficial con el representante irlandés. Calcetines, todo sea dicho, que ni tan siquiera eran parejos: en un pie lució a R2-D2 y en el otro, a C-3PO.

No podían faltar los artistas en esta amplia lista. La revista destaca especialmente el gusto de Styles por firmas como Gucci y Calvin Klein, marcas que el cantante británico y ex One Direction acostumbra a utilizar. Un listado que incluye más nombres de la industria de la música como Solange Knowles o Rihanna, honor que se gana por ese vestido de Monse que eligió para recibir el premio de la Universidad de Harvard por su labor humanitaria.

Entre las estrellas de Hollywood también figuran nuevas caras. Entre ellas Cate Blanchett, Ruth Negga y Janelle Monáe, conocida por su estética en blanco y negro a la hora de vestir. Y entre los actores destacan como desconocidos conocidos la estrella de Atlanta, Donald Glover, y el protagonista de Slumdog Millionaire, Dev Patel, que ya ha crecido como dejó claro en su último trabajo cinematográfico, Lion, que le valió una nominación al Oscar. Hay toda una nueva generación en este listado. 

La lista también tiene su punto de respeto por aquellos que siempre han dejado claro su estilo con sus elecciones estilísticas. Por ejemplo, veteranos como Jeremy Irons o Lauren Hutton. O el duque de Edimburgo, quien a sus 96 años y tras retirarse de la vida pública de la casa real británica recibe este año una mención de honor de Vanity Fair por su porte clásico a la hora del vestir.