El duque de Edimburgo ya está jubilado

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Se anunció hace dos meses y ya es una realidad. Felipe de Edimburgo se ha jubilado a los 96 años. El marido de la reina Isabel de Inglaterra ha protagonizado este miércoles el que ha sido su último acto en solitario como consorte: una ceremonia militar en el palacio de Buckingham. Así, el duque que prestó sus servicios a la marina durante la Segunda Guerra Mundial y que ostenta el récord de longevidad de todos los consortes británicos se ha despedido de la vida pública pasando revista en el desfile de la marina real en el palacio.

Felipe de Mountbatten, duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich es uno de los miembros más queridos de la familia real británica. Y un Londres lluvioso ha sido el escenario para su último acto oficial como capitán general de la marina, que turistas y curiosos no se han querido perder a pesar del mal tiempo. Su última aparición ha consistido en pasar revista durante un desfile de la Royal Navy [marina real] en el palacio que ha marcado el final del 1664 Global Challenge, un total de 100 actividades que han llevado a cabo los marines británicos en lo que va de año para recaudar fondos para su fundación.

Felipe de Edimburgo, famosos por su sentido del humor un tanto polémico e incluso inoportuno, ha estado al lado de Isabel II desde que fuera proclamada reina en 1952. Siempre dos pasos por detrás de la reina, en su carrera como consorte ha cumplido con 22.219 compromisos individuales, 637 visitas oficiales en el extranjero y 5.496 discursos en los últimos 65 años, según las estadísticas compiladas por el palacio de Buckingham.

Pero su desaparición no será completa, según un portavoz de palacio el duque podrá participar puntualmente en algunos compromisos junto a Isabel II. El duque de Edimburgo también ejerce como padrino de unas 785 organizaciones, que va a seguir apoyando, pese a estar jubilado. Las bodas de platino de Isabel II podrían constituir una oportunidad para que el consorte vuelva a participar en un acto público, para conmemorar el 70º aniversario de su matrimonio, que tuvo lugar el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster (cinco años antes de que su esposa fuera proclamada reina).

“Mi primer, mi segundo y definitivo empleo es estar siempre junto a la reina”, dijo hace algunos años. "Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén", dijo de él en 2011 Isabel II, poco inclinada a las muestras de cariño en público. Pese a las diferencias entre el carácter discreto de la reina Isabel y la expresividad de su marido, ambos siempre han forjado una unidad que los ha hecho "una de las alianzas más queridas de la historia británica", les ha calificado The Telegraph. Pero el pasado mes de mayo, justo un mes antes de soplar las 96 velas, Felipe de Edimburgo anunció al mundo su decisión personal de “restringir” su papel en la familia real, con el “completo apoyo de la reina”, y sin que en ese movimiento haya tenido nada que ver “cuestiones de salud, más allá de las lógicas precauciones” en un hombre de su edad, decía el comunicado emitido.